EL ANDALUCISMO HA CONTADO SIEMPRE CON MUJERES MUY VALIOSAS, PIONERAS EN LA LUCHA POLÍTICA.
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Por Nani Carvajal
.-La histórica dirigente andalucista considera que el feminismo pasa por un momento crítico ques exige a las mujeres ir de la mano.
.-Piensa que el andalucismo es «ineludible para el desarrollo de nuestra tierra, pero en este momento debe parar y tomar oxígeno«.
.-El 28F debe ser una fecha de reivindicación para Andalucía, no de autocomplacencia, dice.
En plena esfervescencia de la fiesta autonómica andaluza no hay nada tan saludable como refrescar la conciencia de la mano de una de las figuras más fiables del andalucismo: Ana Isable Arillo Ramírez (Sevilla, 1942). Una mujer profundamente convencida del ideario andaluz y nada sospechosa de escorarse hacia el protagonismo mediático o la rentabilidad política: «He tenido siempre clara la necesidad de un andalucismo político y cultural que vaya tirando de esta tierra para adelante», dice.
M.S.: -¿Qué siente cada vez que celebramos el 28F?
A.A.: -«Me da mucha alegría y lo celebro porque es una fecha simbólica que responde a un momento muy concreto de la historia de Andalucía. Pero creo que no debe ser de autosatisfacción sino reivindicativo porque en Andalucía queda mucho por hacer. Eso no podemos olvidarlo.»
Además de «andalucista y ciudadana del mundo», Ana Arillo asegura que nada de lo humano le es ajeno. Se interesa por el arte, la musica, la lectura y la vida. También lucha por la igualdad:
A.A.: –«Las mujeres en el partido Andalucista han estado vivas desde el primer momento. No se puede entender la actividad de ningún partido político sin las mujeres. Antes, cuando no teníamos protagonismo, estaban detrás: era enorme la cantidad de mujeres que hacían posible que sus maridos, los hombres, pudieran estar viajando, buscando militancia, cumpliendo con las actividades políticas… había alguien que se quedaba en casa cuidando de los niños, alguien que aguantaba lo que hiciera falta hasta que ellos llegaban a las tantas después de recorrer los pueblos. Cuando conseguimos introducirnos en la militancia y ocupar nuestros propios cargos orgánicos, nuestra presencia ha sido siempre notoria».
Recuerda Ana Arillo cómo las mujeres han ido ocupando parcelas tanto prgánicas como institucionales y menciona a dos mujeres muy valiosas de su partido, pioneras en las alcaldías y Ayuntamientos, como Maria Luz Méndez, primera y úncia alcaldesa de Écija hasta la fecha, o Blanca Candón, regidora durante doce años del municipio onubense de Cortelazor. Sin olvidar a Enriqueta Vila, Teresa Garrido, Mar Calderón, Pilar González, Pilar Távora y otras muchas que han desempeñado importantes responsablidades políticas.
A.A.: –«El protagonismo de las mujeres en los partidos ha ido en paralelo a lo que sucedía en la sociedad. En el andalucista hemos tenido muchos vaivenes según la fuerza que llevásemos a canda congreso. Unas veces conseguíamos la Secretaría de la Mujer otras veces no… pero llegó un momento en el que nuestro peso estaba ahí: las mujeres en el PA hemos trabajado mucho y muy bien en la línea del feminismo dentro del partido.»
M.S.: -Y hablando de feminismo ¿Cómo ve la situación actual?
A.A.: –«A mí me parece que estamos en un momento delicado porque, por alguna razón, se está buscando que nos enfrentemos mujeres de un punto de vista y de otro, y eso es negativo. La unión hace la fuerza y si queremos tirar para adelante de algo tan complicado como es conseguir que la sociedad patriarcal se vaya convirtiendo en una sociedad más igualitaria, o lo hacemos todas unidas yendo de la mano o no vamos a llegar a ningún lado. Lógicamente el mundo evoluciona, las ideas evolucionan, la sociedad evoluciona con mucha rapidez y hay numerosas y variadas formas de enfocar los temas. La gente joven los ve de una manera y además, en sus análisis, les influyen otros asuntos y por otro lado está toda una línea de pensamiento que es la que viene empujando el carro de las mujeres desde hace muchos años. Estamos en un impasse, un momento crítico, que nos obliga a ser más sensibles, más generosas e inteligentes para no dejar que nuestra lucha se vaya al garete porque no seamos capaces de ponernos de acuerdo.»
