EL FEMINISMO ES UN TESORO
.-Dice la escritora catalana que el movimiento de emancipación de las mujeres «muere de éxito» por su «fuerza política, poder de convocatoria y prestigio moral».
.- Su potencial, añade, se topa con la oposición machista y de forma más sutil con el «entrismo» de otros movimientos que lo desvían de sus fines.
.- Fundadora y presidenta de honor de la asociación Clásicas y Modernas (2009), Freixas destaca la eficacia del asociacionismo de mujeres en los avances de la igualdad.
.-«Escribo para comunicarme con mi madre que era una gran lectora. Sentía que tenía que ser libro para que me escuchara. Pero sobre todo, escribo para calmar mi angustia», confiesa a Mujeres del Sur.
Por Nani Carvajal
escribiendo, como la niña de «El silencio de las madres», pluma y papel en mano, así se recuerda a sí misma Laura Freixas (Barcelona, 1958). Como prueba de vida, una vieja fotografía de cuando tenía 6 o siete años, disfrazada de enfermera y redactando algo sobre el sol. «Está claro que nací para escribir y no para ejercer profesiones médicas», reconoce.
LA GRAN DAMA DE LA LITERATURA DE MUJERES
Sesenta años después de aquel retrato la niña catalana ha publicado una treintena de obras, ha tocado todos los palos literarios desde el cuento al ensayo pasando por novelas, artículos y documentales y se ha convertido en la gran dama de la literatura de mujeres. Algunos de sus libros han sido calificados de obra maestra por la crítica y se ha ganado el prestigio internacional por su incesante actividad como especialista, investigadora, y promotora de la literatura escrita por mujeres..
M.S.: -¿Por qué toda una vida escribiendo?
L.F.: –«Tengo varias respuestas. Una es para continuar el diálogo con mi madre que era una gran lectora. Sentía que para que ella me escuchara yo tenía que ser libro y como no podía ser libro pues me dediqué a escribir libros. Mi madre también ha sido una gran lectora de mis libros. Nos comunicábamos a través de la lectura. Mi madre ya falleció pero yo sigo sintiendo que hablo con ella a través de los libros».
Tal era el grado de comunicación que madre e hija alcanzaban a través de los libros que, en su novela «A mi no me iba a pasar», totalmente autobiográfica, Freixas cuenta en un capítulo «cómo me peleé con mi madre a propósito de un cuento de Carmen Martín Gaite. Teóricamente estábamos hablando del cuento pero evidentemente nos estábamos refiriendo a nosotras.»
Pero Laura Freixas se guarda todavía un matiz «más inmediato y visceral» para la respuesta de por qué escribe: «Para calmar la angustia», dice con rotundidad.
L.F.: –«Yo soy una persona angustiada y tengo que hacer un esfuerzo para calmar esa angustia y lo que más me calma esa inquietud es escribir porque tengo la sensación de que, al escribir, transformo algo, no sé muy bien qué, en orden y belleza.»
Junto a su su obra narrativa, Laura Freixas ha desarrollado una intensa labor como estudiosa y promotora de la literatura escrita por mujeres. En 1996 coordinó y prologó una antología de relatos de autoras españolas contemporáneas, «Madres e hijas« (que lleva 15 ediciones), y en 2000 publicó el influyente ensayo «Literatura y mujeres«. En 2009 vio la luz otra antología de parecidas catracterísticas, «Cuentos de amigas«, y en 2015 recogió artículos, prólogos y otros textos en «El silencio de las madres y otras reflexiones sobre las mujeres en la cultura«.
PERTINAZ MIRADA DE GÉNERO
Si constante ha sido la escritura en su vida, la mirada de género del feminismo también la ha acompañado siempre. Más que ferviente defensora, Laura Freixas es una de las mayores especialistas de este país en literatura escrita por mujeres y ha expuesto sus investigaciones en las más prestigiosas instituciones y universidades del mundo. Se me ocurren tantas preguntas… que las suelto del tirón.
