.-«LAS MUJERES TENEMOS QUE SEGUIR VIGILANTES EN TODO MOMENTO PARA QUE NO NOS QUITEN NUESTROS DERECHOS», REIVINDICÓ LA CANTAUTORA CORDOBESA.
.-EL CONCIERTO, DE MÁS DE 1 HORA DE DURACIÓN, TUVO LUGAR EN EL EDIFICIO CAJA RURAL DE LA PLAZA DE LA MAGDALENA COMO ACTO CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO.
Por Miguel Walls
La Plaza de la Magdalena enciende sus farolas. Poco a poco, la tarde fría de un miércoles de noviembre se pasa a la noche, que obliga a abrigarse con chaquetones y alguna que otra bufanda por el viento que, en ocasiones, despeina el cabello. Quince minutos antes de la apertura de puertas para el concierto, un grupo de mujeres aguarda en la entrada del edificio Caja Rural. Unas, acompañadas por sus maridos. Otras, charlan con conocidas mientras miran sus relojes de pulsera con impaciencia. Entretanto, el resto de personas que pasean por este lugar preguntan curiosos a quienes esperan en la cola y de entre ellas, una mujer de avanzada edad decide quedarse.
A las siete y cuarto de la tarde se abren las puertas de Caja Rural para acoger a las mujeres que esperan con ansias esta audición. Una mesa con gran variedad de objetos recibe al público en el vestíbulo, antes de entrar en el patio de butacas. Un grupo de señoras se arremolina en torno a ella. Cogen pañuelos morados y se los colocan anudados al cuello. «¡Niña, coge uno! Estamos aquí para que dejen de matarnos, que no se te olvide», dice una de las asistentes a su acompañante. A la vez, varias de ellas reconocen sus rostros y se funden en abrazos en lo que parece ser un reencuentro de años. «¡No me había dado cuenta de que estabais aquí!», exclaman al unísono.
Un modesto y recoleto salón con un escenario ya preparado empieza a llenarse de personas que esperan a Lourdes Pastor. Destaca la presencia de mujeres como Mari Reyes Jiménez, secretaria de la Asociación Ocio y Salud, y Mari Ángeles Soler, presidenta de la Asociación Rosa Chacel. Ambas serán reconocidas con una rotonda y una calle en el distrito Cerro-Amate por el Ayuntamiento de Sevilla en sus luchas por los derechos de la mujer en la ciudad.
Al filo de las ocho de la tarde y tras una breve presentación, Lourdes Pastor aparece en el escenario entre aplausos. La cantante, natural de Puente Genil (Córdoba), es uno de los máximos exponentes del flamencofusión del momento. Un género que combina los palos de este arte a través del pop. Además de cantante, su trayectoria como activista feminista de la mano de su madre, Rafaela Pastor, la convierte en todo un referente que ofrece su voz en esta sevillana tarde de noviembre contra la violencia de género.
. ‘Martinete feminista’ es la primera de sus canciones interpretadas.«El martinete es el palo más duro del flamenco. Viene del dolor de la fragua, con el que quiero expresar el dolor de las mujeres», explica la artista.
Solo la voz y las suaves notas del guitarrista que en ese momento la acompaña bastan para reflejar ese sentimiento de dolor propio del martinete. Lourdes Pastor arranca una enorme ovación del público al finalizar la primera de sus interpretaciones. En un descanso previo a la segunda canción, ‘Recuerdos en la oscuridad’, la cantautora reivindica los derechos de la mujer y de las niñas, los cuales no habrían sido posible sin la lucha feminista. «Esta canción se la voy a dedicar a los niños y a las niñas que también sufren la violencia de género en sus casas», explica la cantante.
El concierto transcurre con normalidad. Los quejíos propios de la voz de la artista y una magnífica instrumental en directo provocan los aplausos y los vítores de las mujeres del público en cada una de las interpretaciones de Lourdes Pastor, quien interactúa con ellas entre canción y canción. Aprovecha para saludar a algunas mujeres integrantes de asociaciones, con las que comparte camino en la lucha feminista. Acto seguido, ‘Dame la libertad’, del lebrijano Juan Peña y ‘Andaluces de Jaén’, de Jarcha, son dos de las readaptaciones de Pastor en esta actuación donde la artista no olvida nombres inluyentes como Simone de Beauvoir, Chavela Vargas y Sor Juana Inés de la Cruz. De esta última recita, con su tan marcado acento cordobés, uno de sus poemas más destacados: ‘Siempre tan necios andáis’. Todo ello consigue emocionar a las asistentes.
El anuncio de su tercer disco, ‘La revolución a la vuelta de la esquina’, destaca por la exclamación unánime del público congregado. Con él, Lourdes Pastor expresa la importancia de la lucha por los derechos de la mujer, con los que «hay que seguir vigilantes en todo momento».
‘Palabra para Julia’, ‘María’ y ‘La mona lisa’ son tres de las canciones que prosiguen y marcan la recta final de la actuación. Previamente, Lourdes Pastor reflexiona sobre los valores y «los proyectos futuros que deben tener» las mujeres. Y la lucha empieza con ideas como la que reza en su tema ‘La mona lisa’:
«No me gusta el color rosa, no quiero ser tu esposa. No me vayas a decir que tengo que ser pa ti, porque podré ser yo de quien yo quiera, ni firmar papeles pa vivir encarcelá». Feminismo a golpe de canción.