LA POLICÍA TIENE ÓRDENES DE REPRIMIR «SIN PIEDAD» LAS PROTESTAS EN LA CALLE Y EN LA UNIVERSIDAD
- PESE A LAS AMENAZAS, CONTINÚAN LAS FUERTES PROTESTAS POR LA MUERTE DE MASHA AMINI CONTRA EL RÉGIMEN DE ALÍ JAMENEI
- YA SON MÁS DE 160 LOS MUERTOS POR LA REBELIÓN LIDERADA POR MUJERES, SEGÚN LA ONG ‘IRAN HUMAN RIGHTS’ (‘DERECHOS HUMANOS EN IRÁN’)
Por Miguel Walls
La intensificación de las protestas tras el fin del luto por la muerte de Masha Hamini es la tónica diaria en Irán, pese a las advertencias del régimen de los ayatolás de incrementar la represión ante las revueltas por parte las fuerzas del orden.
Después de mes y medio de protestas callejeras tras la detención y muerte de la joven a manos de la Policía de la Moral por llevar mal puesto el velo, mujeres y estudiantes han iniciado una rebelión imparable. Tan imparable como el rechazo del gobierno de Alí Jamenei a cualquier apertura en su fanatismo político contrario a los derechos humanos. La ONG ‘Iran Human Rights’ cifra en más de 160 las muertes en esta rebelión sin precedentes.
Mahabad está siendo una de las ciudades más castigadas por las cargas policiales durante la última semana. La muerte de un joven de 35 años a causa de la dura represión ha provocado un aumento de las protestas y un endurecimiento de las restricciones a la población.Las universitarias sufren la expulsión en sus facultades y residencias, así como el arresto de muchas de ellas. Es así como el gobierno del país intenta disolver, sin éxito, el epicentro de las manifestaciones.
El pueblo iraní sigue esperando una investigación de lo sucedido, según prometió el presidente del país, Ebrahim Raisi. Mientras, prosiguen los cortes de acceso a Internet y a otras plataformas como WhatsApp, Skype o Google Play. La represión es inevitable y en numerosos casos el uso de herramientas como perdigones, gases lacrimóginos o munición real engrosa la lista de fallecidos.
Entretanto, el movimiento de rebelión empieza a notarse con mayor fuerza en las universidades. Miles de chicas estudiantes salen en busca de un futuro mejor y se suman a la lucha por un país justo y libre. En las últimas jornadas, un colegio de niñas fue víctima de una entrada fortuita de las fuerzas del orden para desnudarlas y extraerles sus dispositivos móviles. En paralelo, miles de personas conmemoran el cuadragésimo día de la muerte de Masha Amini visitando su tumba al grito de ‘¡libertad!’. Asimismo, la quema de velos e imágenes del líder supremo con hogueras improvisadas en calles, plazas y avenidas empieza a ser una estampa habitual en un país que hasta ahora había sido callado y sumiso ante el poder.
El corte de suministro en la comunicación es el contraataque del gobierno de Irán para combatir las fuertes protestas que azotan el país en favor de una mejora de los derechos y libertades de las mujeres. En esta última semana también han comenzado los juicios en Teherán contra numerosos manifestantes por delitos de rebelión. El jefe de la Guardia Revolucionaria en Irán, institución encargada de mantener el sistema teocrático del país, Hosein Salamí, ordena la paralización de las concentraciones porque, considera, puede «arruinar el futuro de los jóvenes». Es el día a día de lo que pasa en Irán tras la muerte inocente de Masha Amini por abusos policiales. Las mujeres del país lideran el movimiento y toman las calles con fuerza. Son el grito de las que, como Amini, ya no están.