– La actriz malagueña está nominada a los premios Max por su último trabajo, “Mujer en cinta de correr sobre fondo negro”.
– En su última propuesta escénica reivindica la importancia del papel de los barrios en el desarrollo de la ciudad.
Por Cristina Fernández.
Supo que quería dedicarse al arte mientras veía una obra de teatro de la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga. Cuando su corazón se encogió, Alexandra García comprendió que el teatro era lo suyo y que le dedicaría su vida.
Actualmente, su línea de trabajo se acerca al teatro postdramático y participativo. Compagina sus trabajos en los escenarios con la programación del Contenedor Cultural de la Universidad de Málaga y en los últimos años ha estado de gira con “No se registran conversaciones de interés” de Roger Bernat.
Una de sus obras más curiosas y aplaudidas ha sido “Chaquetera», un espectáculo donde el espectador elige al personaje para que ella lo interprete y que se estrenó en el Festival de Teatro de Málaga en 2018. Una propuesta escénica completamente distinta a «Oú», una pieza de teatro documental que aborda las manifestaciones del 4 de diciembre de 1977, donde los andaluces y andaluzas salieron a la calle a reclamar la autonomía.
TRES NOMINACIONES A LOS MAX
Hoy, su obra “Mujer en cinta de correr sobre fondo negro”, acapara tres nominaciones a los prestigiosos Premios Max: Mejor espectáculo revelación, Mejor autoría revelación y Mejor actriz.
La malagueña protagoniza una radiografía del barrio humilde y reflexiona sobre la súper producción textil, el capitalismo, el entretenimiento, la cultura, los idiomas, el mote y el sector servicios.
Ella escribe, dirige e interpreta esta obra y lo hace con la ayuda de su alter ego merdellón (palabra que en Málaga se utiliza para describir a una persona ordinaria y hortera) para repasar ante el público su vida y descubrirle lo que la ha llevado a ser como es.
Alessandra García revive sobre el escenario sus primeros años de vida en El Bulto, su barrio de la infancia. Ella mejor que nadie sabe lo que significa y lo que te pueden enseñar sobre la vida un barrio y sus vecinos:
A.G:-“En el barrio – asegura la actriz– aprendes humildad, el barrio es como una pequeña familia donde todo se comparte. Tu vecino es el que te sube la camiseta que se te cayó a su patio mientras tendías la ropa, o quien te presta sal para terminar de aliñar tu ensalada.”
“Sin embargo, la sinergia que se produce en estos barrios parece no existir fuera de ellos, lamenta Alessandra García. La identidad que se forja allí es esencial en el desarrollo de una persona, pero cuando sales al mundo, cuando dejas a tu gente en esos edificios donde aprendiste a andar y dijiste tus primeras palabras, parece que asusta pronunciar la palabra pobre. Eso, sin mencionar la poca importancia que los políticos le dan a la cultura…es una pena. Porque una ciudad donde la cultura no es una de las principales prioridades, está condenada a pasar desapercibida. Casos de pérdida de barrios por la especulación urbanística, como el de El Perchel, en Málaga, por ejemplo, hacen que nos replanteemos muchas cosas. Una ciudad sin identidad, al final es una ciudad vacía y monótona”.
Barrio de El Bulto, Málaga, antes de ser trasnformado en zona residencial a principios del siglo XXI
En “Mujer en cinta de correr sobre fondo negro”, Alessandra reivindica sobre las tablas el poderío de los barrios y nos muestra su singularidad, en un intento por evitar su desaparición. Para ella, los motes son parte de la idiosincrasia de los vecinos de un barrio y, sin embargo, es algo que no se conserva en las grandes ciudades. “El mote por el que se te conoce a ti y a tu familia en el barrio es muy importante. Es algo de lo que los vecinos se sienten orgullosos… ser el hijo o la nieta de es algo increíble», señala la malagueña.
Alessandra García se siente muy afortunada con sus tres nominaciones. “En todos los premios debe haber representación de los artistas independientes y tener la suerte de ser yo esa representante, es increíble”. Los XXV Premios Max se entregarán el próximo 6 de junio en el Teatro Principal de Maó (Menorca).