EL MUNDO AL REVÉS
Por Cristina Martínez
«La conducta de los talibanes frente a las mujeres, es decir, el 50% de la población, es una salvajada injustificable en pleno siglo XXI, que las somete a la esclavitud en un mundo en el que se supone que la esclavitud quedó abolida…«
¿Qué pasaría si lo que está sucediendo a las mujeres en Afganistán les ocurriera a los hombres?
Imaginemos una sociedad que les impidiera estudiar más allá de la primaria. Les prohibiera ejercer una profesión. Donde no pudieran ejecutar ningún trabajo salvo cocinar para su familia y limpiar la casa y la ropa. Ni tampoco salir a la calle a no ser tapados por completo pese a los cuarenta grados a la sombra y siempre acompañados por su esposa. Donde no se les permitiera hacer nada sin el permiso de ellas ni tener propiedad alguna. Por supuesto, donde no podrían protestar por nada. Y si infringieran alguna de estas medidas se les castigara muy severamente con latigazos y prisión. En cuanto a los infieles y adúlteros serían lapidados en público, para dar ejemplo…
¿A que es inconcebible?
¿Cómo reaccionarían los hombres del mundo ante una situación semejante?
¿Se quedarían como nos estamos quedando nosotras, las mujeres, lamentándonos impotentes y sin hacer nada?
¿Consentirían en que esto le sucediera a un solo hombre?
La conducta de los talibanes frente a las mujeres, es decir, el 50% de la población, es una salvajada injustificable en pleno siglo XXI, que las somete a la esclavitud en un mundo en el que se supone que la esclavitud quedó abolida…
Ahora bien, no hay apenas noticias en prensa, ni protestas oficiales por parte de los gobiernos, incluso los occidentales, y China y Rusia están dispuestos a reconocer al gobierno talibán…
Además, en cuanto sale este tema a colación, siempre alguien saca a relucir otro problema paralelo para distraer la atención. Es curioso que esta situación no se afronte como lo que es: una aberración de una misoginia intolerable.
Y también es curioso que no haya por parte de todo el mundo, hombres y mujeres, una protesta universal.
Cualquier movimiento, cualquier medida por torpe o ineficiente que pueda parecer es preferible a nuestra maldita pasividad.
Mujeres…
Si se lo hacen a una, nos lo hacen a todas.
Cristina Martínez Martín es escritora, profesora jubilada, empresaria y feminista.