EN SEVILLA NO TE OLVIDAMOS
Por Sara Lagos
Las comunicaciones oficiales dicen que has muerto pero no, te han asesinado. Estabas en el control de cámaras de la base Nahal Oz, cerca de la frontera de Gaza, precisamente cuando los terroristas de Hamás decidieron atacar violentamente los enclaves israelíes próximos y sembrar de bombas las ciudades más cercanas. En ese rincón estratégico tenías encomendado vigilar las pantallas y alertar de posibles movimientos terroristas pero la sorpresa fue tan cruel, el asalto resultó tan feroz, que cuando los viste infiltrarse ya estabas capturada y en manos de los violentos. Horas insufribles en las que sólo atinaste a ponerle a tu madre el último mensaje de tu vida: «Estoy bien y a salvo». Ella no te creyó pero albergó la esperanza de volver a verte con vida.
Has sido nuestra víctima más cercana de esa barbarie que nos muestra la tele y que envuelve desde hace cuatro días los territorios de aquel oriente próximo que por aquí nos suenan en el mejor de los casos a Navidad y en los peores a holocausto, intifada, ocupación y terror.
Los carniceros de Hamás, el brazo armado palestino que se declara yihadista, nacionalista e islamista, te han asesinado con la misma atrocidad que lo han hecho con las cientos de personas que encontraron a su paso a la hora de perpetrar su deliberado ataque en la frontera israelita sin distingos de edad, sexo, condición y, lo que es peor, generando una respuesta aún más mortífera por la parte judía. Es la réplica al «peor ataque sufrido en su historia«, aseguran.
Por aquí por Sevilla, tus padres contaban los días para tu vuelta. Sabían de ti a diario a través del móvil y te seguían por las redes igual que tus amistades. Pero el fanatismo y la peor suerte han querido que los últimos momentos de tus primeros 19 años se hayan visto atrapados por la atrocidad más fanática. Nada justifica tu muerte, ni siquiera tu uniforme de aprendiz de militar a la fuerza por tu doble nacionalidad al ser tu madre israelí, como tampoco la matanza de las miles de personas, en su mayoría civiles, que ya se cuentan entre las víctimas de esta nueva masacre que llaman intifada, ofensiva o simplemente guerra, el enfrentamiento más desproporcionado y dañino que pueda imaginarse entre contendientes como Hamás o Israel.
Los nuestros dicen que van a investigar las circunstancias de tu asesinato y se apresuran en condenarlo. El Gobierno, en un escueto comunicado afirma que “reitera su más enérgica condena del ataque terrorista de Hamas a Israel y expresa su más profundo pesar y todas sus condolencias a la familia y allegados por la muerte de Maya Villalobo Sinvany”. Lo único cierto es que sólo han sido 19 los años que tus padres, familiares y amistades han podido disfrutar de ti en tu añorada Sevilla. Todo lo demás es, efectivamente, condenable.