EL SOLSTICIO DE INVIERNO

Por Paula Gómez Rosado

No me importan las fiestas
ni atiendo el calendario
pero sí me interesa ese entorno afectivo
que envuelve mis inviernos y busco ser un nudo
más que forma la red resistente a olas bravas.
Por eso cuando llega
cada año sin retraso
el solsticio en diciembre y en las casas celebran
el día del nacimiento como fiesta de vida
tras rogar a la tierra que para suficiente
para que toda mesa pueda llenar sus platos
y se sacien las bocas de todos los vivientes
en nombre del amor
en nombre de la paz
felicito a la gente que acompaña mis días
ofrezco mi energía y tomo mi entusiasmo
para construir futuros que abriguen esperanza
y en mi almacén rebusco las semillas guardadas
para elegir aquellas que este año sembraré
en mi huerto privado entre sueño y proyectos
entre certezas reales y utopías futuras
para cosechar frutos que alimenten mis días
de esperanzas fundadas y motivación firme.

Paula Gómez Rosado es escritora y feminista