“SPIRIT IN MOTION” EN LAS PARALIMPIADAS.
.-En los Juegos Paralímpicos de París 2024, España ha ganada 40 medallas y superado así sus triunfos de Tokio.
.-Teresa Perales, la nadadora aragonesa, es ya una leyenda del deporte paralímpico mundial. En París consiguió situarse entre las más grandes de la historia con bronce en los 50 metros espalda: su 28ª medalla paralímpica con la que iguala el récord de metales olímpicos del mítico nadador american Michael Phelps.
.- Dramática descalificación de Elena Congost tras ganar el bronce. Se soltó la cuerda con la que iba atada a su guía, a un metro de la meta, al intentar ayudarlo porque él sufrió un calambre.
Por Raquel Domínguez
Mis queridas Mujeres del Sur, concluyeron las paralimpiadas y con ello empieza el nuevo ciclo olímpico hasta los próximos juegos de Los Ángeles 2028, pero en este evento se han visto, vivido puro espectáculo y grandes lecciones, en todos los sentidos, para los amantes del deporte y aquellas personas que se han asomado tímidamente.
“Spirit in motion”, espíritu en movimiento, es algo más que el lema de las Paralimpiadas, es una forma de sentir, de luchar y creer en uno misme, en donde como suele se habitual, los obstáculos vienen desde miradas y acciones ajenas. Sin duda, estas 40 medallas han llenado de gloria cada meta cruza y han hecho ondear nuestra “roja y amarilla” en lo alto del cielo parisino, pese a esa medalla de bronce que ayer injustamente le han quitado a Elena Congost en el maratón en categoría de personas con discapacidad visual, por soltar un breve instante la goma que ha de sostener de su guía, a 10 m de la meta, por cuestión de compañerismo, ya que su guía estaba sufriendo calambres, el temido “muro” en esa durísima prueba.
Algo sin duda injusto, quiero pensar porque les jueces eran “más papistas que el Papa con el reglamento” y no porque en cuarta posición llevaba la japonesa y anterior campeona paralímpica en la distancia que se quedaba sin pódium.
A pesar de estas cosas casi crueles que tiene el deporte, quiero seguir celebrando otras como lo de Zakia Khudadadi, primera mujer afgana en colgarse un metal en representación del equipo paralímpico de Refugiados, demostrando el coraje que ruge en todas esas mujeres presas de una cárcel virulenta, cruel, que les impide incluso hablar en presencia de otres y que, por supuesto, tenemos que denunciar e intentar entre todes que no vuelva a suceder. Tenemos que erradicar tanta barbarie, cómo desgraciadamente hemos visto con la que fue mi admirada maratoniana olímpica Rebecca Chejotegei, una ugandesa que fue asesinada dos semanas después de volver de las Olimpiadas, por las quemaduras sufridas porque ese ser, al que llamaban “novio” la roció con ácido, algo que me llenó de tristeza, cómo cada una de las heridas que sufren las mujeres en su piel y alma, incluida las de sus retoños.
Pero seguimos y seguiremos, con mujeres cómo la gran Lauren Parker, medallista en paratriatlón y paraciclismo dando en esta ultima disciplina una lección total de maestría y así un larguísimo etc. pero sin duda lo más espectacular y clase magistral, nos la dio nuevamente Teresa Perales y esa nueva medalla, la 28 empatando con Michael Phelps, al que entre bromas reta a “colgarle la medalla 29 en LA”.
Y es que lo que hemos podido ver, después de romperse por completo en Tokio y teniendo que reinventarse totalmente, con el dolorosísimo proceso físico y un extenuante aprendizaje al tener que nadar ya solo con un brazo por tener una paraplejia que, por cierto, le vino sobrevenida por una negligencia medica, y tener qu utilizar silla de ruedas. Vuelve y hace Historia la máxima medallista tanto en Olimpiada cómo en Paralimpiada, un lujo hecho Mujer.
En fin, Mis querídas Mujeres del Sur sigamos en “Spirit in motion”, libres de movimiento batiendo las alas hacia la libertad de Todas las Mujeres y Niñas.
Raquel Domínguez es paratriatleta, campeona del mundo (duatlón), de Europa (duatlón y acuatlón) y de España (natación, atletismo, triatlón y duatlón), además de actriz de doblaje y cooperante internacional.