El 8 de marzo es una fecha ya anclada en el calendario de la lucha feminista
Las mujeres empezamos a celebrar el 8 de marzo, como día reivindicativo, cuando a nivel internacional se tomó conciencia de de la explotación y ausencia de derechos del colectivo femenino obrero tras la Revolución Industral, a mediados del siglo XIX. La fecha se eligió en memoria del centenar de mujeres víctimas de los trágicos sucesos que tuvieron lugar en la fábrica Cotton de Nueva York ese fatídico día de 1857: Las obreras del textil quemadas en el interior de la fábrica en la que trabajaban, la COTTON de Nueva York, por declararse en huelga y pedir subida de sus salarios. El patrón las encerró y prendió fuego a la nave.
Desde entonces las mujeres salen a la calle ese día en manifestaciones diversas, organizan charlas, actos públicos y enarbolan pancartas simbólicas en demanda no sólo de sus legítimos derechos laborales sino de su imperiosa ocupación del lugar social que les corresponde como 50 % de la sociedad.
2018: UN ANTES Y UN DESPUÉS
Un hito importante en la celebración del 8 de marzo tuvo lugar en el año 2018, cuando el movimiento feminista internacional consiguió un respaldo masivo de mujeres de todas las edades y condición a la convocatoria de una huelga que si no consiguió ser general, sí al menos resultó lo suficientemente testimonial para la que la voz de protesta de las mujeres se uniera y expresara en todos los continentes.
En nuestro país, el apoyo de una inmensa mayoría de instituciones públicas y de u n amplio arco de fuerzas políticas permitió la expresión pública de lo que fue un clamor general en las calles y plazas de las ciudades de numerosos países del mundo. Hay un antes y un después del 8 M de 2018.
Sin embargo, con la pandemia de coronavirus en puertas y sin llegar a ser detectada a tiempo por los responsables sanitarios y políticos, las reivindicaciones del 8-M del año 2020 resultaron un gran fiasco mediático y un retroceso para la imagen del feminismo. Las mujeres fueron criminalizadas desde numerosos ámbitos sociopolíticos y culturales, ya que al permitirse las manifestaciones masivas en ciudades como Madrid, sus organizadoras pudieron ser acusadas de ocasionar el principal foco de contagio de un virus tan dañino que ha causado sólo en España casi 80.000 muertes.
Las críticas a la celebración de aquellas manifestaciones, especialmente las de Madrid donde el virus comenzó inmediatamente a hacer estragos en la ciudadanía, todavía hoy lastran a un movimiento feminista que no logra salir de la defensiva y desmontar los argumentos del ataque machista más oportunista de los últimos tiempos.
El 8M de 2021 lo tenemos muy reciente. Aunque se han celebrado numerosas manifestaciones y actos públicos en todo el país menos en la comunidad de Madrid, donde la Delegación del Gobierno secundada por los tribunales los había prohibido, la participación de las mujeres no ha sido masiva. La pandemia sigue causando estragos en su tercera ola y los ánimos de las mujeres, como los de los hombres, están muy decaídos, casi en reposo, en alerta. Hay mucho miedo al contagio, sobre todo ante la falta de una eficaz organización de vacunas que todavía por aquella fecha, llegaban con cuenta gotas.
¿Qué se ha vuelto a criminalizar al Feminismo, como ha machacado por activa y pasiva la ministra de Igualdad, partidaria de celebrar manifestaciones mientras sus colegas del Gobierno las prohibían? Pues sí. Algo de eso hay.
Pero esta vez habrá que analizarlo con más finura y detalle. Caiga quién caiga. Las mujeres no hemos sido capaces de adelantarnos a los acontecimiento y de prever que se nos estaba esperando para, de nuevo, volver a hacer recaer en nosotras y en nuestra actitud reivindicativa, todos los males de la pandemia. Mientras discutíamos si Ley Trans sí o Ley Trans no, sí Ley Zerolo sí o Ley Zerolo no, si tú eres más feminista que yo…perdíamos horas preciosas que nos hubieran permitido programar actos, estrategias y, en definitiva un programa reivindicativo acorde con las normas sanitarias al que no se le hubiese podido tachar una sola línea. Aprendamos de los sucedido para proseguir eficazmente con nuestra lucha: anticipación, organización, estrategia, ordenación, programación y difusión deben dejar de ser las asignaturas pendientes del movimiento feminista.
Mujeres del Sur