«LA VIOLENCIA DE GÉNERO ESTÁ NORMALIZADA POR EL PODER«
.- Dirige desde hace 11 años el programa feminista «ELLAS PUEDEN» en RNE 5, líder de audiencia de la cadena los fines de semana.
.-«El programa crece porque el feminismo ha irrumpido en la sociedad, como se manifiesta a diario en los medios», dice.
.- Asegura que el caso Rubiales demuestra que «ELLAS PUEDEN»: «No es que las feministas le tengamos manía. Es que el delito esta ahí, haga lo que haga la víctima».
.- «Soy feliz porque en mi vida he podido aunar mis dos temas vocacionales: el periodismo y el feminismo».
Por Nani Carvajal
Lo dice sin tapujos, como todo: «Soy feliz porque combino en mi vida el periodismo y el feminismo, lo que me produce mucha satisfacción porque son mis dos temas vocacionales». Pero Marta Pastor reconoce que hacer periodismo feminista no es lo mismo que hacer periodismo deportivo, o periodismo político a secas.
M.P.: -«Aquí hay una implicación. Es muy difícil hacer periodismo feminista sin ser feminista, sin sentir la causa. Además, lo de ser periodista no es como el moreno, no se te quita nunca y lo de ser feminista tampoco, o sea, que hay que seguir trabajando.»
Y así, trabajando, Marta Pastor lleva muchos años, toda una carrera periodística desarrollada prácticamente en Radio Nacional de España. Su huella como directora, presentadora o redactora ha estado presente en programas como ‘Cita con’, ‘De la Noche al Día’, ‘El Ombligo de la Luna’, ‘Imaginario’, ‘5.0’ o ‘La Noche en Vela. Pero la joya de la corona es «Ellas Pueden».
M.P.: -«Pues mira yo te voy a explicar cómo nace. Esto nace ha once años, de un proyecto que presenté reiteradas veces a la dirección de la cadena pero que, en ningún momento, me daban el plácet. La última vez que lo hice estaba de director de Radio Nacional Manuel Ventero. Le expliqué que se trataba de un programa para visibilizar a las mujeres, para hablar de igualdad de género, un programa integrador de todos los tipos de mujeres que había en ese momento trabajando por la igualdad y por el feminismo, dentro de los diferentes mundos y sectores que hay en la sociedad y que en él se hablarías de todo aquello que les preocupara a las mujeres».
«Y resultó que a Ventero le sonó bien», añade. «El me dijo que no creía que fuéramos a tener mucha audiencia porque el feminismo es un asunto que hace 11 años preocupaba poco. Entonces no éramos muchas, se nos veía como señoras raritas, no era un movimiento situado ideológicamente ni en la izquierda ni en la derecha, tampoco se asociaba a ningún partido político sino que era feminismo puro y duro, el de toda la vida… me dieron el plácet y ya iríamos viendo».
A Marta y a su equipo les costó Dios y ayuda conseguir que los primeros meses acudiera gente al programa. «Había pocas feministas de referencia y las que yo quería visibilizar en sindicatos, sectores empresariales y laborales -porque las había muy punteras- temían el rechazo de sus empresas», asegura. Poco a poco el tema fue calando. El primer año de su emisión no se consiguió la audiencia deseada. «Había que trabajar más», dice Marta Pastor, convencida de que lo que se presentaba como movimiento incipiente tendría que ir a más «porque era imposible que la sociedad siguiera manteniendo en el apartheid a las mujeres».
IRRUMPE EL FEMINISMO
No se equivocaba la periodista porque el feminismo irrumpió, y fuerte, en la sociedad y un programa de servicio público como «Ellas pueden» encontró su razón de ser.
M.P.: -«Siempre he estado convencida de qué antes o después esto iba a implosionar. El feminismo se iba a convertir, como ahora, en algo de diario. Y además, se hacía imprescindible dar visibilidad a muchos problemas, entre ellos, el de la violencia de género».
Aunque en RNE existe también un programa específico sobre la violencia de género que se llama «Tolerancia cero», el trato que se le da a esta lacra para las mujeres en «Ellas pueden» busca ir más allá de las propias víctimas e involucrar también a las mujeres en su día a día.
