NO TUVE UN REY MAGO
Por Paula Gómez Rosado
De niña nunca tuve un rey mago la noche
de reyes que trajese algún bonito regalo
ni ese príncipe azul que me amase hasta salvarme
de todos los peligros que acechaban mi infancia.
Pero tuve una bruja sabia siempre a mi lado
que me proporcionaba cuidados amorosos
y sabía encontrar esa pócima acertada
para todos los males que atacan la niñez
del cuerpo
del espíritu
y sabía sacarse de la nada unas risas
que plantaba en mi cara al despertar el día
y sabía llevarme sin dejar la camilla
a vivir aventuras por lugares remotos.
Esta mi bruja sabia me enseñó a defenderme
para enfrentarme a cuerpo y salir victoriosa
sin látigos
sin armas
y todavía hoy sin arredrarme yo emprendo
cada reto segura de que al fin lograré
superar los obstáculos que obstruyen mi camino
no escuchar los aullidos de lobos que no muerden
pisar con la firmeza de zapatos seguros
en suelos poco estables que toca atravesar
sin resbalar
sin hundirme
mientras le sirvo de apoyo a quien se tambalea
y conservar abierta la puerta de los días
para que entre la brisa fresca con sus regalos.
Por ella siempre aspiro a encontrar por mí misma
aquello que deseo o aún mejor necesito
y si algo se me ofrece de unas manos ajenas
agradezco a la vida por un doble presente:
el regalo sorpresa
el afecto que guarda.
Paula Gómez Rosado es escritora y feminista