«SI NO QUIERES FÓRCEPS… TE CORTAMOS MÁS».
Por Cristina Arboleya
En agosto del 2003, con una terible ola de calor, yo estaba embarazada de casi 9 meses. Mi hijo Alfonso debería de nacer el 1 de Septiembre pero la madrugada del 22 al 23 rompí aguas. Estaba sola en casa, mi marido estaba en Málaga trabajando. Sola y triste, a las 8 de la mañana lo llamé y también a mi madre, para decirles que me iba al hospital.
El primer mal rato lo pasé en el taxi porque el conductor me dijo: ‘No se le ocurra parir aquí‘. Le conteste que no se preocupara, que no se me ocurriría…
«Al llegar, lo primero fue una señora con un guante que metió la mano para ver la dilatación y yo me retorcí de dolor».
Al ver mi reacción me dijo: «Esto lo hago yo muchas veces y nadie se queja». Horas de monitores sin dejar pasar a ningún familiar. Paso después a paritorio y un enfermero se me sube encima para que el niño salga, y al ver que no salía, el médico coje los forceps. Le digo que eso no lo use con mi hijo, y me responde:
Bueno da igual… te cortamos más.
Habían pasado 37 horas desde que rompí aguas y yo no entendía porque no me hicieron una cesárea pues el niño estaba ya sin líquido. Pero, felizmente, mi Alfonso nació bien, y sin forceps.
Cuando me devuelven a la habitación aparecen 3 médicos preguntándome si me duele la cabeza. Les digo que no y me dicen que es raro porque tengo la tensión muy alta, ¡altísima! Pero no me dicen cuánto. Me tuvieron tres días tomando medicación para bajar la tensión y por supuesto no me daban el alta hasta que se me ocurre decirle a la enfermera que me tome la tensión en la cama de al lado, por si el de mi cama estaba estropeado. Efectivamente estaba estropeado y la tensión por lo suelos. ¿Es posible que a nadie se le ocurriera eso? Pues si es posible. Pedí el alta voluntaria y me fui.
Podéis enviar vuestros testimonios a mujeresdelsur@mujeresdelsur.es
Por Facebook, página Mujeres del Sur.
Por X, @DelsurMujeres
Por whatsap al 649347400