.-Salmerón ha entrado este jueves por la mañana en el centro de inserción social de Sevilla de Alcalá de Guadaíra.
.-Tiene que cumplir una pena de nueve meses por desobediencia al no permitir a su marido –condenado por violencia machista– visitara a su hija.
.-La madre sevillana lleva más de 20 años sufriendo la acción de una justicia que no ha respetado el deseo de una hija de no ver a su padre.
.-Organizaciones feministas denuncian las incidencias procesales ante su solicitud de suspensión de la pena, así como los obstáculos que enfrentan a las mujeres víctimas de violencia de género.
María Salmerón ha ingresado esta mañana, de forma voluntaria, en el centro de inserción social de Alcalá de Guadaira (Sevilla). Pese a haber pagado los 3.000 euros en concepto de responsabilidad civil que se le exigían para indemnizar a su ex marido, disponer de miles de firmas de apoyo a su indulto y presentar varios recursos para evitar la prisión desde hoy tiene que afrontar la pena de nueve meses de cárcel por incumplir el régimen de visitas de su hija con su ex marido. Un hombre que jamás ha estado entre rejas a pesar de haber sido condenado a a 21 meses de cárcel por haberla maltratado.
«PESE A TODO, MARÍA HA SALIDO VICTORIOSA«
Comunicado de solidaridad con María Salmerón emitido por ENCUENTRO FEMINISTA DE MONTEQUINTO Y LA PLATAFORMA DE APOYO:
La justicia patriarcal, desde ese posicionamiento rígido de “la norma” como
precepto a seguir al pie de la letra sin tener en cuenta ni siquiera el espíritu de la misma,
amparándose en leyes que interpretan desde su concepción conservadora y
masculinizada, aunque sean juezas o ministras, han llevado a la cárcel a una inocente
mientras su agresor se libró de pisarla y además recibió 3000 euros de indemnización. En
este país la violencia de género sale a veces tan barata como eso, no solo no lo
penalizan, sino que le pagan
Pero María ha salido victoriosa, aunque haya perdido mucho, nada menos que
veinte años de una vida tranquila, en este desigual duelo que ella en principio era la más
vulnerable por mujer y por rebelarse contra el mandato.
Y digo más: ha salido victoriosa triplemente victoriosa porque ha logrado el objetivo
inicial que la llevó a desobedecer las imposiciones legales para alejar a su hija de un
padre maltratador al que no quería ver. Junto a María, Miriam ha crecido en un espacio
amoroso que le ha ayudado a convertirse en una mujer equilibrada, madura y con las
cosas muy claras. Ese es el mayor premio que María ha recibido por escuchar a su hija,
responsabilidad también de la justicia pero que no se cumplió.
En segundo lugar, María no ha estado sola, ha generado olas de solidaridad y se
ha visto apoyada y sostenida por gente diversa de los espacios cercanos, de todo el país
incluso de fuera de España y ha logrado un grupo de amistades en quienes confiar y
descansar que no tiene precio.
Y el tercer motivo es que María ha sido un ejemplo a seguir, ahora que la ley avala
su conducta, para impedir que un hijo o una hija sufra la compañía de un padre
maltratador que por acción u omisión le hace daño.
Para terminar, decirle a María que mucho ánimo y seguimos aquí apoyándola y que
puede contar con nosotras para lo que necesite. Mientras, seguiremos haciendo activismo
por su causa que es la nuestra, por ella y por todas las mujeres que a la violencia de
género recibida sumen la violencia institucional por parte de la justicia u otros poderes del Estado.