LAS FEMINISTAS TENEMOS QUE IR A VOTAR
Por Eloísa Galindo
Si hacemos memoria, el derecho al voto para nosotras las mujeres que pertenecemos al Reino de España se lo debemos a a la lucha de una ciudadana ilustre como fue Clara Campoamor. Ella, junto con otras figuras femeninas también históricas dejaron claro que las mujeres tenemos el mismo derecho que los hombres para hacer público y legítimo nuestros pensamientos a través del voto.
Escucho en estos días cercanos a las elecciones generales del 23J que parte del movimiento feminista disidente del feminismo oficial, representado por el ministerio de Igualdad, propone el voto en blanco.
A mi parecer, se trata de un grave error ya que en los tiempos difíciles que vivimos, las mujeres necesitamos más que nunca alzar la voz, nuestra voz, para no permitir retrocesos en derechos civiles que tanto nos han costado conseguir a lo largo de los últimos años. Unas conquistas logradas gracias al trabajo arduo de mujeres feministas, tanto independientes como de partidos, entre las que cabe destacar entre otras el derecho al aborto de forma segura y con garantías sanitarias.
Las mujeres hemos conseguido vivir nuestros afectos, nuestro amor y nuestra sexualidad de forma libre y abierta. Y elegimos ser madres por decisión propia sin la carga de no cumplir con los cánones que nos impone la sociedad patriarcal. Pero queda mucho por hacer.
Es de suma importancia avanzar y profundizar en la legislación sobre violencia de género, una lacra de nuestro país -y de tantísimos otros- que cada día nos amenaza de muerte a nosotras mismas, a nuestras hijas, nietas, vecinas, hermanas, amigas, etc.
Mantener y mejorar nuestra salud pública es un derecho humano que nos permite vivir la desgracia de la enfermedad de forma segura y en mano de los/las mejores especialistas y profesionales. Ha subido el salario mínimo interprofesional. Constato el ingreso mínimo vital para los más vulnerables, recursos de las administraciones locales para las personas sin hogar, el esfuerzo de las profesionales de lo social y los avances en la normativa de la administración conseguidos en este ámbito.
Son pinceladas que han costado años de lucha a muchísimas mujeres y, entre ellas, a la que suscribe que ha pasado diez años en libertad provisional en este país por luchar por una Ley del aborto que nos proteja a las mujeres justa y legalmente.
Las mujeres tenemos más que suficientes motivos para votar y con nuestra papeleta contribuir a frenar a quienes piensan que la violencia de género es algo intrafamiliar o se niegan a reconocerla.
Como feminista quiero hacer un recordatorio de tantas y tantas mujeres de todo el mundo que lucharon e incluso perdieron la vida por conseguir el derecho al voto. Por ellas también, entre muchas otras razones, las feministas este próximo 23 de julio debemos acudir a las urnas.
Votar es un derecho que nos pertenece por justicia. Ejercerlo es nuestro deber como feministas.
Eloísa Galindo López es feminista y secretaria de la Fundación María Fulmen