M.P.: -«Pretendo que no sólo sean las víctimas las que hablen de la violencia de género que han sufrido sino implicar, en este tema tan peligroso, a las mujeres en general: médicas, ingenieras, reponedoras, bibliotecarias… A todas las que pasan por el programa les pregunto siempre sobre la violencia porque es muy importante conocer la opinión de la calle y de las expertas».
M. del S.: -A partir de la experiencia que ha acumulada a lo largo de estos años ¿cree que es eficiente el tratamiento que desde el poder se da a este gravísimo problema?
M.P.: -«De ninguna manera. Por hablarte de aspectos concretos, en el tiempo que llevo trabajando y practicando el feminismo, que es toda la vida y haciendo el programa 11 años, jamás ningún secretario de Estado ni ninguna ministra de Igualdad ni ninguna autoridad del Gobierno central ni ninguna autoridad autonómica, se han molestado en acercarse a un funeral o al entierro de alguna de las víctimas. Como mucho y si van, suelen ser miembros de ayuntamientos donde se han producido las agresiones machistas».
DESAFECCIÓN POR LAS VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Conocedora de primera mano de la tremenda realidad de la violencia sexual que azota a millones de mujeres en todo el mundo y a decenas cada año en nuestro país, Marta Pastor se muestra rotunda: «La desafección del poder hacia las víctimas es tremenda», asegura. «Escriben un tuit, se dan golpes de pecho -si es que se los dan- y hasta la próxima».
M. del S.: Quienes tienen la responsabilidad de atajar la violencia machista se quejan de que la sociedad no se implica lo suficiente para denunciarla. ¿Lo cree así?
Marta Pastor: «Lo que sucede es que la sociedad tiene normalizada la violencia de género porque el poder la tiene normalizada y eso es verdaderamente vomitivo».
M.P.: –«Durante los años del plomo, una de las cosas que más visibilizó e implicó a la sociedad contra el terrorismo fue que dejaran de enterrar a las víctimas por las noches y lo hicieran por la mañana», asegura. «Y que el funeral contara siempre con la presencia de una autoridad del Estado, delegado del Gobierno, ministros/as, secretarios/as de Estado, es decir, con autoridades. Por lo menos que vayan», añade.
La consideración y el trato que reciben las víctimas del terrorismo machista por parte de las autoridades es, como pone de relieve la periodista de Radio Nacional, a todas luces bien distinto del que recibe el victimario de otros tipos de terrorismos como el político-nacionalista, religioso, antisistema o callejero.
-«A mí me gustaría que la ministra de Igualdad se sentara con la familia de las víctimas al día siguiente del asesinato, y acudiera al sitio como hacemos los periodistas, y la gente viera cómo desde el Gobierno se vive el dolor más profundo». Insiste en que no es solo el la aflicción por la víctima, «que ya es mucho quitarle la vida a una persona, sino que ahí queda el drama de la familia, las amistades y el peor, el de los hijos: no olvidemos que su madre ha sido asesinada y que su padre es el asesino.»
–«La tragedia humana que se produce por la violencia de género es impresionante, lo más duro que he visto y vivido en mis muchos años de profesión».
Precisamente este verano ha sido uno de los más negros para las mujeres en cuanto a feminicidios y, a día de hoy, ya son 44 las víctimas de la violencia machista en lo que va de año. A su pesar, Marta Pastor tiene siempre presente este drama en sus micrófonos de la radio y no es parca en su denuncia, como tampoco lo es a la hora de abordar otros graves problemas relacionados y su incidencia en las mujeres.
M.P.: -«Las autoridades hablan y hablan y hacen una utilización constante de la foto pero es muy duro constatar que, por ejemplo, de todas las reuniones que ha habido del Comité de Crisis contra la Violencia de Género no conozcamos ninguna conclusión eficaz».
Le cuesta a la periodista madrileña esconder su enfado cuando hablamos de la impotencia que se siente cada vez que se produce un caso de violencia de género y de la desafección del poder ante estos asesinatos. Ella recalca que deja también mucho que desear la atención que reciben las familias de las víctimas. «Me gustaría ver al presidente del Gobierno acercarse a los familiares, o a cualquiera de las ministras o, al menos, a algún secretario de Estado», dice.
-«¡Toma, y a mí!», le respondo.
