«MARÍA MILAGROS» ES LA CELEBRACIÓN DE LA MUJER.
.- La obra, escrita e interpretada por la artista sevillana se estrena en Sevilla, en la Sala Cero, los días 28 y 29 de febrero de 2024 y ha sido muy bien valorada por la crítica en los teatros de Barcelona y Madrid.
.-Ambientada en la simbología de la Semana Santa, la actiz se transforma en una virgen dolorosa y su cocina en un paso palio desde el que recorre su vida y procesionan todo tipo de mujeres.
.-Suriñach se abre en canal en «María Milagros» y tiene a La Macarena como invitada especial.
«María Milagros» crea una reflexión a partir del concepto de vírgen sobre la pérdida (o el robo) de la inocencia, el papel represor del hombre, las jaulas mentales y sociales, los nombres impuestos y elegidos y los mitos y consecuencias de la post-maternidad.
Por Nani Carvajal
Se trata de la tercera obra del repertorio de la sevillana afincada en Madrid, Miluka Suriñach, y, como ella dice, es además «la historia de un viaje entre dos nombres», un recorrido de los 40 años que pasaron hasta decidió cambiarse el nombre en el Registro Civil y no llamarse más María Milagros, como la bautizaron, sino simplemente, Miluka. Así se presenta en la obra:
«Miluka es actriz, tiene pareja, ha tenido dos hijos en cinco años, tiene un perro y una casa con jardín, pero no es feliz. Miluka ha olvidado quién era. Ella es una virgen dolorosa y su cocina es un palio de es un palio de Semana Santa desde dónde va a recorrer su vida para averiguar dónde se perdió».
M.S.: -¿Es una pieza autobiográfica?
-«Sí. «María Milagros» es fruto de mis propias vivencias, de como he vivido, como vivo momentos y etapas de mi vida. El nacimiento de mis hijos, mi separación, la profunda pérdida de identidad que sufrí a los cuarenta que me ha obligado a reencontrarme y de qué forma tan bonita como ha sido a través del arte y del teatro».
La joven directora, escritora y actriz se sube a los escenarios desde que tenía 3 años. Su primer papel fue de Virgen María, una interpretación que vuelve a su trayectoria 40 años después, esta vez bajo el manto de la Macarena.
M.S.: -¿Por qué has elegido a la Macarena como la Dolorosa en la que te ves reflejada?
-«La Macarena es una invitada especial. En la obra hago una simbiosis de la vida y el teatro, de lo de fuera y lo de dentro. He querido partir de mi propia historia y compartirla, implicarme a nivel emocional con mis propias vivencias, hacer un teatro vivo con lo sutil, con lo que no se puede explicar, con lo mágico. Por medio de las nueve mujeres que crean ‘María Milagros’ he vuelto a mis ancestras, a las figuras y personajes que han marcado mi vida, mi esperanza, la de todas ellas», asegura.
A través del universo de la Semana Santa, y tomando la figura de la Vírgen María como una matrioshka, «María Milagros» contribuye al empoderamiento de la mujer. Esa es la intención de la artista sevillana que, antes de dedicarse plenamente al teatro, trabajó durante 8 años como abogada y colaboradora en varias ONGs.
M.S.: -¿Miluka trata de alguna forma de externalizar su propio dolor en «María Milagros»?
-«Es una procesión en la que he ido aprendiendo a vivir mi propia vida a través de la visita de mujeres de todas las edades y procedencias: bisabuelas que desafiaron las convenciones sociales, princesas del pop secuestradas por sus padres, madres encerradas en relaciones tóxicas, niñas violadas, terapeutas ultrafeministas, influencers frívolas y deidades indias además de la vírgen más aclamada en la Semana Santa sevillana, La Esperanza Macarena».
En la puesta en escena de «María Milagros» se ha destacado por la crítica el trabajo del director Carlos Martín-Peñasco, (Valdepeñas, 1985), para quien trabajar de nuevo con Miluka Suriñach ha supuesto un reencuentro después de seis años tras su primera obra juntos, «Alumbrar». Así se llama también la empresa artística que ambos han creado y con la que han realizado documentales como «Piel de Mariposa» (2014) y varias campañas para la Asociación que lleva ese nombre y que tiene como objetivo dar a conocer la enfermedad poco frecuente llamada Epidermólisis Bullosa. Miluka, dice, es su «alma gemela»:
-«Para mi es una suerte -dice Martín-Peñasco- encontrar una compañera con la que crear de una forma tan libre, pues comenzamos sin ningún guión previo, sólo con dos o tres ideas y a partir de ahí y de mucha improvisación, trabajo de mesa y estudio de personajes vamos desarrollando la obra que al final, para nosotros, es toda una sorpresa».
La pieza, que se podrá ver en la Sala Cero de Sevilla en dos pases los días 28 y 29 de febrero, es también un reencuentro de Miluka Suriñach con su ciudad natal:
M.S.: –¿Qué supone para ti representar «María Milagros» en Sevilla?
«Es la obra que siempre tuve la ilusión de poder llevar a mi tierra, a la ciudad en la que nací, de la que tengo recuerdos en cada esquina. Está impregnada de ella, es teatro vivo. Son dos funciones muy especiales para mí, que sé que van a conmoverme y que sólo al imaginarlas ya me emocionan. Voy a darlo todo en Sevilla», asegura.
Si tienen oportunidad, no se pierdan la procesión de «María Milagros» sobre las tablas: no es una penitencia, es la celebración de la mujer en todas sus formas.
Nani Carvajal es directora y editora de Mujeres del Sur (mujeresdelsur.es)