LA ACTIVISTA FEMINISTA IRANÍ SE ENCUENTRA ENCARCELADA EN IRÁN
Por Pepa G. Jaén
El Premio Nobel de la Paz se ha concedido este año 2023 a la activista iraní por los derechos de las mujeres Narges Mohammadi de 51 años, por su “lucha contra la opresión de las mujeres en Irán” y la promoción de “los derechos humanos y la libertad de todos”. Mohammadi cumple una pena de más de 10 años de prisión en el penal de Evin, en Teherán.
El Nobel de Mohammandi reconoce al mismo tiempo la labor de todo el movimiento en defensa de las mujeres en Irán y confía en que este movimiento continúe y no sea derrotado: “Queremos dar el premio para animar a Narges Mohammadi y a los cientos de miles de personas que han estado clamando ‘Mujer, Vida, Libertad’ en Irán”, ha dicho la presidenta de la organización Berit Reiss, en alusión al lema de las protestas lideradas por mujeres entre septiembre de 2022 e inicios de 2023 que cristalizó el 16 de septiembre de 2022 por la muerte bajo custodia policial de la joven de 22 años, Mahsa Yina Amini, que tres días antes había sido detenida, acusada de llevar mal colocado el velo.
Mohammadi era una de las favoritas para el premio y partía en cabeza de una lista final de seis nominados —de un total de 351 candidaturas—, que también incluía a la activista afgana Mahbouba Seraj, al Tribunal Internacional de Justicia, los activistas por los derechos de los pueblos indígenas Victoria Tauli-Corpuz y Juan Carlos Jintiach, al diplomático Kyaw Moe Tun y el Consejo Consultivo de Unidad Nacional de Myanmar y al Human Rights Data Analysis Group (HRDAG), una organización que documenta datos sobre violaciones de los derechos humanos.
El Nobel de la Paz, dotado con alrededor de un millón de dólares, se entregará en Oslo el 10 de diciembre, aniversario de la muerte del industrial sueco Alfred Nobel (1833-1896), quien fundó los premios en su testamento de 1895.
Es difícil que Narges Mohammadi pueda recoger el premio ya que el Gobierno de Irán ha calificado de “acto político” y de “medida de presión” de Occidente la concesión del galardón a la activista, según un comunicado del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Naser Kanani, citado por la agencia Efe.
La Nobel de la Paz 2023 comenzó su labor en favor de los derechos humanos en la universidad, mientras estudiaba Física e Ingeniería. Desde entonces, hace más de tres décadas, ha reclamado la igualdad de derechos de las iraníe y denunciando las violaciones de los derechos humanos en irán, especialmente respecto a los presos de conciencia y las minorías. También ha abogado por la democracia, las elecciones libres y la abolición de la pena de muerte en su país. En 1998 fue detenida por primera vez. En los 25 años transcurridos desde aquella primera condena, “el régimen iraní la ha arrestado 13 veces, condenado cinco veces y sentenciado a un total de 31 años de prisión y 154 latigazos”, ha subrayado la presidenta del Comité noruego.
La activista iraní ejerció también como portavoz y vicepresidenta del Centro de Defensores de los Derechos Humanos (DHRC), fundado por otra Nobel de la Paz, la también iraní Shirín Ebadi —clausurado en 2008 por el régimen—, una organización en la que contribuyó a prestar asistencia jurídica gratuita a presos de conciencia.
El precio que ha pagado Mohammadi por su compromiso con los derechos humanos ha sido tremendo. Su trabajo y su carrera en el ámbito de la ciencia y la tecnología —en 2009 fue despedida del organismo estatal en el que trabajaba—; su libertad —lleva entrando y saliendo de prisión los últimos 12 años— y su salud —ha sufrido varios ataques al corazón en la cárcel, donde se le ha negado la adecuada asistencia médica y se la ha mantenido en aislamiento durante largos periodos, según Amnistía Internacional—. El régimen iraní le ha arrebatado sobre todo el ver crecer a Ali y Kiana, sus mellizos de 16 años, a los que hace ocho años que no ve y que viven en el exilio en Francia con su marido, a quien tampoco ha visto en persona desde hace 10 años.
Pero desde la cárcel sigue manteniéndose firme en sus principios y el pasado 16 de septiembre, cuando se cumplió un año de la muerte de Mahsa Yina Amini y del inicio de las protestas contra el régimen en Irán, Mohamamadi quemó su velo en el patio de la cárcel. Sobre la muerte de la Masha Amini. y la represión de las protestas, la periodista iraní escribió:
“Nadie debe permanecer en silencio ante tanta crueldad”,
«Estamos luchando por un cambio histórico desde la República Islámica de Irán a un gobierno secular, basado en los derechos humanos y la democracia. Permitidnos continuar nuestros esfuerzos; que la resistencia y la lucha vayan de la mano del amor y del amor por la vida. Sigamos en pie. Sigamos luchando, demos un paso cada vez y preparémonos para los siguientes”, añadió.
Esa y otras protestas en apoyo de las manifestantes le han valido la apertura de seis nuevas causas judiciales contra ella en siete meses y han añadido ya dos años y tres meses a su condena inicial. Narges Mohammadi recibe nuestras felicitaciones por el premio Nobel de la Paz, merecido por tu trayectoria y dedicación. No estás sola, las Mujeres del Sur te acompañan en tu lucha.
Pepa G. Jaén es geógrafa, feminista, activista por el clima y fundadora de la Fundación María Fulmen.