TERESA DE JESÚS TAMBIÉN QUERÍA SER ARTISTA
Por Jesús Medina
Decía Concha Velasco, “soy guapa, socialista, española y católica practicante”, toda una declaración de intenciones. Hoy, día en que la Iglesia católica celebra la festividad de Inmaculada Concepción, onomástica de esta mujer valiente, comprometida y gran artista la recordamos tras su reciente fallecimiento a los 84 años.
Aquella niña que dijo “Mamá quiero ser artista” lo fue, y tanto que lo fue, nacida en Valladolid en 1939, la gran Conchita Velasco consiguió ser una de las profesionales más respetadas y admiradas de la profesión. Artista polifacética donde las haya, formada en la danza en su juventud, el gran éxito llego a su vida a través del cine, concretamente fue la película ´Las chicas de la Cruz Roja´ la que catapultó su fama convirtiéndola en uno de los rostros más conocidos de nuestro país.
Con más de 80 películas en su haber, y un sinfín de obras de teatros, series y programas de televisión su larga trayectoria la avala como una de las mejores actrices de nuestro país, muy querida por el público. Eterna Chica Yeyé, Concha Velasco demostró su capacidad para comunicar y transmitir en muchas facetas artísticas, desde su papel como presentadora de programas míticos de la televisión como «Sorpresa Sorpresa» hasta la participación en películas de directores como Berlanga, pasando por sus inolvidables actuaciones en teatro, como aquella inolvidable «Hécuba» en el Festival de teatro de Mérida.
La popular «muchachita de Valladolid» fue nominada en dos ocasiones a los Premios Goya, galardón que consiguió finalmente en el año 2013 con el Goya de Honor como reconocimiento a toda su carrera.
Pero si hay un trabajo por el que Concha Velasco será recordada eternamente es por su magnífica interpretación de la Santa Teresa de Jesús en la serie de Televisión Española dirigida por Josefina Molina. Decía Concha que ese fue uno de los trabajos que más le marcaron en su vida, por lo que la Santa significaba para ella: “A mí me sigue impresionando su mensaje. A Santa Teresa la he estudiado tanto, la conozco tanto, que no me importa si es santa o no. Digan lo que digan ella tocaba de pies en el suelo. Cuando salía a las calles a convencer, se ponía las plumas, no le quepa duda. Era la única que única que para trabajar se levantaba el velo y enseñaba la cara. Era una estrella. Ella también dijo ´mamá, quiero ser monja´, que es como decir ´mamá, quiero ser artista´”.
Más allá de su trabajo, Concha Velasco, madre de dos hijos, fue una mujer comprometida a la que nunca le importó posicionarse ni hacer declaraciones sobre sus ideas políticas. Sin duda una mujer adelantada a su tiempo, de esas que abren camino y sirven de referente a otras mujeres, no desde el abanderamiento sino desde los actos.