
«TRES AMIGAS»:
Del amor y sus complejidades
«Hermosa, inteligente, emotiva, sutil, encantadora, lúcida y reconfortante, no deberían dejarla escapar. O mejor dicho, ni se les ocurra perdérsela.»

Por Carmen Jiménez
Imaginen una película muy francesa, en el mejor y más excelente sentido del término, y muy universal. Imaginen una película que conjuga el verbo amar en todas sus variantes y complejidades, pero con el denominador común de un respeto, un mimo y una comprensión profunda por sus personajes.
Imaginen una película coral, pero con unas claras protagonistas y sus relaciones e interrelaciones mutuas. Imagínense una película que no cosifica a las mujeres ni estética, ni éticamente. Imagínense a unas mujeres que pueden encontrarse en la calle siendo, como son, tan singulares.

Imaginen una película de amores y desamores, de encuentros y desencuentros, de expectativas y desencantos, que está habitada por los más íntimos, y paradójicos, recovecos de las emociones y deseos humanos.
Imaginen una película que reivindica el trato entre personas que se atraen tanto como algunos encuentros sexuales gozosos y, se insiste, nada objetales. Imaginen una película que es también un elogio de la bondad, de la empatía y de la sororidad.
Imaginen una película, ambientada en la hermosa ciudad de Lyon, en la que uno de los personajes masculinos revela una virilidad alternativa, honesta, sensible y muy crítica con sus tics patriarcales y, en cuanto al resto, son francos con sus sentimientos.

Imaginen una película en la que la primera de las tres amigas prefiere la incomodidad de la culpa a mantener un vínculo conyugal, teniendo una hija, con un hombre cariñoso y atento al que ya no ama. A la segunda, a quien le ocurre lo mismo, pero opta por fingir afectuosamente y mantenerlo y a la tercera, amante secreta del marido de esta…
Imaginen una película en la que se muestra todo esto, sin juzgar a nadie. Imaginen una película en la que tres amigas se quieren y se apoyan de verdad. Imaginen una película, que es cualquier cosa menos previsible, en la que quien narra la historia es alguien de otro plano y hasta aquí puede leerse…
Ya no tienen que imaginar más, es esta que nos ocupa. Producción francesa, fechada en 2024, de 118 minutos de absorbente metraje. Escrita, junto a Carmen Leroi, por el actor, guionista y cineasta Emmanuel Mouret, cosecha del 70, que tiene en su haber títulos tan estimables como ‘Las cosas que decimos, las cosas que hacemos’ ( 2020) o ‘Crónica de un amor efímero’ (2022).

Muy bien fotografiada por Laurent Desmet, su banda sonora – compuesta también por preciosos temas de música clásica – la firma Benjamin Esdraffo. Destacar, entre un reparto en estado de gracia, a – sobre tod@s, ella – una espléndida India Hair.
Sin olvidar las notables composiciones de Camille Cottin, Sara Forestier, Grégoire Ludig, Damien Bonnard, Eric Caravaca y el siempre magnífico Vincent McCaigne.
Hermosa, inteligente, emotiva, sutil, encantadora, lúcida y reconfortante, no deberían dejarla escapar. O mejor dicho, ni se les ocurra perdérsela.
Escrito queda.
Artículo compartido, publicado en el Blog de Cine de Carmen Jiménez (15/7/2025), «Sevilla cinéfila»: https://sevillacinefila.com/2025/07/15/tre