LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS MARCAN EL CAMINO
Ese es el lema este año del día internacional contra el tráfico de personas, un grave delito y un atentado intolerable a los derechos humanos. La ONU define así la trata:
«la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.»
Ningún país del mundo está libre de esta lacra que produce una 50.000 víctimas al año, principalmente mujeres en un 46% y niñas en un 19%. El 50 % de las personas que la han sufrido fueron objeto de trata con fines de explotación sexual, y el 38 % fueron explotadas para realizar trabajos forzosos. Una de cada tres víctimas detectadas es un niño, delito que en los últimos 15 años se ha multiplicado por cinco.
La ONU ha puesto en marcha una campaña, Corazón azul, para unificar la lucha social contra este grave atentado contra los derechos humanos.