DOMINIQUE PÉLICOT CONDENADO A 20 AÑOS DE CÁRCEL POR VIOLACIÓN AGRAVADA CONTRA SU EXMUJER.
.-Las penas para los demás acusados a los que facilitó que violaran a su mujer fueron, en su mayoría, menores a lo solicitado por la fiscalía. La defensa de Gisélle Pélicot recurritá la sentencia.
.-Gisèlle Pélicot dice que no se arrepiente de haber denunciado ni de haber dado la cara y ha agradecido el apoyo de asociaciones feministas y periodistas por el trato recibido, el respeto, la comprensión y el apoyo.
.-La valentía de Gisèlle Pélicot al encarar este juicio, hoy sentenciado, ha sido reconocida en el mundo entero y su propósito de que la «vergüenza cambie de Bando» asumido y proclamado como referencia para miles de mujeres.
Gisèlle Pélicot se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la violencia sexual y la cultura de la violación. Su decisión de enfrentar públicamente a sus agresores ha sido vista como un acto de valentía que busca trasladar la vergüenza de las víctimas a los perpetradores. Este caso ha suscitado numerosas manifestaciones en apoyo a la víctima y ha generado un amplio debate sobre la necesidad de reforzar las leyes relacionadas con el consentimiento sexual y la protección de las víctimas.
Por Sara Lagos
Ante más de 200 periodistas acreditados y en medio de una expectación histórica, se ha hecho pública hoy en el Palacio de Justicia de Avignon (Francia) la sentencia del conocido como Caso Pélicot, uno de los juicios por violencia sexual más impactantes de Francia en los últimos años. Se refiere a los delitos cometidos por Dominique Pélicot, un hombre que durante casi una década drogó y violó repetidamente a su esposa, Gisèlle Pélicot, (ocultando tranquilizantes en su comida y bebida), mientras grababa los actos. Además, invitaba a otros hombres a su casa para que la violaran mientras él lo registraba en video.
Por estos hechos, Dominique Pélicot, de 72 años, ha sido condenado a 20 años de prisión, la pena máxima por violación agravada, tentativa de violación, difusión de imágenes de contenido sexual de Gisèlle y por tenencia de imágenes sexuales de su hija Caroline -recordemos que la policía le encontró dos fotografías en su ordenador en ropa interior- así como de su nuera. Además, también se ha conocido la sentencia contra un total de 50 hombres, todos ellos condenados en relación con este caso, con penas que, en su mayoría, son menores a lo solicitado por la fiscalía; algunos incluso podrían salir en libertad debido a atenuantes. La investigación contabilizó a 71 participantes, de los cuales solo medio centenar fueron identificados. Para la abogada defensora de Gisèlle Pélicot, Dominique el exmarido de la víctima ha sido «el director de orquesta y los restantes acusados, los músicos secundarios.»
Gisèlle Pélicot, de 72 años, ha recibido esta sentencia con serenidad y después de esperar más de seis horas en el Juzgado de Avignon junto a sus familiares y su abogada. Sus primera palabras han sido de agradecimiento a todas las asociaciones de mujeres que la han apoyado en esta difícil denuncia pública de violación múltiple, a los centenares de periodistas que han seguido el caso e igualmente ha querido poner el énfasis en el buen trato y respeto que en general ha recibido en los tres meses que ha durado el juicio. No ha comentado la sentencia contra su ex marido, lo deja en manos de su abogada que ya ha anunciado que recurrirá, y asegura que no «se arrepiente de haber dado la cara y de haber contribuído con su denuncia a que la vergüenza cambie de bando». También se ha referido a otras víctimas diciendo que las mujeres debemos compartir el «mismo combate» ante la violencia sexual.
El caso salió a la luz hace cuatro años, después de que Dominique Pélicot fuera descubierto filmando bajo las faldas de mujeres en un supermercado, en público y sin ningún consentimiento lo que provocó varias denuncias ante la policía. Gisèlle lo defendió en ese momento pero las investigaciones siguieron y, como ella mismo dijo: «En ningún momento me imaginaba el alcance de lo que descubriría después».
IMPACTO SOCIAL
Gisèlle Pélicot se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la violencia sexual y la cultura de la violación. Su decisión de enfrentar públicamente a sus agresores ha sido vista como un acto de valentía que busca trasladar la vergüenza de las víctimas a los perpetradores. Este caso ha suscitado numerosas manifestaciones de apoyo y ha generado un amplio debate sobre la necesidad de reforzar las leyes relacionadas con el consentimiento sexual y la protección de las víctimas.
