ANA RUESGA NAVARRO:

«ESTA EXPOSICIÓN ES EN RECUERDO DE MI MADRE, NECESITABA TOCAR SUS TELAS, TENERLA CONMIGO UN POQUITO MÁS.»
Por Pepa G. Jaén

Ana Ruesga es una artista visual, especializada en estampación textil. Siempre se ha inspirado en la naturaleza que está muy presente en muchas de sus obras: su paleta de colores, el rojo con todos esos matices (rio Tinto), el azul del mar, los frutos o restos de árboles (ocres), el movimiento (olas). Soporte, color y materia guían sus investigaciones. Sus composiciones, realizadas a partir de textiles manipulados, vinculan el paisaje exterior con su mundo interior.

Estamos con Ana Ruesga, en la Galería de arte Mos Studio, en el corazón del centro histórico de Sevilla, en la calle Don Pedro Niño. Aquí se inauguró su octava muestra individual el 17 de octubre, que lleva como título «Sensación Azul» y estará expuesta hasta 6 de noviembre.
Ana, es una artista experta en estampación textil que cuenta con una amplia formación, en numerosas técnicas: grabado, serigrafías, dibujo, estampación textil, tejido en alto lizo y tintes naturales. Ha impartido numerosos talleres para entidades públicas y privadas sobre collages, tintes y diseño sobre textil.
Desde Mujeres del Sur queremos agradecerle que haya accedido a esta entrevista que tiene entre otros objetivos, poner en relieve el trabajo de las artistas que trabajan en el sur, en Andalucía, aunque su proyección se extienda más allá, a otros territorios, a otros países. En cualquier caso, hablamos de mujeres singulares que destacan por su labor profesional, artística o literaria. Mujeres especiales, sensacionales.
MS. Ana se te define como una artista visual especializada en estampación textil. Es cierto que la mayoría de tus creaciones incorporan tejidos, tejidos que tiñes, le das forma. Pero también utilizadas la pintura, la madera, muchos elementos orgánicos y a menudo haces uso de collages. ¿Compartes esa definición?
AR: -«Es difícil definir, para mí ha sido siempre difícil definirme. El tema de la identidad y la ubicación. ¿Dónde me ubico?Pero es una definición que acoge mi trayectoria, que a veces ha sido un poco laberíntica y diversa. Yo, como artista me identifico con el apelativo visual, lo que hago está relacionado con el color, la materia, en definitiva, no es más que una etiqueta, aunque no soy amante de las etiquetas.«
«SENSACIÓN AZUL»

MS: ¿Cuándo surge esta exposición “Sensación Azul”, ¿es un encargo o es un planteamiento tuyo personal?
AR. –«Es un planteamiento personal. El desencadenante es el fallecimiento de mi madre. Me surge entonces, la necesidad de tocar sus telas, de tenerla conmigo un poquito más. Parto de telas heredadas de ella, de algunos hilos y me planteo el azul como color. Antes, ya había trabajado otros colores, los rojos, amarillos, verdes,pero el azul lo había tocado poco. Necesitaba seguir experimentando y el azul me iba bien para el duelo, el azul cielo, el azul del mar o un azul más profundo y solemne, como nos dice Kandinsky, que nos habla de la simbología en el arte de los colores. Yo me planteé trabajar con los azules, los morados y los negros. Fueron los dos puntos de partida. Empecé a teñir telas a estampar, pintar papeles etc. Empecé con los Collages y con los pliegues, que, aunque ya los había usado antes, ahora se vuelven más intensos. La pintura se abre un hueco, quiere hacerse notar de nuevo. Realizo composiciones más tranquilas, en los que entran a formar parte la pintura, las telas, los hilos Sigo manteniendo la forma de manipular siempre pegando, pero dedicado a mi madre, empecé a coser a utilizar el hilo y la aguja para unir las telas.»
Cuenta Ana Ruesga que se presentó a un concurso textil internacional cuyo tema era el tacto y se planteó realizar una obra específica. De ahí surgió “Tocar el aire”, una especie de burka gigante con una fila de vainica horizontal, «totalmente dedicado a mi madre», dice, a la altura de los ojos, por donde podría penetrar el aire.
«Luego vi imágenes de los cayucos, con el mar en primer plano y decidí seguir indagando a raíz de esas imágenes. Venía trabajando con la madera y realicé varias obras con el mar y las imágenes de los cayucos, que tenían que ver también con las muertes en el mar de los que no llegan y desaparecen», añade Ana Ruesga,
En sus últimos trabajos ya no utiliza tanto el pegado, ni las grapas para unir, hace uso del cosido: «Cada vez estoy cosiendo más. También me gusta mucho la cera, que da una buena rigidez a los tejidos. La manipulación del tejido también me gusta. El bastidor, entendido como soporte, tiene mucha importancia para mí. Al hacerlo más visible, se convierte en un elemento narrativo. He vuelto a retomar la integración de los lenguajes plástico y textil con una narrativa derivada de la abstracción pictórica.«
Otras piezas especiales son “Crepúsculo” y “Madre, madera, mar”.

