LA CANTANTE QUE DA LA NOTA SIEMPRE EN CLAVE FEMINISTA
Por Nani Carvajal
- Si en un hogar se establecen relaciones de poder y de maltrato, difícilmente podemos trasladar luego a las estados ninguna democracias.
- Creo en el activismo. En el cuerpo a cuerpo con la realidad social.
- Cada vez es más necesaria la feminización de la política, del mundo y de la vida.
- En la música no existe equidad entre hombres y mujeres. En los festivales representamos el 15% y en la categoría de instrumentista casi no existimos.
El grupo venía de Honrubia, Cuenca, para actuar en el sevillano Parque del Alamillo donde lo esperaban muchas mujeres sevillanas que celebraban un encuentro musical con motivo del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer. A Cristina del Valle, la popular cantante de Amistades Peligrosas, conocida también por su histórico compromiso con la lucha feminista, la acompañaban sus compañeras de escena, las artistas Judith Mateo, María Villalón y Virginia Mos.
Entre acebuches, alcornoques y pinos el plantel de mujeres interpretó el concierto, ELLAS DAN LA NOTA, un repertorio inspirado en los testimonios y recuerdos de los viajes que Cristina realizado desde la Plataforma de Mujeres Artistas por todos aquellos lugares donde las mujeres echan en falta tanto sus derechos en igualdad como la paz, la música y la poesía. El broche final lo pusieron con las voces de mujeres de Ciudad Juárez, en México, denunciando los más de 700 feminicidios cometidos en las últimas décadas contra chicas menores y jóvenes de entre 15 y 25 años, que siguen impunes en su inmensa mayoría.
Y esa luminosa tarde ellas dieron la nota ante un público festivo y relajado, ansioso de escuchar las claves feministas que Cristina del Valle transmite en todas sus actiuaciones. Unas claves que la asturiana (Oviedo,1960) encuentra en la educación que le dió su madre y en el compromiso rotundo de plantarle cara a la violencia machista, que asumió desde que fuera testigo de sus desastrozos coletazos.
C.V.-«Las mujeres tenemos legítimo derecho para intervenir no solo en nuestras vidas sino en las de todo el mundo para poderlo cambiar. Tengo grabado a fuego en mi ADN que mi paso por la vida y mi profesión siempre van a estar ligadas a aportar todo aquello que sea posible para cambiar un modelo social que no comparto en absoluto y que se llama patriarcado. Un modelo del que se deriva todo lo que tiene que ver con el capitalismo, con el daño ecológico, con la violencia, la desigualdad y con una visión unilateral del mundo, masculinizada y conflictiva que no podemos compartir. Las mujere que creemos en el feminismo y lo ejercemos sabemos que se hace cada vez más necesaria una feminización de la política, de la vida y del mundo. El feminismo es una ideología que tiene que atravesar todos los espacios de socialización».
De Asturias marchó a Madrid a los 20 años para estudiar Criminología, aunque desde muy joven ya estaba implicada en el activismo social. Trabajó en ONGs, militó en partidos de izquierda y siempre incluyó entre sus causas además de la lucha contra la violencia de género, la del pueblo saharaui y la defensa de los derechos humanos.
C.V.–«Creo en el activismo, en el cuerpo a cuerpo con las realidades sociales. Las democracias se empiezan en los hogares. Si en un hogar se establecen relaciones de poder y de maltrato, difícilmente podemos trasladar luego a las estados ninguna democracia. Vivimos en sistemas democráticos de alguna manera irreales, porque no llegan a los hogares donde precisamente se sitúa la punta del iceberg de la desigualdad.»
La cantante insiste, cuando le pregunto cómo es posible mantener desde hace tantos años -más de tres décadas ya-, sin tirar la toalla, esa actitud combativa y firme que tanto la caracteriza, siempre contra las injusticias que se cometen con las mujeres, en que «mientras no tengamos una cultura que se centre en nuestras casas y se traslade a las escuelas, a los medios de comunicación, al arte, a la música, donde la igualdad sea una línea transversal... tendremos que seguir trabajando.»
C.V.-«La ideología no se aparca, dice, se lleva en el alma y en el corazón, igual que el compromiso. Esto no va por etapas ni se deja. Nuestra posición ante la vida pasa por la coherencia y eso significa que todos tus actos tengan que ver con tu ideario. Acostarte cada noche sabiendo que has sido coherente con quien tu eres, y que tu compromiso con la vida y con el mundo está presente en todos los actos de tu existencia.»
