Por Paula Gómez Rosado
NECESIDADES
La poeta
Francisca Aguirre
con esa honda mirada
que nos regaló versos
porque necesitaba
un mar donde llorar
sin que se le notase
y tanto nos conmueven,
porque su triste infancia
siempre tuvo de fondo
aunque ella era alegría.
Me viene este poema
a menudo al recuerdo
y sigue acariciando
mi alma su fortaleza
pero mis prioridades
enterrado el pañuelo
de lágrimas antiguas
resultan más prosaicas.
Tristemente ha cambiado
lo que el cuerpo me exige
porque yo
ahora
lo que demando a veces
con urgencia es un baño
y mientras a mi oído
llega ese gorgoteo
de la orina que cae
en el agua del fondo
más serena
más lúcida
mi pensamiento acciona
toda su maquinaria
y repaso
una a una
las destrezas perdidas
sin poder encontrarlas
aunque me propusiese
desandar el camino
porque la vida es
como una vía estrecha
con la dirección única
y prohibido aparcar.
Por eso
condenadas
a seguir adelante
las personas dejamos
vida mientras se avanza
hasta que no nos queda
ni aire por respirar.
No obstante
a pesar
del claro deterioro
en mi recuerdo me surgen
los mejores paisajes
de todo el recorrido
porque los disfruté
y en cada paso avisto
todavía bien clara
una escena a guardar
como nueva reliquia
de la comedia humana.
Paula Gómez Rosado es escritora y feminista.