SOBRE LAS DIFICULTADES DE VER Y ESCRIBIR SOBRE CINE CON GAFAS MORADAS Y ANIMALISTAS
Por Carmen Jiménez
Cuando, como en el caso de esta firmante, se tiene un doble compromiso como feminista radical abolicionista de la prostitución, de la pornografía, de los vientres de alquiler, de la discriminación, de la desigualdad, del borrado, de todas las violencias contra las mujeres y del género y como defensora de los derechos a la vida, al respeto, a la libertad y a la ausencia de torturas, abusos y explotación de todas las especies no humanas… ver cine no siempre resulta fácil.
Y no siempre resulta fácil por la insidiosa tendencia de tantos relatos fílmicos actuales, premiados y aclamados por la crítica, de arremeter contra tales principios en aras de unas pretendidas transgresión o modernidad.
En aras de unas pretendidas transgresión o modernidad, por muy irónico que resulte, se estrenan propuestas que revalidan, y hasta jalean, la inicua esclavitud sexual, como decisiones libres de las mujeres en entornos de proxenetas y clientes «amigables» con ellas.
Que revalidan tales llamados servicios, e incluso trabajos, como una transacción económica neutral e igualitaria. Que suscriben la cosificación, la violencia y la objetalización al límite del cuerpo femenino, al servicio de los deseos y fantasías masculinas.
Se estrenan propuestas que consideran algo natural el desprecio por la dignidad, la vida y los derechos de las especies no humanas. Que normalizan las violencias, abusos y asesinatos contra ellas, sin cuestionarlas y sin la menor crítica o empatía.
Incluso como algo incuestionable y objeto de bromas, risas o gags… Y hasta contemplando con ternura a quienes perpetran dichos crímenes –no considerados como tales y sólo ejecutados por el placer y la diversión de matar– al ser los protagonistas.
Porque no se trata sólo de que esas agresiones sean reales –que muchas veces, lamentablemente, lo son– o ficcionadas, sino cómo se las contempla sin ninguna compasión o sensibilidad, sino todo lo contrario, en una suerte de «naturalismo» que se pretende revolucionario…
Pocas opciones quedan más que no verlas, sabiendo por anticipado lo que vas a encontrarte, o abandonar la sala dando cuenta, como en esta entrada, de tal estado de cosas.
Escrito queda.
Artículo publicadado en el Blog de Cine de Carmen Jiménez, «Sevilla Cinéfila»: https://sevillacinefila.com/