O VOLVEREMOS A LA CASILLA DE SALIDA.
No sólo los derechos de las mujeres también la vida política en los Estados Unidos se encuentra en suspenso. Republicanos y democrátas están pendientes del fallo de la Corte Suprema sobre el derecho al aborto. Un fallo cuyo borrador ya se conoce a través de una filtración publicada por un periódico digital,»Político», y que anula ese derecho de las mujeres por considerar que no está recogido en la Constitución y que son los poderes legislativos los que deben regularlo según consideren. En dos meses tendrá que pronunciarse definitivamente el Tribunal y, si se confirma la filtración, el aborto deberán regularlo congresistas y senadores. Como en seis meses se celebrarán elecciones parciales el partido ha comenzado. La calle se ha llenado de abortistas y de antiabortistas y los partidos anuncian sus intenciones a favor y en contra. Hasta el presidente, Joe Biden, que jamás se pronuncia sobre una filtración, ha aprovechado para anunciar a sus votantes que «respetará el derecho de la mujer a decidir» y legislará con las garantías suficientes para que los estados conservadores no puedan restringirlo a las 16 semanas o menos de gestación. En los EEUU el aborto está legislado desde 1973, como un derecho de la mujer «hasta que el feto sea viable», en torno a las 24 semanas. Desde entonces se han practicado más de 62 millones de abortos en aquel país. M.S
Por Cristina Martínez
Muchos avances ganados por las mujeres se encuentran sobre la cuerda floja. Para botón y muestra la penalización del aborto en los Estados Unidos.
Pese a todos los avances en el ámbito de la igualdad desde mediados del siglo XX y lo que llevamos del XXI, aún no se ha conseguido llegar a ésta del todo en occidente. El día en que no se tenga que hablar de ello, se habrá alcanzado. Ahora bien, por el momento temo que no sólo no se avanza, sino que se están perdiendo muchos logros…
La presión de la religión musulmana, cada día más presente en occidente, relega a la mujer a madre, esposa y cuidadora. Y nadie dice nada.
El caso de Afganistán, del que ya no se habla, es un claro exponente de lo que significa nacer mujer en el seno de esa religión y no poder ni ser atendida por un médico cuando enferman, puesto que los hombres no pueden ocuparse de las mujeres y las mujeres no pueden estudiar. Pero, no hay que ir tan lejos para ver a mujeres veladas por todas partes cuando no tapadas para no inducir a los hombres a pecar.
Las religiones, y la más potente en estos momentos es la musulmana, buscan rellenar el gran vacío existencial de nuestra sociedad, decadente y con falta de valores. Se están dando casos de mujeres occidentales casadas con musulmanes que abrazan la religión de sus maridos y aparcan sus respectivas profesiones para criar hijos.
Muchos avances ganados por las mujeres se encuentran sobre la cuerda floja. Para botón y muestra la penalización del aborto en los Estados Unidos. Mientras que la generación que no tuvo que romper el techo de cristal se entretiene en refriegas y escaramuzas que solo consiguen ponernos en contra a los hombres susceptibles de apoyarnos, la vuelta al yugo se perfila en el horizonte…
Ni un paso atrás o nos veremos en la casilla de salida…