
«CUANDO UNA VÍCTIMA DA GRACIAS A DIOS PORQUE TE CRUZASTE EN SU CAMINO, SE TE QUITAN TODOS LOS MALES»
.- Abogada especialista en violencia de género dice que aprende a diario de la resistencia que demuestran muchas de las víctimas e insiste en el derecho de todas las mujeres a vivir en paz.
.- Cree que el sistema judicial es patriarcal y machista por definición, y sus `profesionales están inmersos en él.
.- Su lucha feminista por la inclusión y la igualdad -junto con la de otras colegas- ha permitido cambiar el nombre de «Calle de los Letrados», frente a la Audiencia de Sevilla, por «Plaza de la Abogacía».
.- Este simbólico cambio de rótulo es una forma de visibilizar a las numerosas mujeres que ejercen de letradas, casi el 50% de la profesión.
.- Ahora y después de años de lucha, está a la espera de la sentencia que puede cambiarle también el nombre al «Colegio de Abogados de Sevilla» por «Colegio de la Abogacía de Sevilla».
Por Nani Carvajal

Es María Jesús Correa una mujer que aprendió a ser libre desde chica porque tuvo la suerte de nacer en una familia donde la educación y la libertad de expresión iban al unísono. Vino al mundo después de que lo hicieran su hermano y sus dos hermanas y no esconde su confianza en haber sabido transmitir a su hijo, de 21 años, sus propios valores, entre ellos, los feministas. «Es la prueba de que el feminismo también es cosa de hombres. Me gusta pensar que algo queda de nuestra lucha», dice, lo que me lleva a preguntarle si cree que es difícil cambiar -ya de mayores- la mentalidad machista de los hombres:
Mª Jesús Correa: -«Esta pregunta se contesta sola mirando a nuestro alrededor. Los hombres tienen que entender que su sitio ha cambiado, es otro, y tienen que saber encontrarlo. Si no les gusta, pues tendrán que aprender a desaprender, tal y como hemos hecho nosotras. Nadie dijo que fuera fácil, pero hay que poner interés para entender que la sociedad justa y democrática es feminista.»

Esta abogada sevillana, cosecha de 1970, articulista y colaboradora de Mujeres del Sur desde su sección «La mujer que mira», está especializada en violencia de género desde hace varias décadas. Rezuma convencimiento y lealtad en la lucha a favor de las mujeres y, no lo puede remediar aunque quisiera, su vida y su trabajo se funden a diario en el activismo feminista más complejo y espinoso, algo que duele a veces porque es duro ir de la mano de aquellas que sufren el machismo más violento, un día sí y el otro también.
Mª Jesús Correa: –«Mi trabajo me ofrece la posibilidad de ayudar a mujeres que están en situación de máxima vulnerabilidad como consecuencia del terrorismo de género. Es duro, porque este tipo de terrorismo tiene muchas aristas, y nunca se deja de aprender, pues los maltratadores nunca dejan de innovar. Pero en la mayoría de las ocasiones son las víctimas las que me enseñan algo. Es muy importante poner en valor la valentía de estas mujeres, y su resistencia, algo a lo que nos acostumbramos, y que no debería ocurrir. Las mujeres tenemos que poder vivir en paz aun siendo cobardes, porque vivir sin violencia es un derecho fundamental.»
Mujeres del Sur: – Acompañar y dar la cara por las víctimas de malos tratos en el descarnado proceso judicial puede a veces desembocar en situaciones imprevistas y difíciles de sobrellevar ¿Cómo compagina ese trabajo, duro emocionalmente, con su vida diaria?.
M.J.C.: –«Pues cuidándonos, porque la persona que las tiene que ayudar no puede sufrir más que la propia víctima. El bienestar emocional de las letradas redunda directamente en el bienestar de la mujer que está sufriendo violencia, porque a veces el sistema judicial se convierte en un laberinto, y tienes que cogerle de la mano y acompañarla. Se sufre, pero tiene también momentos de mucha satisfacción, y eso vale un mundo».
M.S.: -¿Qué siente cuando consigue que alguna de las víctimas supere ese laberinto judicial?
M.J.C.: –«Cuando una señora te dice que da gracias a Dios todos los días porque te puso en su camino, se te quitan todos los males, las fuerzas se te renuevan. Y si las resoluciones judiciales imponen justicia, pues se siente mucha satisfacción. Es muy bonito ver cómo salen del laberinto».

