En este espacio dedicado al debate hoy ponemos el foco en la ya famosa bofetá que el actor Will Smith le propinó a Cris Rock, el cómico que presentaba la gala de los Óscar 2022 y que se permitió un chiste de mal gusto a cuenta de la alopecia, por una enfermedad autoinmune, que sufre Jada Pinkett Smith, esposa del actor. Aunque el incidente ocurrió en la madrugada del lunes 28, sigue de plena actualidad. Smith ha pedido disculpas a Rock, la Academia ha anunciado una investigación formal y la policía de Los Ángeles dice que no perseguirá al agresor si no es denunciado por el cómico.
Machismo, racismo, celos ocultos, rivalidad… ¿Qué se expresa con esa oscarizada bofetá, aparte de un duro golpe? El debate está en los medios, en las redes, en los mentideros de Hollywood y también aquí, en esta modesta sección de Mujeres del Sur.
UN «BULLYING» DE LOS DE TODA LA VIDA
Por Gemma de Andrés
Lo que sucedió la noche de los Óscar no me parece un acto de machismo. Después de ver cómo se comportó ese presentador con esmoquin –Cris Rock– al agredir verbalmente a una mujer que sufre depresión y más cosas y que ha perdido el pelo (Jada Pinkett Smith), haciendo chanza de su enfermedad, entiendo que estamos ante lo que viene siendo un «bullying» de toda la vida. Ni siquiera tras la bofetada que Will le dió tuvo el presentador el detalle de pedir disculpas por el chiste de mal gusto. Will salió en defensa de su mujer como hubiera salido en defensa de su hijo o de su hija, porque esa familia lo está pasando muy mal con la enfermedad de la madre. Y si Will no hubiera hecho lo que hizo, probablemente Jada se hubiera ido tras la gala a llorar a su casa. No le hizo ninguna gracia la bromita del presentador.
De estar en la piel de esta mujer entiendes que cuando sufres el mal de Jada, de procedencia autoinmune, no tienes ni fuerzas para contestar a un hideputa que se ríe de tu enfermedad. Ella debió de sentir vergüenza de que decenas de millones de personas escucharan la gracia de semejante cómico con tanto malaje.
No me gustaría que nos viésemos ninguna de nosotras en la misma situación y que la maldita broma la hiciesen a costa de la enfermedad de nuestro marido, nuestra hija o nuestro hijo. Me pregunto si hubieráis sido capaces de quedaros en el sitio y no levantaros como hizo Will Smith.
Ese humorista le jodió la noche al pobre Will y a su familia, ¡en la noche de su vida! Smith es un tipo que jamás se ha metido con nadie, con fama de buena persona en Hollywood. Todavía está esperando la disculpa de ese presentador que trató, tras el incidente, de quitar hierro al asunto dejando a la audiencia aún más perpleja.
Will Smith es un hombre que estaba roto por el sufrimiento de su familia. Y si en la noche más importante de tu carrera, cuando te van a dar un Óscar al mejor actor que tanto te mereces, van y se ríen de la mujer a la que amas y con la que compartes desde hace años vida, familia y enfermedad, y lo hacen delante de decenas de millones de espectadores: ¡te han jodido la noche!
Ahora vendrán las explicaciones, que si agresión violenta, machismo, antíguos celos no resueltos… (dicen que Rock y Jada, que rodaron las tres últimas películas de «Madagascar» juntos, eran íntimos amigos con rumores de romance), ¡qué más dá! A la gente no se le hace daño y menos en un día tan especial. Si me hubiese encontrado en el lugar de Will, al payaso lo dejo sin dientes, Y soy una mujer, no un machista.
Gemma de Andrés es periodista