MUJERES DIVERSAS & FEMINISMO DIVERSO
Por Amparo Rubiales, Nani Carvajal.. y todas las que lo suscribáis.
Las mujeres vamos en masa a tomar de nuevo las calles este 8 de Marzo de 2024 si las inclemencias del tiempo no lo impiden. Después de las temerosas marchas de años anteriores marcadas por la rémora del cóvid del que nos echaron la culpa, estamos en la senda de la recuperación de aquel espíritu explosivo de 2018 que marcó un antes y un después en la lucha feminista internacional.
Aquel grito unitario no fue un globo sonda porque el feminismo ha venido para quedarse con reivindicaciones claras y contundentes. Este año, como el pasado, el escaparate reivindicativo tiene horario de mañana, tarde y noche y, posiblemente, haya más siglas que manifestaciones porque el feminismo es plural y diverso como la sociedad. Es un movimiento con un objetivo común, la igualdad real, y una expresividad variada. Así lo ha sido siempre.
Los medios de comunicación, tan machistas como sus amos, volverán de nuevo a obsequiarnos con titulares de “división” en nuestra ya histórica lucha porque aparezcamos organizadas en grupos distintos y no todas detrás de una sola pancarta. Sin olvidar que ya es un logro que cubran nuestras protestas públicas y las consideren noticia –algo impensable hace menos de una década- no resistirán de nuevo la tentación de reducir nuestra rebelión pública a la “desunión” dentro del movimiento y, qué más quisieran, a profundos «enfrentamientos» entre las feministas.
Confundir la diversidad de una movimiento de ideología tan amplia como el feminista, con la falta de sororidad entre las mujeres, poniendo como ejemplo que no se utilizan en todas las manifestaciones los mismos lemas, es no haber entendido nada de lo que significa la alternativa feminista en la práctica social, política, cultural, económica, logística, etc. El feminismo es DIVERSO, GRANDE Y LIBRE, con tantos matices como mujeres lo integramos y tantas corrientes como queramos establecer.
Y como LIBRE en el sentido feminista que no machista del término, es decir, no borreguil ni jerárquico en torno a ningún líder ni lideresa, el ideario feminista se considera per se, abierto al debate, al análisis, a la confrontación, a la vez que integrador de las reivindicaciones, opiniones y sentimientos de todas y cada una de las mujeres.
Guste o no a los que nos juzgan con la lente rápida, fácil y cómoda de los medios, en las diferentes marchas callejeras las feministas alzamos una sola voz aunque no digamos lo mismo: estamos juntas y con las mujeres, incluso con las que no son feministas.
Nos preguntamos si esto se entenderá alguna vez y cuántos años de explicaciones nos quedan todavía. Señor, danos paciencia: urge la pedagogía del asunto porque la confusión es, además de una falsedad, lesiva para nuestra causa. ¡Ellos sí que son contrincantes, opuestos y adversos, qué demonios!
La autodeterminación de género y la reciente Ley trans, o la abolición/ regulación de la prostitución son algunos de los debates, más o menos actuales, que aún no están resueltos dentro del feminismo, lo que entraña diferentes opiniones entre las mujeres pero no una división. Estamos ante puntos de vista que, lógicamente, se pueden expresar como se quiera, en convocatorias públicas o privadas y, por supuesto, en las distintas manifestaciones. Esta expresividad variada, que no es nueva, puede incluso considerarse ya como tradicional o connatural en ciertos feminismos locales, como por ejemplo el de Sevilla, donde cada 8M salvo en raras ocasiones y desde hace décadas, las mujeres han contado siempre con más de una manifestación. Y es que el feminismo es transparente y no acalla ninguna voz salvo la del machismo, aunque sigan sin enterarse.
La lucha contra la violencia de género, el reclamo de una sociedad igualitaria en derechos y oportunidades, la paz, el fin de las guerras y del genocidio palestino se oirán hoy al unísono en los cantos, pancartas y carteles reivindicativos de las miles de manifestaciones que celebran este 8 de Marzo en todo el país. Así es el Feminismo, simple y llanamente, para quien lo quiera entender.