UN SISTEMA PATRIARCAL Y MACHISTA
Por su dilatada experiencia, Correa es una de las mejores conocedoras del tinglado judicial. Una maraña tan impregnada de machismo que trasciende sentencias, normas, criterios o resoluciones y se extiende al estatus y a la propia organización de todo el aparato legislativo. Sería inconcebible una entrevista con una abogada feminista como ella, de amplia trayectoria en violencia contra las mujeres, sin formularle la pregunta del millón:
M.S.: -¿Son los jueces tan machistas o fachas como dicen los políticos? ¿Y de las juezas, qué puede decirme?.
M.J.C.: -«No creo en esa afirmación. Juezas y Jueces hay progresistas y conservadores, pero en un sistema democrático eso no debería ser un inconveniente. Hablamos de un poder del Estado».
«Lo que es patriarcal y machista por definición es el propio sistema judicial, y los profesionales de la judicatura están inmersos en dicho sistema».
«Tal y como dije antes, hay que querer despegarse del patriarcado pegajoso y eso solo se puede hacer educando a la judicatura en perspectiva de género. Deben de tener la humildad y la inteligencia para entender que tienen mucho que aprender. La soberbia no ayuda en estos casos«, añade.

Ni la soberbia ni la prepotencia. Lo asegura Mª Jesús y tantas letradas que, como ella, ayudan a mejorar el mundo de las mujeres, un mundo en el caben defendidas y defensoras. En lo tocante a estas últimas, Correa y un grupo de colegas persiguen desde hace años, que la inclusión y la igualdad encuentren el hueco que merecen a escala profesional dentro de la logística jurídica, especialmente frente a estamentos que insisten en seguir afirmándose en masculino obviando las modificaciones legales que obligan a la no discriminación. Es lo que ocurre, por ejemplo, en el asunto del Colegio de (todavía) Abogados de Sevilla que se resiste a denominarse «de la Abogacía«, término que reivindican las letradas para sentirse incluidas.

DE LA PLAZA AL COLEGIO
M.S.: -Recientemente hemos sido testigos de un importante logro de las abogadas sevillanas que han consegiuido dejar de ser «letrados» para incluirse en el término «Abogacía», al menos en el rótulo de la plaza que está frente a la Audiencia, en el Prado de San Sebastián, antes «Calle de Los letrados de Sevilla» y desde el 18 de diciembre pasado «Plaza de la Abogacía de Sevilla». Vd. que ha sido la principal promotora ¿Cómo valora este logro?
M.J.C.: –«Es un reto conseguido desde el feminismo. Pero hay que aclarar que ni el Ayuntamiento ni el Colegio de (todavía) Abogados, han sustentado el cambio en la necesidad de un lenguaje inclusivo y no sexista, sino en el hecho de distinguir la palabra ‘Letrados’, como constaba en el antiguo rótulo, de los actuales Letrados de la Administración de Justicia. Hay una total incoherencia entre lo que dicen y sus actos, ya que hacen gala de un compromiso con la Igualdad que no demuestran con sus acciones.»

