EL FEMINISMO EN SU LABERINTO
Por Mireya Forel
El nombramiento de la activista trans Elisabeth Duval ( Alcalá de Henares 2000) como portavoz de feminismo, igualdad y libertades LGBTI+ de la campaña de la coalición de izquierdas Sumar para las elecciones generales del 23J ha vuelto a generar la discusión interna en el movimiento feminista.
Tenemos que entenderlo tal como es: Duval es la portavoz de feminismo en Sumar y no de los feminismos… y no creo que tengamos que exigir a ningún partido que designe a tal o cual compañera. Sí creo sin embargo, que hay que señalar algo: el linchamiento que se está produciendo contra otra feminista, la insolidaridad que se lleva a cabo contra Irene Montero. Un linchamiento además que se produce en un ambiente de guerra fría con interminable disparos de mentiras, acosos, manipulaciones e insultos durante años.
Que estemos de acuerdo o no con ciertas decisiones, que existan diferencias no es excusa para generar entre feminismos agresiones brutales en un ambiente político patriarcal. Y Sumar ha asimilado esta actitud por su modo de marginalizar a Irene Montero. Ha optado por EXCLUIRLA, en vez de esclarecer públicamente los motivos de no incluirla en la nueva formación política. Ha optado por la opción de distanciarse de quien se ha convertido en el blanco de la política reaccionaria, haciéndole de este modo propaganda de ésta. A veces el electoralismo da la espalda al sentido de solidaridad.
No obstante, sabemos que estos conflictos se irán resolviendo, que es hora de emergencia y que hay que votar a las fuerzas más progresistas que se nos presentan en cada comunidad para impedir la toma de gobierno estatal por fuerzas reaccionarias. Montero tiene dignidad y sentido de responsabilidad, ella misma llama a votar a Sumar por lo que afecta a Madrid.
Vivimos un desgarro en la confianza del sentir de responsabilidad moral y de la sororidad. Se ha generado en el feminismo un clima de tensiones y de acusaciones en pleno auge de avances arrogantes de las derechas patriarcales “fascistas”, una fuerzas que sí saben unirse hasta entre las dos orillas del Atlántico…
Menos mal que dentro las movidas feministas parece que se ha recapacitado y que la desviación hacia el PP que unas habían adoptado ha parado la contaminación de actitudes sectarias. Hemos recapacitado y ya nadie se atreve a decir “da igual que gane VOX» tal como se llegó a proclamar con rabietas soberbias y egocéntricas. Saquemos la arrogancia de la crisis, dejemos entrar el diálogo y aceptemos la diversidad.
En la nueva generación de activistas (y también en las presentes ya mayores) podemos ser muchas, o no, pero si tenemos que entender que el feminismo que excluye a las mujeres trans amputa la lucha anti-patriarcal (y menos mal que está amputación corresponde solo a una corriente). Las mujeres trans sufren hasta en su médula los valores del poder patriarcal heterosexual supremacista, ese poder colonial que nos afecta a todas y amputa nuestras aspiraciones de liberación.
Mireya Forel es feminista histórica