SE NOS FUE LA POETA LIBRE, DE ALMA DESNUDA Y MIRADA SOCIAL
«Siempre se consideró feminista, lo demostró con su sentido de la libertad y múltiples poemas en los que las mujeres eran protagonistas»
Por Paula Gómez Rosado
Duele la muerte de una referente con un dolor íntimo de duelo, aunque no hayamos llegado siquiera a conocer a esa persona cuya obra, experiencia o vida nos llegó y nos sirvió de modelo en algún momento. Duele como una muerte cercana porque nos quedamos un poco más huérfanas, un poco más solas. En ese sentido me entristece la muerte de Julia Uceda, la poeta sevillana más importante del siglo XX y lo que va del XXI, nacida en nuestra ciudad en la década de los veinte y que ha muerto cuando rozaba el siglo de existencia. Por eso no queda más que agradecer su larga estancia por este extraño valle montañoso de risas y de penas y valorar su obra.
Empiezo por agradecer su valentía y decisión de ir a la universidad de Sevilla y doctorarse y comenzar a dar clases en su misma facultad en aquella grisura de una dictadura en plena efervescencia que ordenaba a las mujeres quedarse en casa a parir hijos y cuidar/esperar al marido.
Y cuando ese ambiente espeso y tóxico la asfixiaba tener la valentía de marcharse en busca de horizontes más amplios y aires más respirables: «Un día compré »Por quién doblan las campanas” en una trastienda de Sevilla como si fuera droga. Esto no se podía aguantar.»(1)
No la exiliaron, pero la echaron de manera indirecta y siguió fuera hasta que acabó la dictadura y volvió junto a su ya marido, el médico sevillano Rafael Gómez Palacios para instalarse definitivamente en Galicia y volver a Sevilla solo de visita:
«Mi principal preocupación era la sociedad en la que vivíamos. Una mujer en la
universidad no era tan frecuente aunque he de decir que yo siempre fui aceptada y
nunca tuve un problema serio. Pero yo buscaba algo que no sabia exactamente que
es lo que era. No me gustaba Sevilla y no me gustaba la sociedad que veía aunque
no tenia ideas muy claras al respecto ni sobre mi ni sobre lo que debía de hacer.» (2)
Y de su estancia en Estados Unidos y después en Irlanda, volvió con toda la riqueza de lo aprendido y de lo vivido, alejada ya de la poesía de la generación de los 50 cuando formó grupo con Manuel Mantero y María de los Reyes Fuentes en Sevilla. En Estados Unidos pudo dedicarse a lo que iba buscando: estudiar la poesía de Ramón J. Sénder y entra en contacto con una intelectualidad más libre y, por tanto, más rica en conocimientos.
La poeta que se instaló en Ferrol (Coruña) había encontrado una voz propia, personal y profunda demostrada ya en su libro “Poemas de Cherry Lane” publicado durante su estancia en Michigan.
En esa poesía personal más interiorizada, no deja de ser ella, de partir de la realidad cruda sin paliativos y hacer crítica social porque es una mujer comprometida con su tiempo que piensa que todo lo que ocurre nos afecta y como ella misma dice:
«Quien no se ha sentido zarandeado por lo de Casas Viejas? .Quien se puede mantener impasible al ver correr a una niña quemada a pesar de la dureza de las cosas o de los acontecimientos? Los hechos no hay que dulcificarlos, sino objetivarlos. A mi edad, sigo siendo muy critica con todo. Ademas tengo la libertad que me dan los años, la experiencia y la trayectoria seguida para no callarme nada y para poder decir lo que quiera sin miedo a nada…» (3)
Pero hay ahora un cuestionar y cuestionarse para dar lugar a una poesía más filosófica, más profunda, incluso cercana a lo espiritual, siempre partiendo de la realidad que observa.
Como estos versos sacados del libro «Poemas de Sherry Lane«:
(…)
Cada ser, en su noche,
ilumina la piedra con sus ojos,
despierta con su voz lo cotidiano:
el tacto existe porque se acaricia.
Si no, yace dormido. Todos somos
lo que somos; también lo que nos sueñan.
El verdadero ser nos lo imaginan.
(…)
Siempre se consideró feminista, lo demostró con su sentido de la libertad y múltiples poemas en los que las mujeres eran protagonistas como estos maravillosos versos dedicados a Edith Piaf del libro “Sin mucha esperanza”:
Te han condenado.
Una oración,
como limosna insuficiente,
ha caído
sobre la tapa de tu féretro.
Te han condenado, Edith,
por no querer ser
la excepción que confirma
la regla. Porque
querías,
tú, gorrión
de la calle, ser
la regla. Porque
intentabas salirte de la calle.
(…)
Sin embargo era muy crítica con el adjetivo de feminista a la poesía por lo que tenía de desigualdad, de diferenciar. Quería que la valoraran porque su poesía gustara o no, no por el hecho de ser mujer.
Tardaron los reconocimientos, pero llegaron. Fue la primera mujer en recibir el Premio Nacional de Poesía (2003) en su segunda época (a partir del 77), después de que Carmen Conde lo obtuviera en 1967. También recibió el Premio Nacional de la Crítica, el Premio Adonáis, el Premio Federico García Lorca y el Premio Andaluz de las Letras Luis de Góngora y Argote. Recibió igualmente la Medalla de Oro al mérito de las Bellas Artes, fue miembro de la Academia de las Buenas Letras de Sevilla y en 2017 fue designada autora del año por la Junta de Andalucía y se le organizó una exposición.
Ha muerto una sevillana que sin perder su acento ni olvidar su origen encontró su lugar en el mundo en una tierra muy distinta a ésta como es Galicia después de buscar y descubrir espacios de libertad que la construyeron como una de las grandes poetas en español de todos los tiempos.
Y termino para despedirla con unos versos del que muchos consideran uno de los mejores poemarios del siglo: “Poemas de Cherry Lane”:
Lo hermoso ha muerto.
O duerme. Mariposas
heladas -no: sus alas van cubriendo
los céspedes dormidos. Sé que un día -yo no estaré- vendrá otra primavera.
Paula Gómez Rosado es profesora, escritora y feminista.
(1y 2) Entrevista en El País en 2004
(3) Julia Uceda, una poeta en constante búsqueda
BIBLIOGRAFÍA:
“Mujeres de palabras y más” Paula Gómez Rosado, Editorial Hilo de Emociones, 2021
“En el viento hacia el mar” Julia Uceda, Editado por Vandalia (2002)
ARTÍCULOS
“Julia Uceda, la libertad está dentro” Daniel J. Rodríguez editado por Senda Libro
“Julia Uceda, una poeta en constante búsqueda” Blas Sánchez Dueñas. Edita Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
«Tal y como está el mundo, la poesía es una actitud ética», entrevista a Julia Uceda de Miguel Mora, publicada en la Sección Cultural de El País 29/01/2004).