M.S.: -¿Es difícil hacer buena literatura con mirada de género? ¿El feminismo, mejora o perjudica una buena historia? ¿Se puede hablar de literatura militante dentro del feminismo o son conceptos opuestos? ¿Es especial la literatura de mujeres?…
L.F.: –«La perspectiva de género ni mejora ni empeora porque cualquier persona que escribe tiene una visión sobre el mundo, tiene sus ideas de las que puede ser más o menos consciente. Yo intento separar la narrativa del ensayo y, en ese sentido, no hago una literatura militante ni lo pretendo ni la quiero hacer. Pero pienso por ejemplo, en una grandísima escritora como es Claris Lispector que no no era feminista y sin embargo sus textos están llenos de lo que ahora llamamos perspectiva de género es decir, no hace falta que sea algo consciente y deliberado. Como decía Luce Irigaray: soy una mujer y escribo con lo que soy».
«No podría escribir de otra manera»
La autora de «Último domingo en Londres» (1997), «Entre amigas » (1998), «Amor o lo que sea» (2005) y «Los otros son más felices» (2011), asegura que su escritura está marcada por lo que es: haber nacido en Barcelona, vivir en el siglo XX y en el XXI, pertenecer a una determinada generación… «Aunque yo no quiera, incluso cuando una pretende superar, disimular, borra, negar esa pertenencia no lo consigue. Pienso en ‘Las memorias de Adriano’ de Marguerite Yourcenar, una novela situada en el siglo I después de Cristo, un libro empapado de cultura clásica y sin embargo por su planteamiento, -una biografía escrita desde el yo del biografiado-, es un libro completamente moderno.»
Tener ideas y exponerlas no tiene por qué perjudicar la ficción y Laura Freixas pone como ejemplo «Los Viajes de Gulliver» de Jonathan Swift, o las obras de Orwell «1984» y «Rebelión en la granja» y tantas novelas imaginativas, creativas, llenas de ideas que también «podrían haberse expresado en un ensayo», asegura.
LA IGUALDAD ENRIQUECE LA LITERATURA
Junto con un grupo de mujeres con inquietudes culturales Laura Freixas fundó allá por el 2009 la asociación Clásicas y Modernas para la igualdad de género. Fue su presidenta hasta 2017 y desde entonces lo es a título honorífico. A la asociación le dedicó muchas horas de su tiempo, mucho sacrificio y mucha energía y si tuviera que volver atrás dice que insistiría en fundarla porque está convencida del importante papel que desempeña el asociacionismo de mujeres en los avances de igualdad y derechos:
«La asociación Clásicas y Modernas me ha dado mucho, he aprendido mucho y sobre todo estoy absolutamente convencida de su utilidad».
Cree la escritora catalana y lo dice con satisfacción, que el avance de las mujeres en las últimas décadas ha permitido que una hornada de nuevas escritoras traten temas que antes estaban completamente silenciados y pone el ejemplo de la maternidad como experiencia: «No me refiero a los personajes de madre vistos desde fuera, sino a la maternidad en todas sus facetas, lo que incluye la nomaternidad, la maternidad impuesta, la maternidad frustrada, la imposibilidad de ser madre, etcétera etcétera. Esto visto desde las mismas mujeres, desde las madres o las madres en potencia es algo nuevo, algo que nos acerca a la igualdad».
Contundente en su reflexión, Laura Freixas sostiene que las conquistas de las mujeres están permitiendo modificar la representación del mundo. Si antes era absolutamente masculina ahora la hemos hecho más equilibrada. Pero no es sólo, dice, una cuestión de números, cuantitativa, también lo es cualitativa.
L.F.: –«Una literatura más igualitaria recoge otras experiencias y otros puntos de vista y por lo tanto, enriquece la literatura. En ese sentido me siento muy feliz y satisfecha de la pequeña parte de responsabilidad que he tenido en todo esto».
La escalada de las mujeres en la cultura es indudable, dice Freixas, y se manifiesta en la conciencia despertada en resposables de museos, bibliotecas, etcétera, que apuestan por la inclusión plena de las mujeres.
L.F.: –«Como todos los avances hacia la igualdad, no estamos ante un efecto automático de la historia sino del fruto del esfuerzo, de la reflexión, del activismo y del asociacionismo de las mujeres. Por supuesto está el esfuerzo de algunas con nombre y apellidos pero, sobre todo, y no son cosas incompatibles, el de muchas asociadas».
