Por Guillermo Busutil.
La guerra es también de las mujeres. Siempre lo ha sido en el frente de batalla, firmes en la batalla y en su arrojo. El coraje de las mujeres ha cicatrizado siempre tragedias, hogares destruidos, la crueldad de la violencia y de las violaciones, todos los rostros de las derrotas y sus heridas, el valor y la cobardía de los hombres.
No existe contienda en la memoria en la que ellas no hayan sido la fuerza, la resistencia, el camino hacia adelante, la entrega para sobrevivir al dolor y abrigar la vida, la confianza y el combate. Las vemos admirables en esta guerra de la soberbia y de los nacionalismos exacerbados, de la vergüenza del miedo y de la amenaza de la locura que a todos y a todas nos convierte en víctimas. Nos dice a los ojos Que la fiesta se ha terminado.
El horizonte es de plomo y de niebla de grises, pero si hay un futuro sin duda alguna es mujer, es mujeres, es su ejemplo, su pulso en el campo de batalla por aquello en lo que creen que es su casa, sus calles, su libertad por la ventana, y su ánimo en callo a favor de la vida a pesar de todo. Esa es la Esperanza.
Guillermo Busutil es premio nacional de Periodismo Cultural
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