Por Raquel Domínguez
“CITIUS, ALTIUS, FORTIUS”, OLIMPISMO EN FEMENINO.
Mis querida Mujeres del Sur, han concluido los juegos en la ciudad de la Luz y cómo no puede ser de otra manera, siguen siendo la muestra de lo que la sociedad sigue reproduciendo, lagunas llenas de desigualdad entre deportistas masculinos y femeninas, al igual que la en vida cotidiana, realidades que aun así siguen demostrando que las mujeres continuamos avanzando al más estilo lema olímpico “citius, Altius, fortius”, más rápido, más alto, más fuerte y no lo digo por decir, los resultados hablan por si solos,
«… las mujeres siguen coronándose de metal en una proporción mayor que sus compañeros y no solo las representantes de nuestro país, también en el resto de delegaciones.»
Son la fotografía de auténticos valores que hacen historia, como la granadina María Pérez al ritmo de marcha, el latido de une bebe de 7 meses, que hizo con su “patadita” inspirar a su mamá, a conseguir un 10 en el último lanzamiento de su flecha, según contó una emocionada Yaylagul Ramazanov o como nuestras waterpolistas, que pusieron en lo más alto a su disciplina, algo invisibilizada por los partidos jugados por sus compañeros masculinos y sobre todo, por el machismo vehemente de algún que otro unicelular, que tuvo a bien intentar eclipsar el “oro” del equipo, centrándose en el peso de una de sus jugadoras, poniendo en duda su “flotabilidad por sobre peso” un comentario muestra de que la inteligencia de estos patéticos individuos brilla por su ausencia, pero nada para,a nuestras representantes: otra plata colgaba en los cuellos de las chicas del basket 3, que han dado la campanada, en un deporte incipiente dentro de los juegos olímpicos.
LAS SUREÑAS SE TRAEN TRES MEDALLAS El Ayuntamiento de Orce (Granada) ofreció una especial bienvenida a su atleta olímpica, María Pérez, que se trajo de París un oro en relevo mixto de marcha y una plata en la individual femenina de 20 kilómetros marcha.
Y las sevillanas Alisa Ozhogina y Marina García Polo del Club Natación Sincro Sevilla, integrantes del equipo español de natación artística, han logrado junto a sus compañeras la medalla de bronce en la rutina por equipos en esta competición olímpica. La parte negativa le tocó desgraciadamente a la onubense Carolina Marín, que tuvo que abandonar la semifinal de badminton a causa de una grave lesión de rodilla pese a sus claras posibilidades de alcanzar el oro o la plata.
Tampoco las polémicas de los últimos tiempos relacionadas con el género en el deporte, han faltado, con los implacables golpes de la argelina Imane Knelit y Vinesh Phogat, que pusieron en duda su sexo, cuestiones de identidad que azotan a la sociedad en general, por esas lagunas legales. Lamentable también lo que sufren ciertxs deportistas, por su orientación afectivo sexual, como es el caso de Cindy Winner representante desde 2016 del equipo olímpico de refugiados, condenada por ser lesbiana en su país natal (Camerún), algo que por suerte va cambiando, cada vez la visibilidad es mayor, como por ejemplo, nuestra capitana de hockey, Xantal Giné luciendo abiertamente su brazalete arcoíris, un grupo de deportistas, que han llegado a conseguir 42 medallas.
Pero sin duda lo que sigue maravillando son las imágenes de la complicidad y compañerismo existente entre las deportistas, que han hecho “Historia de las Olimpiadas”, como han sido las de Simone Biles y Jordan Chiles, rindiendo pleitesía a Rebeca Andrade con ese oro conseguido, que hizo brillar a las favelas de donde proviene la gimnasta y cómo no, esas desgarradoras lágrimas y gritos de nuestra Carolina Marín y ese pin de España, que mostraba su rival He Bing Jiáo y así un largo etc…
Cambios que va experimentando la cita más importante del deporte mundial, ya no solo se esperan metales en esos deportes asociados al halo “femenino” sino también en todos los demás, es más, son la esperanza de las diferentes delegaciones mundiales, que conforman a esos 5 aros multicolor.
Mis queridas Mujeres del Sur, esta claro que demostrar que somos más “citius, Altius, fortius” sigue siendo una amenaza para este mundo androcentrista que, aunque hace aguas sigue haciendo mucho daño, por ello tenemos que continuar, no podemos pararnos en ningún oro, plata o bronce, no, hasta que las desigualdades, el maltrato continúen en nuestra sociedad, eso sí, saboreemos cada paso conseguido y felicitemos a todas esas deportistas, que han sido nuestra antorcha, tengámoslas presentes, cuando el luto llene nuestras almas.
Raquel Domínguez es paratriatleta, campeona del mundo (duatlón), de Europa (duatlón y acuatlón) y de España (natación, atletismo, triatlón y duatlón), además de actriz de doblaje y cooperante internacional.