LA DIFICULTAD DE ACABAR CON EL OFICIO MÁS ANTIGUO DEL MUNDO
- El proyecto de Ley para abolir la prostitución, de nuevo en las Cortes, debería aprobarse esta legislatura ya que no pudo ser durante la anterior.
- La propuesta contempla penas de hasta 6 años de cárcel para proxenetas y de 4 años para quienes proporcionen locales donde se ejerza la prostitución.
Por Carmen Larios
Tres de cada diez hombres afirman haber pagado por sexo en su vida según el CIS, y 3.000.000 millones de euros al mes es la cifra que, según el INE, mueve la prostitución en nuestro país. Algo a lo que hay que añadir el aumento del consumo de pornografía desde edades muy jóvenes que permite seguir aumentando sus ingresos a las páginas webs dedicadas a «normalizar» la venta del cuerpo especialmente de las mujeres. De hecho, los últimos estudios indican que son más de 45.000 mujeres las que se encuentran en situación de prostitución, o lo que es lo mismo, las que son víctimas del machismo sexual.
La proposición de Ley fue llevada de nuevo al Congreso el pasado mes de marzo por el Grupo Socialista que ya registró en mayo de 2022 otra propuesta similar ley para abolir el proxenetismo en todas sus formas. La iniciativa legal inició su tramitación entonces con el apoyo del PP y la abstención de Vox, PNV y EH Bildu, pero el adelanto electoral del 23-J hizo que la propuesta decayera cuando aún estaba siendo estudiada en la Comisión de Justicia. El PSOE no descarta de nuevo consensuar con el Partido Popular la poposición de Ley, además de sentarse a hablar con Sumar y el resto de las formaciones pero el portavoz de la coalición de izquierdas asegura no haber sido informado.
MODELO NÓRDICO
La Proposición de ley orgánica por la que se modificará el Código Penal para prohibir el proxenetismo en todas sus formas y se basa en el llamado «Modelo nórdico» de legislación relativo a la prostitución. Una forma de criminalizar a clientes y proxenetas y no a la persona que es prostituida. Este modelo ya ha sido implementado en otros países como Noruega, Finlandia, Francia y Reino Unido.
En cuanto a las penas y castigos que se impondrán a los proxenetas cuando la ley se apruebe, serán de tres a seis años de prisión a quienes promuevan la prostitución de cualquier persona, empleando violencia o intimidación. Por otra parte, también serán sancionadas con cárcel de dos a cuatro años, aquellas personas que ofrezcan un local o domicilio para que la prostitución pueda llevarse a cabo, a cambio de beneficios.
Hasta ahora, las exigencias feministas para poner freno al «oficio más antiguo del mundo» de explotación de la mujer no ha sido unánime. Hay sectores como la Plataforma Estatal de Organizaciones de Mujeres por la Abolición de la Prostitución (PAP), que califican de poco tajante el proyecto y han propuesto como como alternativa un proyecto de Ley Orgánica Abolicionista del Sistema Prostitucional con multas y penas más fuertes y que proteja a las mujeres prostituidas y supervivientes de la prostitución. Otro sector del feminismo apuesta por la regularización de la actividad al considerar que no todas las mujeres ejercen la prostitución por obligación.
El debate está en la calle y también ha llegado a la Universidad como por ejemplo, la de Almería, donde en las últimas semanas se han celebrado varios actos en los que han intervenido mujeres que ejercen la prostitución junto a analistas del tema. Algunos colectivos feministas y del alumnado han protestado alegando que tales encuentros servían para «normalizar» la esclavitud sexual de las mujeres y las prácticas contrarias a la libertad y dignidad de las personas.
En este estado de opinión la proposición de Ley se dispone a cumplir los trámites previstos para su futura aprobación. La polémica «abolición sí & regulación» está siendo también estudiada por penalistas con experiencia que inciden en la necesidad de precisar bien los conceptos y el objetivo de la futura Ley, pues la prostitución como actividad está sujeta a muchas interpretaciones y las mujeres no deben convertirse además en víctimas de la imprecisión legal.