
CAMINANTE SÍ HAY CAMINO…
Y tanto que hay Camino. Y pinares y caballos y bueyes y polvo… Y gente. Qué les voy a contar. Más de un millón de personas se juntan este fin de semana en la aldea almonteña para rezarle -o al menos a eso dicen que van- a la Blanca Paloma o a la Reina de las Marismas que no es otra que la Virgen del Rocío. Llegan hasta aquel paraje natural desde los más diversos rincones de Andalucía, desde varias provincias españolas e incluso desde Bruselas. La mayoría en peregrinación a caballo, a pie, en carretas, remolques, carriolas… y el resto como puede.
Y tanto que hay Camino. ¡Pero que muchos caminos! Tantos como itinerarios conducen a la noche mágica, la del domingo al lunes de Pentecostés, esa en la que la Virgen se pasea por la aldea al caprichoso albur de los almonteños y entre sacudidas de la multitud saluda a las 130 hermandades que, fieles su la cita anual, convierten la Romería del Rocío en la más grande de Europa.
Y tanto que hay Camino. Y marismas y mosquitos y hasta linces si se dejan ver. Un camino tan saludable que a veces resulta incómodo, tan ordenado que se diría aparatoso y tan largo como se quiera sentir.
Y tanto que hay Camino. El de ida y el de vuelta. El de alegría, palmas, sevillanas, flauta y tamboril… y el otro, el que se hace entre suspiros de alivio o de llanto y se inicia el mismo lunes por la mañana.















EL ROCÍO EN LAS AMÉRICAS

Aunque la Virgen de Guadalupe es la patrona de las Américas, la del Rocío también se ha hecho un hueco en aquellas tierras, sobre todo por la parte de Carolina del Sur. Allí cada año desde 2013, organizada por la Casa de España en South Carolina y «sin animo de lucro para la difusion de la cultura Española», se celebra una Romería del Rocío con tintes similares a la almonteña aunque de proporciones nada comparables. Disponen de su Ermita, sus simpecados, sus carretas, sus caballos, sus trajes de gitana, abalorios y, por supuesto, su imagen de la Virgen. Así definen allí su romería:
«El Rocío en Carolina del Sur es un testimonio del poder duradero de la fe y la cultura para unir a las personas y enriquecer nuestras vidas. En un mundo cada vez más diverso y globalizado, estas celebraciones nos recuerdan la importancia de honrar nuestras raíces y mantener viva nuestra herencia cultural para las generaciones futuras».

El fundador del Roció en USA es Miguel Coves, natural de Elche y promotor de la Ermita además de Consul Honorario de España en Carolina del Sur. Y estas son las opciones que se ofrecen para la peregrinación:
- Restaurante en las inmediaciones de la Ermita, el cual estará abierto al público.
- Pernoctación en Aiken (a 20 minutos de la Ermita) con amplia oferta hotelera.
- Se recomienda vestido/traje rociero, calzado cómodo.
- Se podrá traer cualquier producto o bebida para compartir con los demás peregrinos.
Y así se ve desde aquí la romería rociera americana. No se la pierdan:









Mujeres del Sur