
LA JUSTICIA PATRIARCAL ENTREGA EL HIJO DE JUANA RIVAS A SU PADRE MALTRATADOR
.-La ministra de Justicia dice que se han vulnerado los derechos del niño porque el pequeño manifestó claramente que no quería irse con su padre.
.- El Gobierno asegura su compromiso con la seguridad del menor y anuncia que estará en contacto con la autoridad central italiana.
.-La defensa de Juana Rivas confía en ganar el recurso contra la custodia del niño atribuida al padre en Italia.
.-El último revés para Juana ha sido la querella que ha presentado su ex marido contra ella en Granada por sustracción de menores.
Por Sara Lagos

Daniel, el hijo menor de Juana Rivas, se encuentra con su padre desde hoy a las 12 de la mañana. Francesco Arcuri salía en un coche particular con el pequeño desde los juzgados granadinos y una hora antes lo hacía Juana Rivas acompañada de su abogado. La «madre de Maracena» se despidió del niño en la sala dispuesta por la Administración de Justicia de la capital granadina, en la que además de sus progenitores se había citado también a un equipo técnico integrado por psicólogas y trabajadoras sociales para que la entrega se realizara en las mejores condiciones posibles.

La devolución del menor, que se había aplazado desde el martes, se ha producido después de que la jueza rechazara adoptar las medidas cautelares que había pedido Gabriel, el hijo mayor de Juana, en una querella presentada contra su padre en otro juzgado, el de Instrucción nº 9, cuya primera actuación esta mañana ha obligado a dilatar el momento de la entrega del pequeño Daniel.
Poco después de que el TSJA confirmara la temida noticia de la devolución del niño a su padre, la defensa de Juana Rivas emitía un comunicado en el que lamenta que se pueda dejar a un niño de 11 años en manos de un padre que debe ser juzgado el próximo 18 de septiembre en Italia por presuntos malos tratos cometidos contra sus dos hijos cuando estaban con él en su domicilio italiano. Dice que «no se entiende esta decisión judicial aunque la respetan» y asegura que ahora la «lucha se traslada a Italia» porque la decisión sobre la custodia del pequeño Daniel está recurrida ante el Tribunal Supremo de aquel país.

El Gobierno también ha emitido un comunicado asegurando que «se compromete a garantizar la seguridad del menor y establecer un seguimiento de la situación en colaboración con la autoridad central italiana». Pero el último revés contra la madre de Maracena procede otra vez de la Audiencia de Granada: se enfrenta ahora a un nuevo auto tras ser admitida a trámite una querella de su exmarido Francesco Arcuri contra ella. El padre del niño pide que Juana sea investigada por un presunto delito de sustracción de menores por incumplir la orden del tribunal italiano que exigía devolver al niño tras las vacaciones de Navidad.
Desde el pasado martes cuando estaba prevista la primera entrega del niño a su padre, no han cesado los intentos por impedir que Daniel fuera llevado a Italia, tampoco las denuncias sobre los presuntos abusos cometidos por Arcuri y la exigencia a la Justicia de que el niño fuera escuchado y su decisión respetada: desde su hermano Gabriel, el mayor de Juana, que ha interpuesta una querella contra su padre, hasta el equipo de asistencia social del Ayuntamiento de Maracena, pasando por las intervenciones de las ministras de Igualdad, Ana Redondo, y de Juventud e Infancia, Sira Rego, y las numerosas acciones de protestas y recogida de firmas protagonizadas por colectivos feministas y de apoyo a Rivas.

En estos momentos el pequeño Daniel va amino de Italia sin haber sido escuchado por las instituciones que deben protegerlo pese a que dijo por activa, por pasiva y por escrito que no quería irse con su padre. Lleva consigo una mochila emocional desoladora marcada por las cuatro horas infernales que sufrió el pasado martes en el punto de encuentro familiar granadino y el temor a que su padre lo «mate» como claramente manifestó entre sollozos. Su caso, la vulneración de sus derechos según el convenio de La Haya, supone un nuevo triunfo de la violencia vicaria, de la violencia machista y el más rotundo fracaso de la perspectiva de género cuando se aplica desde la Justicia.
Sara Lagos