C.V.:»Para mi eso es una cuestión de principios. Yo no puedo separar mi pensamiento ni mi ideología de nada de lo que tiene que ver con mi trabajo y con mi vida cotidiana.«
ALTO EL FUEGO
Reconoce Cristina del Valle que se quedó corta cuando pensó que el mundo se viviría mejor porque parecía que podríamos estar saliendo de la pandemia, de este episodio «holocaústico» que invadió nuestra vida en los dos últimos años y confiaba en que veríamos pronto el renacer de la música, del arte y del amor. No contaba con la guerra que se venía preparando.
Recientemente había iniciado un nuevo derrotero musical con Alberto Comesaña, dispuesta a darle una nueva oportunidad al dúo tras muchos años de separación. Con él ha vuelto a AMISTADES PELIGROSAS y juntos han decidido celebrar los 30 años de su fundación con un nuevo trabajo musical, ALTO EL FUEGO. Un disco sobre la paz, el diálogo, la reconciliación y la empatía que, mire usted por dónde, fue pensado para salir de la pandemia y ahora le viene al dedillo a la situación actual por el conflicto de Ucrania.
Esta artista, de las que resultan molestas para el sistema, entiende la música y su paso por la vida «como un elemento fundamental de transformación social». Hace 20 años creó la Plataforma de Mujeres Artistas con el objetivo de impulsar la promulgación de una Ley Integral contra la Violencia de Género, desde donde llevó a cabo una decidida campaña de sensibilización en los medios de comunicación.
Hoy se siente satisfecha porque esa Ley existe desde 2007 y » ha supuesto un antes y un después en la lucha contra la violencia machista y los malos tratos hacia las mujeres». Cree que ha valido la pena su empeño por la igualdad:
C.V.-«El movimiento feminista es cada vez más fuerte, más rico y más diverso. Hoy no tiene por qué ser un conflicto ni un problema. Marcela Lagarde decía que cada feminismo es como cada mujer que lo practica, y eso es lo que nos diferencia de la uniformidad de los partidos políticos masculinos, de los sindicatos. Nuestra riqueza está también en nuestra diversidad. Estamos en constante cambio, vamos in crescendo«.
Asegura Cristina del Valle comprobando la lista de todo lo que queda por hacer, que la asignatura pendiente de llevar el feminismo a las jóvenes parece que se ha conseguido, «ellas tienen también sus propios análisis y su propio proceso evolutivo que hay que respetar».
C.V.-«El feminismo se va abriendo hacia otra vías porque van cambiando las cosas, pero está más vivo que nunca y por eso , por la fuerza que tiene, hace que lleguemos a encontrarnos con discursos absolutamente contrarios a los intereses de las mujeres de partidos como Vox, precisamente por las conquistas que vamos consiguiendo.»
LA MÚSICA NO SUENA IGUAL
Sin embargo en el mundo del arte y de la música la igualdad se echa todavía mucho de menos. Las mujeres ocupan el 15 % del plantel de artistas que acude a los festivales:
C.V.-«Creemos que tiene que haber un porcentaje equilibrado de hombre y de mujeres , pero esa equidad no existe no porque no haya mujeres, sino porque no se les da la oportunidad. A las mujeres en la musica sólo se nos asocia con cantantes o bailarinas. En el concierto del otro día en Sevilla le preguntaban a Judith Mateo, la violinista, pero ¿tú cantas?, si les respondía: no, soy instrumentista, se asombraban, porque todavía esa categoría musical está reservada para los hombres. Sin embargo, cada vez hay más mujeres instrumentistas aunque aún no estamos en un nivel de igualdad.»
La caravana del espectáculo ELLAS DAN LA NOTA prepara ya sus maletas para la próxima parada, el día 11 de marzo, en Roquetas de Mar (Almería). La mochila de la igualdad y la reivindicación feminista sube con ellas a todos los escenarios mientras la logística de los viajes se organiza en la propia casa de la cantante asturiana. «A veces ha funcionado como una comuna», dice Cristina del Valle,» hemos llegado a dormir 40 o 50 personas. Mi casa, aunque no es muy grande, ha servido de albergue a personas que necesitaban refugio, a mujeres y a niñas en situaciones extremas.»
C.V.-«Estos últimos 20 años han sido muy intensos. Mi vida se ha reducido a trabajar en el ámbito social. Hemos obtenido muchos reconocimientos a nivel nacional e internacional. Ha merecido la pena. Hemos impulsado el cambio y ha tenido mucho sentido el trabajo que hemos hecho.»
Cristina del Valle seguirá con sus compañeras dando conciertos por pueblos y ciudades y cantando el alto el fuego con su Alberto. Y hablando de nota, habría que ponérsela a ella por haber abierto el camino a muchas mujeres que hoy incluyen el compromiso en las letras de sus canciones. Un camino imparable al que se lanzó en solitario hace décadas, y en el que dice sentirse orgullosa cuando mira para atrás porque siempre suma fuerzas.