LA ESCRITORA NICARAGÜENSE QUE DEDICA SU RECIEN GANADO PREMIO REINA SOFÍA DE POESÍA A LA LUCHA CONTRA LA TIRANÍA EN SU PAÍS.
.-Es la segunda mujer nicaragüense que recibe este premio, el más importante de las letras españolas y portuguesas que concede la Universidad de salamanca.
.-Feminista y activista política, denuncia en sus poemas la corrupción de Nicaragua por la dictadura de Ortega.
.-Gioconda ha salido exiliada dos veces de su país por luchar contra las injusticias del gobierno sandinista y desde hace 3 años vive en Madrid.
Por Irene Cotrina
Poeta y novelista, Gioconda Belli es una mujer exiliada que, a pesar de haber sufrido las consecuencias de la dictadura nicaragüense toma postura contra la corrupción y el silencio y sigue dedicándose a la escritura. El reconocimiento que ha recibido al ganar el XXXII Premio de Reina Sofía de Poesía Iberoamericana es un gran honor que quiere dedicar a su país.
Belli ha sido seleccionada por su “expresividad creativa, libertad y valentía poéticas”, así como por su relevancia dentro de la cultura contemporánea de Nicaragua, pasando así a convertirse en la segunda mujer nicaragüense en recibir este título, después de Claribel Alegría en 2017. Ambas fueron las que iniciaron la renovación de la poesía en su país.
Este premio llega en un momento crucial para la escritora, que reside en Madrid desde el año 2020, ya que sufrió la represión del gobierno de Ortega y perdió su nacionalidad a mediados de febrero de 2023, como consecuencia de las protestas que estallaron contra Ortega en 2018 y que, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el régimen causó el asesinato de más de 360 personas.
Más tarde, se desató una fuerte represión política para mantener el poder que acabó con el destierro de Nicaragua de casi un centenar de personas entre las que se encontraban el escritor Sergio Ramírez y el periodista Wilfredo Miranda, colaborador de El País. Intelectuales, políticos, religiosos, activistas que trabajan en derechos humanos o medios de comunicación y feministas fueron acusados de “traición a la patria” y considerados “prófugos de la justicia”. Además de retirarles la nacionalidad, se les incautaron todas sus propiedades.
Pero el exilio actual no es el primero que ha sufrido la poetisa nicaragüense reconocida en nuestro país. En 1970, año en que comenzó a escribir sus poemas, ya se opuso a la dictadura de Anastasio Somoza Debayle y se integró en el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Durante la dictadura somocista, fue perseguida por la Policía, por lo que huyó a México y Costa Rica, hasta que, con el triunfo de la revolución sandinista regresó a su país natal, donde desempeñó varios cargos en el gobierno hasta que terminó renunciando para escribir su primera novela.
Hasta ese momento, Gioconda Belli había vivido en Managua, ciudad donde nació y en la que, con tan solo 20 años publicó sus primeros poemas en el semanario cultural de ‘La Prensa’. Dos años más tarde y gracias a su libro ‘Sobre la grama’, se hizo con el premio Mariano Fiallos de Gil de Poesía de la Universidad Autónoma de Nicaragua, uno de los más importantes del país. Desde entonces, la literatura y la política se han convertido en su modo de vida.
Sus comienzos en la poesía causaron revuelo en la sociedad porque hablaba sobre el cuerpo y la sensualidad. “Hablé de mi cuerpo y celebré mi ‘ser mujer”, explica la escritora. Esa es una de las características que más ha marcado la carrera de Belli como poetisa: la celebración del ser mujer y el gozo de tener un cuerpo femenino.
LA POESÍA DEL CUERPO FEMENINO
Feminista, activista política y pionera en hablar sin ningún tipo de tapujo sobre el cuerpo y el deseo de la mujer Gioconda Bell i-autora de ‘La mujer habitada’ o ‘El país de las mujeres’– rompió el patrón de la escritura sobre la sexualidad femenina. Al abrir las puertas del feminismo en la lírica, cambió totalmente el rumbo de la poesía iberoamericana. “El cuerpo de una mujer todavía es motivo de violencia, de discordia y de irrespeto. Yo reivindico la celebración que requiere, pues es un cuerpo bello y maravilloso que puede dar vida”, asegura la nicaragüense al diario ABC.
Sin embargo, su objetivo es cambiar la cultura lo que para ella también significa cambiar el lenguaje, y eso es en lo que está ahora practicando en sus obras.