UNA MANIFESTACIÓN PROPIA
Por Carmen Larios
La generación «Z» está más activa que nunca en la lucha por la igualdad y así lo ha demostrado en las manifestaciones estudiantiles de este 8-M, Una fecha que conmemora el Día Internacional de las Mujeres y que aquí en nuestro país se viene caracterizando en los últimos años por la pluralidad en sus marchas reivindicativas.
Sevilla, Barcelona, Asturias o Málaga, han sido testigos del vigor de la movilización juvenil impulsado en la mayoría de los casos por su representación sindical universitaria. Denuncias contra la violencia de género, el acoso, la discriminación resumen sus voces reivindicativas como hemos podido comprobar directamente en las calles sevillanas:
SU LUCHA POR LA LIBERTAD: Cientos de jóvenes se agolparon en el centro de la capital hispalense, haciendo un recorrido hasta llegar a la Plaza de la Encarnación, con pancartar y voces por la libertad y la igualdad.
FRENTE A LA SEDE DE VOX: No faltaron los gritos hacia la sede de Vox en la calle Laraña., por su negación de la violencia de género.
AGLOMERACIÓN: Su recorrido por las calles de Sevilla alcanzó momentos de gran presencia de manifestantes con discursos feministas.
EL PORNO A ESCONDIDAS: La sexualización de los cuerpos femeninos siempre está a la orden del día. La generazión «Z» denuncia que la sociedad patriarcal no hace nada por cambiar esto.
POR LAS QUE NO ESTÁN: Por las mujeres asesinadas y por tantas madres y abuelas que no pudieron denunciar cuando sufrían machismo en secreto.
PANCARTAS AL AIRE: Mensajes originales, variados y potentes:
“No hay revolución sin evolución de conciencia”.
“No me llamo guapa”.
“No habrá revolución sin evolución de conciencias”.
“Si no luchamos juntas, nos matan por separado”.
“Si vas a amarme siguiendo tus reglas, guárdate tu amor”.
“Hoy lucho para existir mañana”.
“A mí también me gustan las mujeres y no las acoso”.
“Nos quiero libres”.
“Viva la madre que nos parió”.
“Se lo debemos a las pibas que nunca volvieron”.
“No somos histéricas, somos históricas”.
TODO AL MORADO: El morado siempre ha sido el color con el que se identifica el movimiento feminista. La explicación es simple, la sociedad siempre ha asociado el color rosa a las mujeres y el azul a los hombres, pues la mezcla de ambos colores crea el morado, representando así la igualdad de género.
SI NO NOS APOYAMOS ENTRE NOSOTRAS, NADA CAMBIA: “La de al lado es compañera, no competencia”.
LA MIRADA: Las caras de pena y tristeza acompañan la manifestación recordando todo lo que las mujeres tienen que vivir y aguantar por el hecho de ser mujeres.
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Fotos: Carmen Larios