CONTAR NUESTRO PROPIO RELATO
Por Paula Gómez Rosado
“Necesitamos las mujeres contar nuestro propio relato, nuestra experiencia personal que es semejante a las de otras mujeres y no se ha narrado antes en primera persona. Siempre han hablado por nosotras porque no teníamos la palabra.”
Escribir es una opción a la que antecede leer y leer y leer, empaparse de libros desde la infancia y disfrutar en cada página lo que ofrece, siempre hay algo. También rechazar lo que nada nos dice y aprender a seleccionar porque no todo vale. Y un día, hay un impulso que empuja a escribir algo, lo que sea, que se suele olvidar porque lo instintivo no arraiga si no se siembra entre corazón y mente. Sin embargo, como en todo, esa primera vez, salga un texto medio decente o un churro, es el primer paso y, como un bebé, primero tambaleante y sin rumbo, se comienza a caminar para muy lentamente ir asegurando el paso y pasado el tiempo encontrar el camino, sin meta y sin fin, al menos en mi caso. Solo el espacio propio por el que se anda con confianza y una cierta seguridad.
Yo comencé de niña a emborronar folios y aquí sigo, solo por entender el mundo que me rodea para poder amarlo y conocer más en profundidad mi mundo. Descubrir que a otras personas les servían mis cuentos y mis poemas supuso una inyección de autoestima, a la vez que una gran responsabilidad. A punto de salir mi próximo libro, un relato para todas las edades, cuya protagonista una pequeña elefanta que crece y madura a base de retos, algunos difíciles de superar, estoy en ese momento de las dudas de todo parto con incertidumbre, miedo y esperanza de que llegue a todas la personas que les caiga en las manos y les acaricie el alma y les haga algún regalo para su sentipensar. Ese es el objetivo de la escritura: sale de mí pero se completa en cada persona que lo lee. En palabras de Luis García Montero «lo que se escribe va del yo al nosotras/os”.
Esta reflexión me surge hoy “Día de las escritoras”, esperando que algún día no muy lejano, esta fecha sobre en el calendario, pero para eso, por desgracia y aunque parezca mentira, queda mucho. Cuando comencé a devorar los libros “serios” que leían las personas mayores, en mi precoz adolescencia, cuando me tocó madurar antes de tiempo y las lecturas ayudaban, una de las cosas que echaba en falta eran autoras que hablasen de las cosas que me ocupaban y preocupaban, que me dieran alguna respuesta a mis dudas y que me hiciesen preguntas que me interpelasen directamente. No era tan fácil, sobretodo en poesía. Leí a Bécquer, Machado, Lorca, Alberti, Miguel Hernández, Gerardo Diego… En mis libros de literatura venían poemas de Espronceda, Jorge Manrique…
Pero tardé en encontrar a Rosalía de Castro, Alfonsina Storni, Gabriela Mistral,
Rosario Acuña, Ángela Figuera, Sor Juana Inés… Tuve que aprender a meterme en
cuevas sin luz y aguzar bien la vista para empezar a vislumbrarlas. ¡Cuánto les debo a
todas las poetas que he leído!
Hoy, las mujeres somos mayorías en máster de escritura y facultades de filología,
se publican anualmente muchos libros escritos por autoras. Y sin embargo, las grandes
editoriales, los premios reconocidos, incluso los escaparates de las librerías, siguen
presentando una nómina mucho más amplia de autores.
¿Es que escribimos peor o es que el “canon” sigue siendo masculino?.
Aquí dejo la pregunta, sin evitar esta frase sacada de mi libro “Mujeres de palabras y más” con respecto a la literatura escrita por autoras: “Necesitamos las mujeres contar nuestro propio relato, nuestra experiencia personal que es semejante a las de otras
mujeres y no se ha narrado antes en primera persona. Siempre han hablado por nosotras porque no teníamos la palabra” Y termino: lo que sentimos, pensamos y vivimos las mujeres deben ser temas de interés general porque somos el 50% de la humanidad y formamos parte de la sociedad en igualdad de derechos y libertades que los hombres.
Para terminar, gracias a quienes hoy me felicitan, aunque soy una simple aprendiza de escritora.
Paula Gómez Rosado es escritora y ha publicado varios libros de narrativa y poesía: «Pinceladas de cuentos colores de sueños», «María y las brujas del volcán», «Naturaleza viva sobre fondo violeta», «Mujeres de palabras y más».