Día Internacional Contra La Trata (6):

UN COMBATE POLICIAL PERMANENTE:
.-La última operación policial, fechada el 23 de septiembre, ha permitido liberar a cinco mujeres explotadas sexualmente por una red criminal transnacional dedicada a la trata de seres humanos
.-Las víctimas del entramado adquirían una deuda de hasta 6.000 euros que debían saldar en tres meses ejerciendo la prostitución durante las 24 horas al día, bajo amenazas y coacciones.
.-Hay ocho personas detenidas en Toledo (7) y Madrid (1).

La última operación policial contra la trata tuvo lugar precisamente el día 23 de septiembre, jornada que cvonmemora el Día Internacional de Lucha contra la trata. En la llamada «Operación Maya», la Policía Nacional ha liberado a cinco mujeres explotadas sexualmente por una organización criminal transnacional presuntamente dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, prostitución coactiva, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y contra la salud pública en su modalidad de tráfico de drogas y distribución de medicamentos en las provincias de Toledo y Madrid. La operación ha culminado con la detención de ocho personas en las provincias de Toledo (7) y Madrid (1), incluidos los tres responsables de la organización que han ingresado en prisión provisional. Las víctimas eran captadas mediante el engaño y adquirían con el entramado una deuda que podía alcanzar los 6.000 euros, que debían saldar en tres meses ejerciendo la prostitución en los pisos club de alterne durante las 24 horas al día, donde además vivían intimidadas y sometidas a constantes amenazas.
EN ESPAÑA: Según el (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado), del Ministerio del Interior: En 2024 fueron liberadas 1.794 víctimas de redes de trata y de explotación sexual o laboral, de las cuales 32 eran menores. En ese mismo año se realizaron 419 operaciones, se detuvo a 966 personas y se desarticularon 110 organizaciones o grupos criminales. Del total de víctimas liberadas, se identificó que 513 habían sido captadas por redes criminales organizadas de trata. En explotación sexual con redes organizadas: 256 víctimas liberadas, entre ellas 5 menores.
EN EL MUNDO: Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito: Entre 2020 y 2023 se detectaron globalmente 202.478 víctimas de trata. De esas víctimas detectadas, el 61 % eran mujeres y niñas. También se observa un incremento en los casos de trata infantil, y de trata con fines de trabajo forzoso, sobre todo motivados por crisis económicas, conflictos y los efectos del cambio climático. En un operativo global reciente (Operación Liberterra II coordinada por INTERPOL), llevado a cabo entre 29 de septiembre y 4 de octubre de 2024, en 116 países se rescataron 3.222 víctimas potenciales de trata.

La investigación policial se inició en octubre de 2024 en Melilla cuando una mujer denunció haber sido víctima de trata de seres humanos con fines de explotación sexual. A raíz de esta denuncia, los agentes identificaron a una organización criminal asentada en territorio nacional compuesto por personas latinoamericanas y españolas cuyo modo de vida radicaba en la explotación sexual de mujeres de origen sudamericano que eran captadas en su país de origen, principalmente Colombia y Venezuela.
CAPTACIÓN, TRASLADO Y EXPLOTACIÓN
La red captaba a mujeres extranjeras en situación de vulnerabilidad económica mediante engaño, prometiéndoles un futuro laboral más favorable en España. La organización criminal se hacía cargo de todas las gestiones y documentación necesaria para el viaje, informando a las víctimas que por ello contraerían una deuda que hasta 6.000 euros, la cual debían pagar en tres meses ejerciendo la prostitución. Una vez en España, eran trasladadas a domicilios controlados por la red en la localidad de Torrijos (Toledo) y Madrid, donde eran desprovistas de su documentación y obligadas a ejercer la prostitución para saldar la deuda contraída con la organización criminal.

CONTROL TOTAL, COACCIONES Y DROGAS
La red contaba con mujeres que actuaban como falsas “madres de piso”, encargadas de ejercer un control sobre las víctimas, marcar los horarios, fijar las tarifas y gestionar el cobro de los clientes. Las víctimas tenían que tener disponibilidad de 24 horas al día y la obligación de repartir el 50% de los beneficios. Además, en las zonas comunes del domicilio había ubicadas cámaras de seguridad que grababan todo lo que ocurría en la vivienda, estando las víctimas permanentemente vigiladas. En algunos casos, las víctimas eran conminadas a cambiar de lugares de explotación, siendo aprovechado el momento del traslado por una de las víctimas para escapar de esta red criminal, momento en el que empezó a recibir amenazas tanto desde España como desde su país de origen, para que regresara y abonara el importe de la deuda.
La coordinación de la explotación sexual iba acompañada de una segunda actividad delictiva: la distribución de drogas. En los mismos inmuebles, los clientes podían adquirir cocaína. Todo esto generaba elevados beneficios económicos que eran redistribuidos entre los miembros de la organización criminal.
Mujeres del Sur