La rotulación de la «Plaza de la Abogacía» (18-12-2024), promovida por las letradas, aceptada por el Ayuntamiento de Sevilla y secundada por el Colegio de (todavía) Abogados fue calificada en su momento de «miseria machista» o de «tocomocho» contra las mujeres y en especial, contra las abogadas que la impulsaron. Mujeres del Sur lo definió como un «timo en toda regla. Una estafa a la igualdad en la que han participado al alimón el Ayuntamiento de Sevilla y el todavía llamado Colegio de Abogados de esta ciudad: «Este timo a la igualdad, disfrazado de reconocimiento a las mujeres, fue denunciado contundentemente por las asistentes al acto de nueva rotulación de la plaza en el que intervinieron además Mª Jesús Correa, el alcalde sevillano, José Luís Sanz, y del decano del todavía Colegio de «Abogados», Oscar Fernández».

Además, y para más inri, ambas instituciones eludieron en la difusión informativa del evento toda referencia a las mujeres letradas que había promovido el cambio de rotulación en aras de la igualdad. Mª Jesús Correa declaró a Mujeres del Sur que tanto el Colegio como el Ayuntamiento sevillano «se han querido poner una medalla en igualdad y lo que han demostrado es su machismo y su falta de respeto hacia una reivindicación histórica de las mujeres abogadas. Hago referencia a las notas de prensa emitidas posteriormente desde ambas instituciones, donde se invisibiliza y silencia a la única mujer que intervenía en el acto, que en este caso era yo, por ser la persona que había registrado la iniciativa del cambio de nombre de la plaza. Aun así, mantengo mis palabras de agradecimiento a Ayuntamiento y Colegio, a cambio, sólo pido coherencia.»

PRONTO HABRÁ SENTENCIA
Dentro del mismo frente abierto por la inclusión y visibilidad de las mujeres abogadas, que suponen casi el 50% de la profesión, las letradas sevillanas tienen su caballo de batalla en el cambio de nombre del actual «Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla» por el de «Colegio de la Abogacía de Sevilla». Una vieja reivindicación que tuvo que ser llevada a los tribunales hace más de dos años por la falta de voluntad local para adaptar la nomenclatura preceptiva, tal como lo han hecho ya en 34 instituciones similares, entre ellas los colegios de Madrid, Barcelona y Málaga.
La decisión para que el nombre del Colegio sea inclusivo está en estos momentos a la espera de sentencia. El 25 de julio de 2022, en junta general extraordinaria, se abordó el cambio legal obligatorio de la denominación, y se propuso por parte de la anterior Junta de Gobierno, con Óscar Cisneros como decano, una votación por entender que no era un mandato, sino solo una recomendación, decisión compartida por el decano emérito, José Joaquín Gallardo.
M.J.C.: –«El primer error fue votar algo que no era necesario porque va en contra de la legislación vigente. Yo sostuve que el cambio de denominación no había que votarlo, porque estaban obligados a cambiarlo ya que así lo mandata el ordenamiento jurídico específicado en el Estatuto General de la Abogacía. Se votó, a mano alzada, y ganaron los defensores del nombre tradicional, Colegio Oficial de Abogados. Hemos recurrido el proceso y estamos a la espera de que se pronuncien los tribunales.»

M.S.: -¿Qué se puede esperar? ¿Hay evolución en el Colegio?

M.J.C.: -«Veníamos del machismo más feroz, así que mejorarlo era fácil. Pero eso no significa que el nuevo decano no sea reacio al cambio. La prueba está en que estamos inmersas en un procedimiento judicial contra el propio Colegio. Ahí tienes la respuesta. Habrá que esperar a la Sentencia y, si fuera necesario, llegaríamos hasta las instancias más altas, inasequibles al desaliento, porque la razón y la legislación están de nuestro lado.»
La sentencia que marcará un antes y un después en inclusión en el seno del «Colegio de (todavía) Abogados de Sevilla» se espera con expectación entre la comunidad jurídica local. Si es positiva para las letradas será un logro más en el avance por la igualdad. Si es negativa, las abogadas recurrirán, tal como acaban de leer, hasta la última instancia. Eso lo tiene tan claro Mª Jesús Correa como que el feminismo no nace, se hace.
Nani Carvajal es directora y editora de Mujeres del Sur
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