
POCO O NADA NUEVO BAJO EL SOL
.- Las mujeres agredidas y amenazadas no denuncian lo suficiente y desde las instituciones sociales las alertas del riesgo en que viven no se detectan.
.-Ahora Igualdad e Interior van a intensificar la vigilancia de los agresores reincidentes y la protección de las mujeres que han sido víctimas de maltrato en relaciones pasadas.
.- Desde 2022, el Comité de Crisis en sus 9 reuniones ha analizado los asesinatos machistas de 143 mujeres. Para ser eficaz necesita dotarse de mayor contundencia en las medidas que adopta y no temer a la autocrítica.

Nueve asesinatos de género y dos vicarios sólo en el pasado mes de junio; 22 mujeres asesinadas y 3 menores desde que comenzó 2025 y 1.316 si contamos desde el año 2003 en que estos feminicidios se reflejan en las estadísticas. Cuando estos crímenes se disparan como ha ocurrido en los últimas meses el Ministerio de Igualdad, ante su manifiesta impotencia para frenar esta masacre, recurre a su figura estrella, el Comité de Crisis contra la Violencia de Género, cuya reunión es la primera señal de la «alerta máxima» en la que nos encontramos. Hasta ahora, el Comité de Crisis ha analizado los asesinatos machistas de 143 mujeres.
Por Nani Carvajal
Ayer se convocó a este organismo en el Ministerio de Igualdad por 1ª vez este año y por 9º vez desde su creación en 2022, con el cometido de analizar los últimos casos de asesinatos machistas y sus detalles concretos, encontrar dónde se han producido en cada uno de ellos los posibles fallos jurídicos, sociales o policiales o todos juntos, e intentar encontrar soluciones eficaces para evitar más muertes.
Se sabía por los medios de comunicación que sólo tres de las últimas 17 víctimas de este año habían denunciado previamente las amenazas que sufrían y que, en cuatro casos, las personas del entorno de las víctimas eran conscientes del maltrato que padecían. Sin embargo no había trascendido que en otros tres casos más se habían detectado señales alarmantes desde colegios o centros de salud sin que ninguna de esas alertas llegara a activarse institucionalmente tal como confirmó la ministra de Igualdad, Ana Redondo en la reunión. “Hay indicios que se detectan, pero no se comunican. Y eso nos obliga a repensar cómo reaccionan los sistemas educativos, sanitarios o sociales ante posibles casos de violencia de género”. Actualmente no existe un protocolo específico para seguir la pista a estos avisos indirectos.
1ª PARTE: EL PORQUÉ DE LA ESCALADA DE LOS ASESINATOS MACHISTAS:
Respuesta: La misma argumentación de siempre:
– El verano es muy peligroso, se disparan las alertas y la situación es terrible.
-En esta época se producen el 30% de los asesinatos machistas.
– Las mujeres amenazadas tienen que ser más cautelosas que nunca, porque la alarma es real.
-Ahí está el teléfono 016, por favor, que se utilice sin dudarlo.
-Cuando ellas no denuncien por miedo que lo haga si es posible, su entorno.
– …
Véanlo en vídeo
2ª PARTE: ¿QUÉ HACER?
Por lo pronto ya tenemos reunido al Comité de Crisis en el que toman nota de lo sucedido quienes representan al Ministerio del Interior, a las comunidades autónomas y a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). El siguiente paso es cómo procedemos ahora, cómo evitamos que esto vuelva a pasar y cómo corregimos nuestros propios fallos en la protección de las víctimas.

La ministra ha resumido la respuesta en la necesidad de un refuerzo en la coordinación y colaboración institucional, igual que ha hecho otras veces y también hiciera su antecesora en el cargo, Irene Montero. Pide al Ministerio del Interior que extreme su celo en la investigación de los casos, que aplique el «Protocolo Cero» por el que debe resolver con la misma diligencia en las sospechas de violencia aunque no haya denuncia y al resto de representantes sociales e institucionales que faciliten por todos los medios la delación de los signos del maltrato.
También demanda que la sociedad no caiga en la trampa de que muchas de las denuncias son falsas como proclaman los negacionistas de la violencia de género pues según Ana Redondo, suponen una cifra mínima, apenas destacable: el 0,001 por ciento. Por el contrario, dice la ministra, el verdadero problema es la «infradenuncia», ya que las mujeres no se atreven a delatar a sus agresores por diversas razones entre ellas psicológicas (miedo), económicas (no disponen de ingresos) o sociales.
ENTRE LAS NOVEDADES ACORDADAS:
– El Ministerio de Igualdad, en coordinación con el de Interior, establecerá un procedimiento para vigilar más intensamente a los agresores reincidentes, es decir, a los hombres que ya han ejercido violencia sobre mujeres en parejas anteriores.
– También se trabaja en nuevas medidas para proteger mejor a víctimas que han sufrido maltrato en otras relaciones pasadas, y que suelen estar en una situación de revictimazación que les supone un altísimo riesgo para sus vidas.
En definitiva, poca autocrítica y nada nuevo bajo el sol salvo estas dos últimas medidas que se acaban de anunciar y que sin duda podrían ser de enorme eficacia si se ponen en práctica. Otra iniciativa más anunciada por la ministra es que se reunirá la próxima semana con sus colegas de Infancia y Juventud y de Migraciones para abordar las necesidades concretas de menores expuestos a violencia machista y mujeres migrantes, dos colectivos especialmente vulnerables. Le deseamos suerte ante un panorama tan complejo.
Nani Carvajal es directora y editora de Mujeres del Sur