UNA MUJER A LA QUE LE GUSTAN LAS PALABRAS
Sevillana de 38 años, pertenece a una saga de notables periodistas: Antonio Gamito, su abuelo, Gloria Gamito, su madre y Antonio de la Torre, su padre. Por eso a ella le gustan las palabras. Y los versos. Su última obra, “Memorias de una housekeeper” retrata la vida que lleva en Escocia desde 2015 con una enorme fuerza lírica. Su anterior obra ”Tickets”, refleja más colorido en su sentimiento y es que su vida dio un giro radical cuando el seis de junio de aquel año aterrizó en Edimburgo, justo a 2.800 kilómetros de Sevilla. Puede contar que ha sobrevivido junto a su poesía.
SIEMPRE HE ESCRITO POESÍA Y ME HE SENTIDO PERIODISTA
“En esta vida se paga hasta la risa”, así empieza Tickets, el primer libro de Gloria de la Torre. Periodista y diseñadora gráfica. Poeta que busca inspiración en lo cotidiano y persigue acercar la poesía a la calle. Perteneciente a una generación que está entre el extranjero y el SAE (Servicio Andaluz de Empleo), pero decidida a no perder su sonrisa sean cuales sean las circunstancias.
-¿Cómo se siente uno cuando ve su nombre en un libro?
-Siente un poco de vértigo. El hecho de que alguien te lleve en el bolso, te tenga en su mesilla de noche o te coja de su estantería te hace completarte. Tú realmente escribes con la vocación de llegar a otros, y ahí es cuando se completan. Yo escribo desde hace mucho tiempo, de hecho, Martín Lucía, que es el editor de Ediciones en Huida, llevaba dos años esperando Tickets. Pero lo que más me ha costado ha sido salir y decir: esto soy yo y esta es mi palabra.
-¿Qué es lo más difícil de escribir poesía?
-Para mí, eliminar lo que sirve de lo que no sirve; separar la paja del grano.
-¿Cómo es el papel de la mujer en el mundo de la poesía?
-Las mujeres seguimos estando atrás, seguimos perteneciendo a un colectivo que está pujando, pero que todavía, editorialmente, no ha alcanzado la igualdad con los hombres.
-¿Crees que es un problema social o un problema de la mujer?
-Creo que es un problema editorial por un lado, y un problema de apuesta por otro. También creo que es injusto decir que las mujeres escribimos para mujeres. Las mujeres escribimos igual que los hombres escriben, nadie ha cuestionado nunca que un poema de García Lorca o de Cernuda no puedan leerlo los demás. Por eso creo que es un problema editorial, porque las mujeres, a nivel poético, están pujando y están consiguiendo cosas y cada vez hay más voces femeninas.
CON LA POESÍA EL MUNDO ADQUIERE OTRA DIMENSIÓN
-¿Es un mundo difícil el de la poesía?
-Es un mundo en el que hay que llegar, hay que conocer, hay que ver dónde estás y hay que trabajar mucho, porque un libro de poemas no se hace solo, ni siempre se encuentra un editor que respalde lo que escribes ni lectores. Es verdad que la poesía es un campo en el que recolectar lectores tiene también su aquel. Es mucho más fácil desde la narrativa a nivel comercial, ya que se vende mucho más fácil novela que poesía.
-¿Crees que está valorada la poesía actual?
Depende de por quién y para quién. Es difícil para la poesía, a veces, llegar a la calle. Ciertos sectores sí que valoran la poesía, pero la generalidad de la gente se la pierde. De hecho, esa es una de las razones por las que yo escribo Tickets en los términos en los que lo escribo. Yo lo que quiero es trasladar la magia de la poesía a la gente normal que se la pierde por pensar que es aburrida o que no le están contando nada nuevo.
-¿Qué ganaría esa gente leyendo poesía?
–Arrancarse la venda. El mundo con poesía se ve de otra manera, la poesía tiene claves que nos ayudan tanto a interpretar el mundo como a hacerlo nuestro. Y creo que cuando no lees poesía te estas perdiendo una cantidad ingente de belleza que te rodea y a la que no le estás prestando atención. Con la poesía el mundo toma otra dimensión.
–¿Cómo pasas del periodismo a la poesía?
-No paso, son complementarios para mí. Escribo poesía desde siempre y he sido periodista sin saberlo desde muy pequeña. Para mí van, en cierta medida, unidos. A mí el periodismo me permitía contar la realidad en unos términos y con unas claves, y la poesía también me permite abordar la realidad, pero con otro lenguaje y con otras claves. Pero van muy parejos, de hecho, Tickets es muy periodístico, porque no pretende ser solamente un libro intimista de poemas, es más bien al exterior. Es un libro mío y de mis circunstancias, entendiendo por mis circunstancias el momento económico que estamos viviendo.
–¿Cómo te afecta a ti este momento económico?
-Pertenezco a una generación que no está dormida, no está perdida, pero que si está desposeída. Desposeída de todo aquello para lo que le habían educado. Me afecta muchísimo porque hay muchísimo talento yéndose por las alcantarillas de este país. Muchísimos profesionales de muchísimos ámbitos que no tienen las posibilidades de desarrollar sus carreras profesionales, que no tienen ni siquiera la oportunidad de obtener una remuneración económica por su trabajo, cuyas vidas permaneces atadas o a la de sus padres o al malvivir en un piso dependiendo igualmente de que te ayuden. Por eso me afecta, porque mi vida está paralizada mientras no tenga posibilidades económicas.
-¿Qué crees que tienes que decirle al mundo?
-Que sonría, que es gratis. Que la economía no te va a quitar la sonrisa, por lo menos a mí no me la va a quitar.
-Pero hay poemas pesimistas…
-Son las historias que escucho, aparte de mi historia. Yo te puedo decir “Hola, vivo entre el Infojobs y el Linkedin, el SAE es mi segundo hogar…” Pero es que aquí hay muchas historias de mucha gente. Desde los jóvenes que estamos bloqueados en nuestras propias existencias, hasta los mayores que también están viendo como sus hijos no pueden evolucionar, que sus nietos, que tendrían que estar aquí, ni llegan ni se les espera.
-¿Quién es Gloria de la Torre?
-Una mujer a la que le gustan las palabras.
-¿Qué crees que puede aportar tu poesía?
-Frescura, conexión con la realidad, honestidad, alegría y también, por qué no decirlo, diversión.
Por Roble Ramírez