ÉRASE QUE SE ERA…
Por Raquel Domínguez
Mis queridas mujeres del Sur, érase que se era, el cuento que nunca nos quieren
contar alejado de Cenicientas o Bellas que se enamoran de sus captores y que seria
sin duda el comienzo de un fin, de generaciones de niños, niñas y niñes que verían la
igualdad, la diversidad y la inclusión como ahora ven al magnánimo y valiente Príncipe
Azul, el final feliz que siempre se espera, el que “soñamos alcanzar”.
Y dice así: «En un país muy lejano y en un siglo anterior, en una sociedad a la que
llamaron Victoriana, insignia de un Imperio administrador de bienes terrenales de
Dios (según calvinistas), las mujeres empezaron a salir de ese dormitar que el peso
de la historia les suministraba casi sin darse cuenta, poco a poco, sumando gota a
gota situaciones de discriminación, de desigualdad en todos los sentidos, sin pleno
acceso a la educación ni a la política, sin ser dueñas de su propio caminar, pero ya en
proceso de florecer alzando su puño al viento y mirándose en el espejo de aquellas
que ayudaron a que la abolición de la esclavitud fuese una “realidad”.
Tornaron con la fuerza de los vientos en el Manifiesto de Seneca Falls, donde daría
comienzo el Sufragismo y donde Emily Wilding, Emmeline Pankhurt, entre otras
cambiarían el mundo que les vio nacer y crecer. Gestas de la humanidad donde se
pierden vidas, como la de Emilily mismamente, pero donde se forja la leyenda y se
transforman mentes y derechos.
Pero nada de todo lo que consiguieron hubiese sido posible sin todas esas mujeres
anónimas que dejaron su mandil y cogieron piedras, calentaron sus gargantas al grito
de “libertad” y que son las que hicieron la fuerza y las que pueden, podemos,
seguir cambiando definitivamente esta historia.
Pues de dos mujeres de esas, de las que de manera demasiadas veces invisible
cambian las cosas, en este caso el deporte, hablo: de Toñi y de Paqui, una pareja que
han llevado la practica deportiva a mujeres que nunca se pusieron unas zapatillas
para correr y mucho menos para montar en bicicleta.
Toñi @todaunavidacorriendo creo que lo dice todo, con sus más de 50 y tantos años,
nacida en un pueblo arraigado al Rocío y de costumbres y mentalidades machistas,
se hizo un hueco en el mundo del atletismo e incluso en gestión de club, federación
etc., una deportista señalada, estigmatizada, por atreverse a correr y entrenar en
unos tiempos donde aún era algo que provocaba burla, critica, por ser “cosas de
hombres”, pero ella pese a todo y tod@s cruzó la meta, esa que se cruza con
Mayúsculas, la que consigues apostando por lo que eres y amas.
Esa carrera de larga distancia la recorre desde hace un tiempo de la mano de otra
rebelde, Paqui que con su persistencia, tenacidad y constancia ha ido logrando la
visibilidad de las personas con diversidad funcional en las carreras populares,
incluida la salud mental, logrando llevar a un 30 y un 40% de participación femenina
en eventos deportivos, con la formación del club @womanruningevolution. Ahora
más que nunca volcadas en @womanbikeevolutionteam, mujeres amas de casa en
muchos casos, de edades que van desde 30 a más de 60 y apoyando en la medida
que pueden a mujeres deportistas, que tienen sueños por alcanzar.
Un lujo ver a todas ellas, sus ganas y alegría cuando cruzan la meta, alentadas y lideradas por estas dos Grandes Mujeres y su Pasión por el Deporte y el Empoderamiento
Femenino en todos los sentidos, así que mis queridas Mujeres del Sur, colorín
colorado este cuento no se ha acabado…seguimos, sigamos.
Raquel Domínguez es paratriatleta campeona del mundo, actriz de doblaje y cooperante internacional.