La sentencia del caso Pélicot ha puesto de relieve la importancia de abordar la violencia de género de manera decidida, ha generado un amplio debate sobre las medidas legales necesarias para proteger a las víctimas y ha resaltado la valentía de quienes, como Gisèlle Pélicot, deciden enfrentar públicamente a sus agresores. Gisèlle ha propiciado que la «vergüenza cambie de bando» y, con su generosidad, abriendo ese proceso al conocimiento público, ha hecho que efectivamente la sociedad francesa y la sociedad europea sean conscientes del enorme problema de la violencia machista.
GISÈLE, «MUJER DEL AÑO»
Las reacciones a la sentencia del caso Pèlicot han sido numerosas, desde el presidente del Gobierno de España con un tuit de elogio hacia Gisèlle Pélicot, hasta la ministra de Igualdad de españa, Ana Redondo, quien ha elogiado la valentía y la decisión de Gisèlle de denunciar y hacer público el juicio, y, sobre todo, porque «ha sentado en el banquillo al machismo y a la cultura de la violación».
Por su parte, Mónica García, ministra de Sanidad, asegura que a partir de ahora, «nada volverá a ser igual» y que la decisión de Gisèlle ha marcado a una sociedad que «no puede volver a callar ante las agresiones y debe estar siempre con las víctimas».
En declaraciones a la cadena SER, Víctor Lapuente, politólogo, ha definido a Gisèlle como «la mujer del año» y resaltado la importancia de reforzar las leyes sobre consentimiento sexual.
El colectivo de mujeres juristas, Themis, valora directamente la sentencia y pide que se revise para considerar los numerosos agraventes que estos delitos conllevan y que han repercutido gravemente en la salud de la víctima: «Los actos que se han cometido son de violación con un sometimiento totalmente machista debido a la administración de esas drogas que pusieron al límite la salud de Gisèle Pélicot, con lo cual entendemos que deben de ser revisadas y se debe actuar de manera que se configure una mayor pena por los agravantes que conlleva.»
RESUMEN DE UN CASO EXTRAORDINARIO:
- Modus operandi:
- Dominique Pélicot drogaba a su esposa mezclando tranquilizantes en su comida y bebida sin que ella lo supiera.
- Durante su estado de inconsciencia, la violaba y permitía que otros hombres lo hicieran, grabando en video estos abusos.
- Descubrimiento:
- El caso salió a la luz en 2020 cuando Dominique fue detenido por filmar bajo las faldas de mujeres en un supermercado.
- Durante la investigación, la policía encontró videos que documentaban los abusos cometidos contra su esposa.
- Número de implicados:
- Se identificó a 71 hombres implicados en las violaciones. De estos, 50 fueron llevados a juicio y condenados por diversos delitos relacionados con agresiones sexuales y violaciones.
- La víctima:
- Gisèle Pélicot, tras descubrir los videos en la comisaría, decidió que el juicio fuera público para trasladar la vergüenza de las víctimas a los agresores y dar visibilidad a la violencia sexual.
- Se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la violencia de género y la cultura de la violación.
- Sentencia:
- Dominique Pélicot ha sido condenado a 20 años de prisión, la pena máxima por violación agravada y otros delitos.
- Las penas para los demás acusados fueron, en su mayoría, menores a lo solicitado por la fiscalía.
REVULSIVO LEGAL
El caso Pèlicot traerá cola, sobre todo en los países donde el consentimiento no se recoge expresamente en la legislación contra la violencia sexual. En la sentencia que hoy se ha conocido en Aviñón se valora como decisivo el factor sorpresa en el momento de la comisión del delito, al no recogerse el consentimiento. Entre los países europeos que aún no contemplan esta figura tan decisiva en su legislación penal figuran Francia y Alemania. Los delitos cometidos durante diez años en la ciudad de Mazan (Vaucluse, Francia), en casa de los Pélicot, y la sentencia derivada del juicio de los mismos servirán, como se pide desde amplios sectores feministas y durídicos, para lograr un cambio en las leyes del país vecino en su adaptación a la realidad y a la complejidad de la violencia contra las mujeres y el apoyo a las víctimas.
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