«CUANDO CAE EL OTOÑO». Hélène y Marie-Claude
Por Carmen Jiménez
En cines desde el viernes 13 de septiembre
Dentro del marco de la VII Edición de la Noche del Cine Europeo, bajo el lema «Compartiendo las historias que amamos» y formando parte del Proyecto Viridiana, tuvo lugar en el cine Avenida el preestreno de «Cuando cae el otoño», que estará en las salas el viernes 13.
O lo que es lo mismo, la última propuesta del guionista, editor y cineasta francés, François Ozon, cosecha del 67, con notables y numerosos títulos en su haber, tales como «El tiempo que queda» (2005), «En la casa» (2012), «Frantz» (2016), «Gracias a Dios» (2018) o «Verano del 85» (2020), por citar sólo unos pocos.
En la sala, la titular del Consulado y del Instituto Francés de Sevilla y el de la de la Filmoteca de Andalucía, hicieron los honores de la introducción del filme y de la transmisión de las preguntas dirigidas al realizador – que entabló un estimulante coloquio, vía streaming, con la periodista especializada Begoña Piña y la traductora – por l@s espectadores-as.
La historia remite a dos amigas – la octogenaria Michelle y la septuagenaria Marie-Claude, enormes Hélene Vincent y Josiane Balasko– que llevan una vida aparentemente apacible en un pueblecito de Borgoña.
Pero la visita de la hija de la primera –estupenda y torturada Ludivine Sagnier, quien le trae a su nieto, adorable Garlan Erlos, para que pase las vacaciones con ella– y la salida de prisión del hijo de la segunda – excelente Pierre Lottin, Mejor Actor de Reparto en San Sebastián – sacan a la luz pasados ocultos y tensiones familiares no resueltas.
A todo ello se añade un accidente con unas setas presuntamente comestibles, que llevan a la hija a Urgencias y, a partir de ahí, se van desvelando las razones de un comportamiento hosco y hostil de esta hacia su progenitora y la decisión de no permitirle a su hijo quedarse en casa de la abuela porque «no estaría seguro»…
Esta firmante no hará spoilers. Sí les comentará que el director enfatizó su elección de dos mujeres mayores, invisibilizadas en los relatos fílmicos, como los personajes centrales sin clichés, ni lugares comunes al uso.
Sí les comentará que el director partió de una incidencia similar en una comida con setas cocinadas por una tía abuela suya, que estuvo a punto de acabar con toda la familia y que provocó graves sospechas de premeditación…
No podrá comentarles, en cambio, lo que declaró sobre la investigación que hizo sobre los hijos y las hijas de las mujeres con unos antecedentes similares a los de las protagonistas y sus reacciones ante ellos. Porque esto lo averiguarán cuando la vean.
Ni tampoco escribirá, por idénticas razones, las dudas razonables que pueden plantearse sobre las circunstancias y autoría de una tragedia sobrevenida a lo largo del metraje. Porque podrán resolverlas cuando la vean.
Pero sí que se mojará dejando constancia de lo mucho que le ha interesado la película, pese a ciertas insuficiencias narrativas, de las que incluso sabe sacar partido. De lo mucho que le han estimulado sus complejidad, lucidez y profundidad, contenidas en una puesta en escena muy sutil y sugerente.
De lo mucho, y bien, que cuenta, aunque no siempre resuelva, sobre la amistad, el paso del tiempo, la vejez vista en su aspecto más autónomo, inquieto y vitalista, las relaciones materno-filiales, las de abuela-nieto, los rencores, los desafectos, las lealtades y hasta las nuevas oportunidades que se proyectan en otra dimensión.
De lo mucho, y bien, que mezcla géneros, que sorprende, que narra episodios tan fuertes con la suavidad del satén. De lo mucho que incomoda a veces que no llegue hasta las últimas consecuencias de algunos hechos, pero que, pese a todo, te cautive tal ambivalencia. De…
Producción francesa, fechada en el año en curso, de 102 minutos de metraje. La escribe su propio director junto a Philippe Piazzo, guion que obtuvo el Premio del Jurado en San Sebastian. Su excelente fotografía está a cargo de Jérome Alméras y su muy ajustada banda sonora la firman Evgueni y Sacha Galperine. Del reparto, tan solvente, ya se ha escrito.
Entre el drama y la intriga, sugerente y contradictoria, absorbente y traviesa, ácida y divertida, paradójica y consecuente, es otra muestra más del talento, la seducción y la finura de espíritu del realizador francés, que no deberían perderse.
Escrito queda.
Crítica publicada en el Blog de Cine de Carmen Jiménez, «Sevilla Cinéfila»: https://sevillacinefila.com/