
EL ALTO TRIBUNAL DICTAMINARÁ SOBRE EL MALTRATADOR CONVERTIDO EN MUJER PARA ELUDIR LAS LEYES DE IGUALDAD
.-El recurso presentado por el abogado sevillano José Antonio Sires supone la primera solicitud de amparo constitucional en España para una víctima de “fraude de ley” por la utilización de la Ley Trans en casos de violencia de género.
.-Cris, la víctima, ha podido obtener medidas de protección del Juzgado de Instrucción nº 15 de Sevilla, entre ellas una orden de alejamiento para «Candi», que no para de acosarla pese a estar en busca y captura.
Por Nani Carvajal

Se llamaba Cándido del Cerro cuando era un hombre y, con esa firma a cuestas, maltrató al menos a dos de sus exparejas, que se sepa. Por sendos casos estuvo condenado pero sólo cumplió pena de cárcel por el primero, después pidió el indulto, se cambió de sexo y el año pasado se conviritó en «Candi», a secas, siguiendo el mismo procedimiento utilizado por otro maltratador, también sevillano, llamado Antonio Mila, de transgénera «Milan». Ambos -y otros muchos maltratadores en diversos puntos del país- se acogieron a la norma 4/2023, de 28 de febrero de 2023, conocida como Ley Trans, para convertirse en mujeres y así eludir ser juzgados en los tribunales especiales de Violencia contra la Mujer, posiblemente más duros en sus condenas.

Ese truco no tan viejo, porque data desde 2023, va a tener que ser ahora esclarecido por el Tribunal Constitucional. El abogado sevillano José Antonio Sires ha decidido pedir al TC el amparo para Cris, la víctima, ante esta situación gravísima que pone en constante riesgo su vida y la de sus dos hijos.

Mujeres del Sur:– ¿Estamos ante un fraude de Ley en toda regla?
José Antonio Sires: –«A nuestro entender nos encontramos ante un supuesto que plantea una faceta o problema de un derecho fundamental susceptible de amparo y sobre el que no hay doctrina del Tribunal Constitucional, dado que este Tribunal no se ha pronunciado a día de hoy. Solicitamos que se tenga en cuenta el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva en supuestos de “fraudes de ley”, como el que se da en este caso al producirse un cambio de sexo registral. Pretendemos evitar la posible indefensión y la vulneración de los derechos de las víctimas de Violencia de Género cuando el maltratador utiliza la Ley 4/2023, de 28 de febrero, (para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI), para “bordear” la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.»

CREAR PRECEDENTE
Si se llegara a conseguir desde el TC una resolución favorable para Cris en particular y, por ende, una respuesta para la sociedad en general frente a la relevante repercusión que la “Ley Trans” ha tenido en los últimos meses, se crearía un precedente en nuestro país, tal como asegura José Antonio Sires. El TC deberá enfrentarse así a la fijación de una doctrina que afecte a los posibles fraudes de ley en la rectificación registral, provocados por el uso torticero de la controvertida Ley Trans:
J.A.S.: –“Sin duda esta resolucion abrirá una ventana de esperanza a todas las victimas de violencia de genero que están padeciendo estos fraudes de ley”.
Aunque no es una práctica generalizada y se buscan mecanismos para evitarla, el número de listos que recuren a la Ley Trans para eludir la Leyes de Violencia de Género supera ya la decena. Solo en agosto del año pasado, en el País Vasco se detuvo a un hombre que atacó con un cuchillo a su pareja y a sus dos hijas, con la sorpresa de que era ertzaina y encima no se le pudo acusar de violencia de género porque desde noviembre de 2023 se había convertido en mujer al cambiarse de sexo. En Sevilla, además del de Candi, tenemos también el caso de Milan, que antes era Antonio Mila, y que ha utilizado la misma argucia para rebajar sus posibles condenas en tribunales más benévolos. Mila y Candi, que han solicitado además el indulto, se están librando por el momento de la cárcel mientras sus víctimas viven aterrorizadas. Y podríamos también hablar de otros muchos problemas que se generan al aplicar esta Ley, como el del SAMUR, la empresa de Protección Civil de Madrid en la que el verano pasado se lió parda a cuenta de los vestuarios del personal femenino al que también tenían acceso dos operarias trans. Las trabajadoras insisten en que ellas tienen derecho a la intimidad y se niegan a ducharse «ante personas con cuerpos anatómicamente masculinos. Y mejor que no miremos los contenciosos que se producen en el mundo del deporte porque nos darían las uvas.
Desde hace más de dos años Cris está luchando por salir del infierno de los malos tratos en el que la metió su entonces pareja y padre de sus dos hijos, a la sazón Cándido. Ella quiere que se respeten sus derechos como mujer a no ser agredida y que los tribunales que la amparan puedan defenderla, pero el trastoque de género de su agresor ha cogido a los tribunales sin otra posibilidad que la de aplicar lo que dice la Ley sin más historias. Por eso, el caso de Cris, cuyo maltrato estaba siendo juzgado por un tribunal de Violencia de Género, está ahora en manos de uno de Instrucción (el nº 15 de los de Sevilla) al inhibirse el primero tras la certificación registral de Cádido en Candi. Así de simple.
Cris tiene al menos la satisfacción de que la orden de protección tan necesaria para ella y sus hijos se ha podido rescatar del Juzgado de Violencia y establecer ahora por el Juzgado de Instrucción. Ya sólo queda que se encuentre a Candi que tiene tres órdenes de busca y captura y, sobre todo, que el Tribunal Constitucional diga qué hacer con tipos como él o como ella.
Nani Carvajal es directora y editora de Mujeres del Sur
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