MANZANILLAS Y GORDALES, DOCUMENTAL SOBRE LA HISTORIA DE LAS TRABAJADORAS DE LA ACEITUNA Y SU LUCHA POR LA IGUALDAD
Por Isabel Rodríguez
“Unos buenos derechos laborales y un reconocimiento profesional” son algunas de las principales aspiraciones de las aceituneras de la antigua fábrica TEPESA, tal y como lo manifiestan en el documental Manzanillas y gordales: Una historia de aceituneras recientemente presentado por la Asociación Cultural Mujeres de Bellavista.
Un documental plagado de testimonios de denuncia hacia una época en la que la precariedad laboral o la desestimación del trabajo manufacturero estaban en boga. Las historias personales de las aceituneras, protagonistas del documental, sirvieron para reforzar las declaraciones, rebosantes de un sentimentalismo crudo que se manifestó a lo largo de todo el acto. Desde el nomadismo de muchas familias –obligadas a trasladarse a otras ciudades para encontrar unas mejores condiciones de trabajo– hasta que llegaron las inspecciones laborales, que hicieron prosperar tímidamente algunas de las circunstancias profesionales para muchas de las empleadas. Rosa María Muñoz, historiadora, relata cómo “muchas personas y familias se vinieron a vivir a Bellavista precisamente porque había trabajo para toda la familia, sobre todo para la mujer”.
Así, el sector de la aceituna fue adquiriendo progresivamente una mayor importancia conforme Bellavista aumentaba de tamaño. Mientras que, en un principio, el barrio se sumía en la pobreza –“no había cuarto de baño ni agua corriente en las casas”, como comentaba Ana Conejo, botera, en el vídeo–, la llegada de la aceituna a Sevilla trajo consigo la creación de numerosos puestos de trabajo.
Las manzanillas y las gordales pasaron a ser dos de las tipologías más famosas dentro del sector, al igual que en Estados Unidos, Rusia o Reino Unido. Para ello, las trabajadoras de TEPESA aprendieron progresivamente tareas y actividades que ayudaban a ensalzar notablemente la exportación y naturaleza de las aceitunas. Trabajos como el deshuese, el relleno –y la horneada, por ejemplo, del pimiento– o el clasificado eran realizados por miles de mujeres en las enormes plantas de la fábrica.
La Asociación Cultural Mujeres de Bellavista contribuye a visibilizar la trascendencia del trabajo femenino, que todavía existe una cuestión de género denunciable y la igualdad de oportunidades. La Real Venta de Antequera de Sevilla acogió el pasado 15 de marzo a las 18 horas la presentación de este Proyecto de Investigación, una colaboración entre la Asociación y el Área de Igualdad del Ayuntamiento de Sevilla. |
El acto –y el documental en sí mismo– fue la oportunidad perfecta para mover la reivindicación de estas mujeres hacia determinados asuntos como “los derechos laborales y de género en el lugar de trabajo, la resistencia de las mujeres y la lucha por la justicia y la igualdad”. La sororidad también tuvo su lugar cuando estas mujeres tuvieron que apoyarse mutuamente durante unos tiempos de machismo feroz y patriarcado acérrimo.