EL EXPERIMENTO PRETENDE TAMBIÉN INVOLUCRAR A LAS MUJERES EN EL MUNDO DE LA CIENCIA, LA TECNOLOGÍA Y EL ESPACIO.
.-La misión llevada a cabo por estas nueve mujeres catalanas se llama Hypatia, en homenaje a la primera científica griega.
.-Han simulado durante 15 días, en un campamento del desierto de Utah (EEUU) cómo se puede sobrevivir en el planeta rojo.
Por M.ª Victoria Campanario
Un equipo formado por nueve mujeres catalanas biólogas, ingenieras, periodistas, matemáticas y astrofísicas han llevado a cabo una expedición en el desierto de Utah (EEUU), con el objetivo de anteponerse a futuras situaciones que podrían darse en cualquier misión que se lleve a cabo en Marte. Estas mujeres han sido las primeras en realizar una tarea de tal relevancia sin ayuda de nadie, solas. Además, han hecho hincapié en la importancia de que las mujeres tengan presencia en todos los sectores, pero, sobre todo, en el espacial, científico y matemático.
La misión Hypatia comenzó a mediados de abril y tuvo una duración de 15 días. La bautizaron con este nombre a la filósofa y científica griega que destacó en las matemáticas y en la astronomía. La intencionalidad de estas nueve mujeres es promover el papel y la figura femenina en los campos espaciales y científicos donde es hasta ahora escasa la presencia de la mujer.
–«Buscamos el fomento de las vocaciones científicas y la visibilización de referentes femeninos», dice Mariona Badenas- Agustí (comandante y astrónoma), y una de las integrantes de la misión formada además por Carla Conejo González (oficial de tripulación y bióloga), Ariadna Farrés Basiana (científica y oficial de salud y seguridad), Laia Ribas (responsable del “GreenHab”), Núria Jar (periodista), Anna Bach (científica y artista) y las ingenieras Helena Arias, Cesca Cufí Prat y Neus Sabat. Todas ellas han superados los 15 días en el desierto de Utah, en Estados Unidos, sobreviviendo en extremas condiciones para adiestrarse en la supervivencia y el desarrollo de la vida en el planeta Marte.
La iniciativa ha tenido un coste de unos 50.000 euros y contó con el apoyo de la Generalitat, y varias instituciones públicas y privadas, entre ellas AIRBUS.
LAS DURAS CONDICIONES DE SUPERVIVENCIA
En el desierto de Utah y con un simulador, las investigadoras han vivido en las mismas condiciones que deberían hacerlo quienes viajen algún día al planeta rojo. Han tenido que aguantar temperaturas extremas, comer alimentos deshidratados, ensayar cultivos en invernaderos, fabricar bacterias y mantener la restringida comunicación con la Tierra, teniendo en cuenta el retraso de las señales y las baterías con las que contaban.
Las nueve mujeres que se embarcaron en la misión han recreado las condiciones del planeta Marte, y han trabajado dos años de su preparación, con entrenamientos mentales y físicos. De hecho, una de las integrantes de la tripulación es deportista y estuvo formando a sus compañeras con la finalidad de no disminuir «ni tono ni masa muscular en un entorno tan pequeño».
Las investigadoras han sobrevivido con 13 litros de agua al día, lo que viene a significar menos del 12% respecto al consumo diario de una persona. En cuanto a la dieta, se alimentaban de alimentos deshidratados y alimentos cultivados en la propia estación.
–«Cuando van pasando los días tienes tanto en la cabeza que estás en Marte que ya reaccionas como si estuvieras allí», ha dicho Cesca Cufí, una de las ingenieras aeroespacial.
Mariona Badonas, ha destacado los problemas que se presentan en estas situaciones extremas: «Estás aislada en el medio del desierto con muy pocos recursos y si tienes un problema sólo tú y tus compañeras pueden intentar arreglarlo».
Las futuras personas que viajen a Marte podrán contar con la experiencia y los resultados del experimento aportados por estas nueve investigadoras. Como su resultado ha sido positivo se está ya planeando la siguiente misión para 2025 y también contará con la presencia de Anna Bach y Helena Arias. El resto de la tripulación lo formarán varias mujeres científicas de diferentes edades y disciplinas.
«Hypatia» ha cumplido con los objetivos de la investigación pero sus nueve integrantes quieren además cumplir con otro superior: conseguir involucrar a más mujeres en el ámbito científico y darles el sitio que se merecen a las expertas en estas materias.