UN LIBRO ENTRE MANOS Y DOS EN MENTE
Desde principios de año Laura Freixas viaja por varios puntos de España presentando su última obra «A todos nos falta algo«, el diario que escribió en los años 2000 a 2002, y que ha transcrito «sin más corrección que revisar el estilo y ocultar algunos nombres». Dice con satisfacción que su trayectoria literaria ha cumplido buena parte de lo que quería.
«A todos nos falta algo» es el cuarto volumen de los diarios de la autoras, después de «Una vida subterránea« (1991-1994), «Todos llevan máscara« (1995-1996) y «Saber quién soy» (1997-1999) y está publicado por la editorial Tres Hermanas igual que los anteriores.
L.F.: –«Estoy bastante contenta. No he conseguido todo lo que quería pero me conformo porque creo que he hecho bastante de lo que lo que me había propuesto, y aún no he terminado. Ahora mismo tengo un libro entre manos del que sólo quiero decir que es autobiográfico, porque he descubierto que la autobiografía es lo que más me interesa, es el género en el que me siento más a gusto y, además, cuenta con muchos subgéneros: memorias, novelas autobiográficas, autoficción, diarios… También tengo otros dos en mente. Me siento en plena forma pero creo que con esto habré cerrado una trayectoria y puedo darme por satisfecha».
FEMINISMO Y ENTRISMO
Mira el mundo con ojos de analista, es optimista sobre sí misma y especialmente positiva y benévola cuando se refiere al trayecto feminista recorrido.
L.F.: – «Gracias al feminismo, gracias a esos 300 años en los que muchas mujeres de tantos países han reclamado la igualdad de diferentes formas, reclamado el sufragio femenino, la abolición de esa esclavitud que se llama prostitución, el acceso de las mujeres a todas las profesiones, la valorización de los cuidados, etcétera, gracias al feminismo hemos alcanzado muchos logros en igualdad y derechos. Los esfuerzos no han sido inútiles y en absoluto seguimos igual bajo otra apariencia. Me basta comparar mi vida con la de mi madre o con la de mi abuela y creo que la vida de todas nosotras comparada con la de nuestras abuelas nos permite tener la certeza de que hemos avanzado y hemos mejorado».
Consciente de las controversias actuales en torno al movimiento de mujeres, la escritora catalana es tajante:
«Creo que el feminismo está muriendo de éxito, a la vez que acechado por grupos que desde dentro pretenden apropiarse de su potencial».
L.F.: –«Muchas instituciones públicas o privadas, políticas o empresariales, y numerosos grupos de personas se han dado cuenta de que el feminismo es un tesoro porque tiene un gran poder de convocatoria, un gran potencial político un gran prestigio moral que nadie le discute, porque el objetivo de la igualdad nadie lo refuta ni siquiera quienes, de hecho, están trabajando en su contra pero de boquilla lo sostienen».
Todo ese potencial se lo han querido y se lo quieren apropiar otros movimientos y en parte, «por desgracia», asegura Freixas, lo están consiguiendo. Lo hacen, dice, a través de eso que se llama «entrismo»:
L.F.: –«El ‘entrismo’ consiste en introducirse en un movimiento que está teniendo éxito para desviarlo de sus fines aunque manteniendo el nombre, la etiqueta, la cáscara, y darle un contenido completamente distinto. Por ejemplo, defender la prostitución como una forma de libertad y emancipación de las mujeres, o defender la gestación subrogada y utilizar el eslogan ‘nosotras parimos nosotras decidimos’ para todo lo contrario, es decir para legalizar unos contratos que ponen el cuerpo de la mujer bajo el control del cliente. También se pretende cambiar el concepto de sexo, enturbiarlo, borrarlo: decir que las mujeres tienen derechos, sí, pero ¿quienes son las mujeres? ¿Cualquiera que lo desee?»
A esas corrientes entristas que distorsionan o difuminan a las mujeres Laura Freixas las acusa de «falsear» el feminismo, un movimiento centenario que hoy se enfrenta a dos graves amenazas, isniste: «El peligro de la extrema derecha que va de cara y sabemos lo que busca, y otro más insidioso que consiste en llamar feminismo a cosas que perjudican a las mujeres».
Puede decirlo más alto pero no más claro. No hace falta que insista en los detalles. Laura Freixas no decepciona ni cuando escribe ni cuando habla y como feminista histórica y compometida lo hace con absoluta libertad.
Nani Carvajal es directora y editora de Mujeres del Sur
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