Por Inés Bonilla
UN COMPROMISO SOCIAL URGENTE CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA
EL MACHISMO NO REPARA EN LA EDAD. CADA VEZ SON MÁS JÓVENES LAS VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA SEXUAL
Devastador este nuevo asesinato de una menor ocurrido ahora en Alcalá la Real (Jaén) ¿Crimen sexual, crimen de género? Ya se aclararán las circunstancias. Lo cierto es que cada vez son más jóvenes tanto las víctimas como sus asesinos y que hasta que la sociedad no vea estos crímenes como un fracaso de todos y todas… no tendremos bien enfocado el problema, y mucho menos la solución.
La víctima siempre tiene difícil la identificación de su caso. Si hablamos de maltrato, la primera dificultad procede de su inmadurez e inexperiencia, de la dificultad de discernir y, sobre todo, de identificar lo que te ocurre en el día a día. En segundo lugar por que el avance del proceso de maltrato es tan gradual y sutil, que hace que la víctima se acostumbre a los pequeños pero inexorables cambios, y no los detecte como un empeoramiento de su situacion, que es lo que podría hacer que saltaran sus alarmas. Y en tercer lugar, porque el maltratador sabe como confundir y aislar a su víctima desde el comienzo, con lo que se asegura la desconfianza que ella va a tener de todo su entorno, sea familiar o social, y que hará que no comunique nada al mismo. Es más, si recibiera alguna apreciación de parte de familiares, amigos o compañeros, ella lo entendería como una interpretación errónea de los demás debida al desconocimiento o intencionalidad maliciosa.
La primera y la segunda condición sólo pueden eliminarse con la educación y el conocimiento, no sólo en el entorno familiar, sino también en el educativo y hasta en el sanitario. Hay que enseñar a las niñas y adolescentes, hasta aburrir, qué cosas pueden ser tolerables en una relación, y cuáles no deberíamos tolerar nunca. Pero la tercera condición sólo puede ser superada con la implicación sin reservas de todos los entornos de las víctimas: su familia, sus amigos, y sus compañeros de actividades y aficiones.
Hay que permanecer «ojo avizor», y si detectamos cualquier detalle o actitud que pueda hacernos pensar que esa relación perjudica a la mujer, hay que evidenciarla, comentarla, y sacarla a la luz. Y hacerlo sin miedo al error, y sin miedo las críticas ¡Siempre se puede pedir disculpas y superar cualquier mal entendido.
Estoy segura de que trabajar en esto último sería el camino más rentable para evitar los asesinatos machistas. Pero eso requiere la valentía y el compromiso de todos y cada uno de los individuos que componen la sociedad, y desgraciadamente estas dos características, valentía y compromiso, están a la baja en nuestros tiempos. Así es muy difícil…
Inés Bonilla es bióloga