RADICALIDAD Y ODIO EN EL FEMINISMO
(Izq.: Feministas cargan contra Irene Montero por su Ley Trans./ Dcha.: La ministra celebra la aprobación de la Ley junto a la activista trans, Mar Cambrollé el 16-2-2023)
Profesionalmente especializada en redes sociales y acostumbrada a tomar el pulso de la calle, Marta Pastor considera que el repunte que estamos viviendo en agresiones sexuales a mujeres y niñas tiene mucho que ver con «las cosas que ha pasado» en los últimos cuatro años en el nuestro país.
M.P.: -«En el ministerio de Igualdad han tenido el presupuesto más alto de su historia pero no hemos visto resultados. No sabemos en que se lo han gastado, será en sus sus cosas. Además, han generado una radicalidad dentro del feminismo que suscita odio y, si ya lo teníamos difícil para la implicación social, ahora está siendo peor».
–«Han abierto la caja de los truenos»
-«Han hecho leyes borrando a las mujeres, dejándolas en una situación de incertidumbre con respecto a los hombres, ya no se es mujer sino persona menstruante, por ejemplo. Han llegado incluso a insultar gravemente a feministas en reuniones, de viva voz… en definitiva, un caldo de cultivo estupendo para que esa violencia de género en vez de ir a menos vaya a más. Y eso es extremadamente grave porque…»
–«…cualquier cosa que se haga desde el poder impregna inmediatamente a la sociedad».
RUBIALES Y SU DIMISIÓN
Son infimitos los asuntos que se pueden abordar con una periodista radiofónica especializada en feminismo, a sabiendas de que su interés se acrecienta al sellar cada una de sus respuestas con una tajante visión de género. Imprescindible, por tanto, conocer su opinión sobre otro de los temas recurrentes del verano: El beso robado del ex presidente de la RFEF, Luís Rubiales, a la jugadora de la selección nacional, Jenni Hermoso, tras ganar España el Mundial de Fútbol, que ha desembocado por fin en la dimisión de sus cargos en la Federación y en la UEFA.
M. del S.: ¿Qué le diría a Luís Rubiales?
M.P.: » Pues que el hecho delictivo es clarísimo y como es clarísimo, te vas de la federación. Desde luego, la fiscalía tiene cosas que hacer contigo y no sólo por lo del beso».
Para Marta Pastor, Rubiales cayó en picado «desde el minuto uno, además de por el beso por la frase del piquito, con el agravante del gesto obsceno en un palco con la reina y la infanta», dice. «La besó sin su consentimiento y ella dijo que no le gustó. Un jefe no puede hacer eso: es su subordinada y además está coartada por las circunstancias que en ese momento eran importantísimas y sobre todo en público. Tiene además el agravante de abuso de superioridad, pues al tratarse del presidente de la REFE si dice que Jenny hermoso no juega más, Jenny hermoso no juega más».
-«El hecho es de tal gravedad -añade la periodista- que aquellos que dicen que a las mujeres de España no se nos puede tratar para quitarle importancia se olvidan de que ha sido portada de buena parte de la prensa internacional, desde el Times al Daily Telegraph, pasando por L’Équipe y tantísimos otros. Todo estos medios han reflejado que este tío es un impresentable, un machista y ha cometido una agresión sexual clara».
GENERAR LA VÍCTIMA PERFECTA
Uno de los rasgos más importantes del machismo que se ha puesto de manifiesto en este caso, resalta Marta Pastor, es el de generar la víctima perfecta, la mala víctima. «Es que ella – Jenni- después se fue de fiesta, dicen. ¡Como si se va en globo!», aclara.
M.P.: -«El delito está ahí, y ha entrado en vía judicial. Fue un beso sin consentimiento en una situación pública con poder, a una subordinada. Da igual lo que haga después la víctima. Algunos lo han querido centrar en que aquí el feminismo, en España, es muy exigente, y que el asunto en sí no tiene tanta importancia. ¡Pues fíjate si la tiene que el tema lleva dando coletazos desde el 23 de agosto y por fin ha terminado con la dimisión del ínclito!»
-«Para mí da igual que la víctima denuncie o no denuncie, porque la víctima en estos casos es sagrada, está donde tiene que estar y hace lo que le da la gana: si canta o baila no se es menos víctima por eso. Si a mí me roban el bolso por poner un ejemplo, y en vez de encerrarme a llorar me voy a una discoteca que pasa que no me han robado el bolso?».