PAZ, ESPERANZA Y UN GALLEGO ANDALUCISTA
Ana Arillo tiene dos hijas cuyos nombre figuran en la primera estrofa del himno de Andalucía: Paz y Esperanza. «Feministas acérrimas», dice, como José Antonio, su marido, un gallego de Ourense al que conoció en Madrid y que convirtió al andalucismo. «Fíjate que acaba de decirme que este año, el 8 de Marzo, irá a la manifestación de Alcalá de Guadaira porque es la única unitaria, no tenía ni idea», me confiesa.
Arillo es una experimentada andalucista, que ha conocido desde dentro los vaivenes de un partido de rocambolesco equilibrio entre el abismo y la gloria y viceversa. Ahora preside la «Fundación Alejandro Rojas-Marcos», también conocida como «Fundación Alhambra», creada por el líder andalucista en 1982. Antes de encabezar el patronato de dicha institución fue concejala en el Ayuntamiento de Sevilla durante los años 91 al 95 y posteriormente se encargó de la administración del grupo municipal andalucista. Una militancia de más de cuarenta años que le permite valorar sin tapujos la línea andalucista que parece haber adoptado el PP de Juanma Moreno en la Junta:
A.A.: –«Ahora mismo el PP está gobernando con mayoría absoluta en Andalucía. Cuando se tiene un poder que te permite hacer determinadas cosas, ante determinadas propuestas como las andalucistas hay dos opciones: o las rechazas como ha estado sucediendo durante muchos años con otros gobiernos, o las asumes y aceptas. El PP está haciendo lo que cree que le interesa. Me parece que el presidente ha sido inteligente y ha captado las posibilidades del andalucismo».
M.S.: -¿Habría que volver a refundar el PA, tiene futuro?
A.A.: –«De momento no cabe la refundación pero el andalucismo es ineludible. Yo creo que tiene que haber un partido andalucista para impulsar el desarrollo de nuestra tierra. Eso lo he tenido claro continuamente, aunque en este momento quienes hemos estado en activo en sus anteriores etapas debemos darnos y dar al andalucismo un impasse. Es momento de tomar oxígeno, de analizar ideas y de estudiar si se pueden o no consolidar».
Lo que hay que hacer por el andalucismo y por Andalucía lo tiene muy presente en su memoria y en su tarea diaria Ana Arillo, una mujer fiel no ya a una ideología sino a un sentimiento político desde hace décadas, antes incluso de la existencia de ahora extinto PA. Fueron difíciles aquellos primeros años en Dictadura, con travesías del desierto que se compensaron en parte cuando en las primera elecciones democráticas del 79 consigue el entonces PSA cinco escaños en el congreso y , en las municipales, algunas de las alcaldías más importantes de la comunidad: Sevilla, Jerez, o Ronda entre otras. Siete años después (1996) gobernarían en coalición con el PSOE en la Junta de Andalucía y en el 99 rozarían el cielo con el mejor resultado de su historia: el PA se conviertió en la quinta fuerza política de España. Pero en 2008 volvió el declive, de nuevo el desierto… y hasta hoy. Ana Arillo no se ha perdió ningún episodio, siempre ha estado ahí.
MS.: -¿En qué andalucismo o en qué tipo de partido está pensando?
A.A.: –«En el de siempre. El partido Andalucista ha sido nacionalista no separatista y de centro izquierda desde el principio de su existencia hasta su terminación, permitiendo que dentro de sus propias filas haya personas que, desde el centro, se hayan escorado más hacia la derecha o hacia la izquierda. Si miras lo que sucede en otras tierras te das cuenta de la necesidad de un partido así para que la nuestra salga adelante»
Si Blas Infante levantara la cabeza no dudaría en otorgarle tal día como hoy, un 28 de febrero, la medalla más andaluza a esta veterana militante, comprometida y fiel a los principios blanquiverdes. Pero si el milagro no se produjera, Ana Arillo sabe que siempre podrá recoger el oro morado que humildemente le entrega Mujeres del Sur por su tesón y sus convicciones feministas.