Pastor ha visto también en todo este proceso una clara intencionalidad por parte de Rubiales para revictimizar a Jenni Hermoso. «Estoy convencida de que ha ido por ahí ‘repartiendo’ para se ensucie a la víctima. Da igual, yo le diría: haz lo que quieras, pero has cometido un delito y es por eso por lo que se te va a juzgar. A la víctima ya nos ocuparemos de limpiarla», añade.
M. del S.: A raíz del caso Rubiales se están desvelando otros parecidos también de acoso, especialmente en el mundo deportivo y en sus redacciones periodísticas. ¿Se ha perdido el miedo a denunciar?
M.P.: -«Este caso es muy lamentable y a la vez muy importante, porque ha permitido que se visibilice que ellas pueden. Cuesta muchísimo que salgan a la luz los numerosos delitos de acoso que se producen a diario y el beso robado de Rubiales está consiguiendo que otras mujeres cuenten su experiencia. Hay mucho silencio en el acoso porque el poder es muy fuerte. La presión y la agresión sexual están muy localizadas en las redacciones y en las empresas. Muchas mujeres están callando porque es muy difícil denunciar al jefe».
–«Yo creo que habría que trabajar más en una protección especial para que las personas que denuncian acoso no corran el riesgo de ser despedidas».
CARRETE PARA LARGO
A sus 65 años, la periodista poeta que se lanzó a hacer un programa feminista contra todo pronóstico de éxito y sin embargo hoy líder de audiencia asegura que todavía le queda camino por delante. Lo suyo «va para largo», afirma.
M.P.: -«Cuando me muera, me gustaría que en mi epitafio pusiera ‘hizo lo que pudo’. Porque hago lo que puedo todos los días, no sé si bien o mal pero lo hago, un poco en mi sector más cercano, otro poco a través del programa.»
Sin embargo hay algo que, aunque lo intenta, se le está atravesando: rematar su nuevo libro de poesía. «Escribo muy poco ahora porque la poesía necesita un espacio de paz y de tranquilidad que difícilmente se da en estos momentos», confiesa. «Veo que no lo termino nunca porque lo tengo que pulir y, como cada día pasa algo nuevo, pues cuando llegas a casa y te quieres poner un ratito estás que no puedes más. También tienes que atender la vida personal: mi padre, mis hijos, mi nieto… hay que disfrutar también de las buenas amigas», concluye.
Presiento y asumo que se nos quedan muchos temas en el tintero pero… mejor no le pregunto por la conciliación. Otro día será. Marta Pastor tiene «carrete» para largo.
Nani Carvajal es directora y editora de «Mujeres del Sur», «mujeresdelsur.es»
LOS LIBROS DE MARTA PASTOR:
Poesía: «Voces Nuevas», «Cuaderno de los Pájaros Azules» y «Calendario».
Blogbook: «El futuro es tuyo», en el libro colaborativo Responsabilidad Social Corporativa publicado en colaboración con la Secretaria de Estado de Igualdad, en el libro PERIODISMO 2030, sobre el futuro del periodismo.
LOS PREMIOS DE «ELLAS PUEDEN»
Uno de los que más satisfacción le han proporcionado a Marta Pastor, como directora del programa «Ellas pueden», ha sido el «Premio de Comunicación No Sexista» , de la Associacio de Dones Periodistes de Catalunya (2013).
En 2014, Marta Pastor ha sido considerada «Caso de Éxito en Diversidad de Género en Medios de Comunicación por el programa Ellas pueden» de la Consultora PwC.
En 2015 recibió el «Premio FEDEPE de Comunicación» por el programa «Ellas pueden» de Radio Nacional de España.
En 2016, recibió el premio «Reconocimiento del Gobierno de España por su lucha contra la Violencia de Género».
Es premio «Arhoe de Comunicación», por su difusión de horarios racionales y su trabajo en la corresponsabilidad y la conciliación.
Ha recibido el premio «AUTELSI», el premio Telecentros de la Unión Europea: el premio de poesía «VOCES NUEVAS» de Editorial Torremozas y el premio a «La periodista más solidaria con la igualdad de la mujer» que otorga la asociación Mujeres para el Diálogo y la Educación.