AR: –«En esta última, vuelvo otra vez a mi madre. Está presente con los hilos, con la organza. El título está basado en un verso de una poetisa Blanca Valera».
MS: En algunas de las obras expuestas los pliegues de las telas imprimen un movimiento que se percibe inmediatamente, tiene mucha fuerza. ¿Cómo se llega a producir ese movimiento?.
AR: -«Tienes que hacer todo a la vez, como en la pintura. Primero hago un planteamiento general, aunque luego lo vas ajustando. El movimiento está muy presente, por ejemplo, en la que salta la ola y se mete dentro de la barca. En estas obras tuve muy presente al pintor y grabador Millares, un referente para mí, aunque nunca ha sido considerado como artista textil.«
Otras dos obras de esta exposición que destacaría, son muy singulares, tienen el mismo título: “Horizonte y morada”. Una de ellas es más una interpretación tipo collage, pegando el papel y el textil y la otra es una obra donde el soporte, el bastidor es un elemento más en la composición. Son dos interpretaciones muy diferentes.
Los «Caminos de mesa«, son trabajos más artesanales, con menos intención plástica. A mí me gustan también estos trabajos. Los tintes azulados El lino de pintor utilizado es de máxima calidad y le da una textura única.

ANA RUESGA Y SU LENGUAJE ARTÍSTICO TEXTIL, MEDIOAMBIENTAL Y FEMINISTA
La artista sevillana ha participado durante décadas en numerosas muestras colectivas como la «Mostra de Arte Contemporáneo Art Génova», Italia (año 2014); La «X Bienal 25 años de World Textile Art WTA»; «Est-Art Space» Alcobendas (Madrid año 2022); Ars Natura, Artistas por el Medio Ambiente, Sala Apeadero de Reales Alcázares de Sevilla; Reflejos de Doñana en Sevilla, Casa de la Provincia. Sevilla (año 2023); Homenaje a María Fulmen, Sala Antiquarium,Sevilla; De buena planta, Jardín Botánico de Madrid, organizada por ACT (2024); Transformation, Museo de la Pell. Igualada, Barcelona (2025).
Ha realizado también exposiciones individuales en salas privadas y públicas: Mujeres entretejidas, 2004. El sabor de las formas, 2008. Campos de color, 2015. Escritura textil, 2017. Diálogos con las aguas del río Tinto, 2018,2021. Orgánica, 2021. Sensación azul, 2025.
Su obra ha recibido diversos reconocimientos entre otros el Primer Premio, categoría Tapices y textiles; XXIII Premio Unicaja de Artesanía, Jaén.2016; Primer Premio, Pieza Única III, Del Oficio al Arte. Museo del Antiquarium, Sevilla.2016; Áccesit en III Certamen Arte, Mujer y Naturaleza organizado por Valdelarte, Valdelarco (Huelva), 2017. Sus creaciones forman parte de coleccionistas privados como la Fundación Unicaja y Legado Hoteles. También tiene obra en el Centro de Arte y Medio Ambiente Valdelarte en Valdelarco, Huelva.
Colabora con colectivos creativos dedicados al paisaje y el medioambiente, la mujer y el lenguaje textil, entre otros con Cuadernos de Roldán, para los números 60 y 91, con collages textiles.
También ha realizado piezas artesanales, como complementos textiles, y obras artísticas mediante la composición de textiles intervenidos.
FAMILIA DE ARTISTAS
MS. -¿Desde cuándo tu pasión o tu interés por representar artísticamente aquello que te impresiona, que te conmueve?
AR: -«Viene desde siempre. He nacido en una familia de artistas, mi padre pintor, me madre artista textil, antes era costurera de lencería, de boda. En mi casa había muchos libros de arte, tengo recuerdos de tener en mis manos libros de Giotto o de pintores clásicos. Me recuerdo a mí misma pintando desde niña, sin saber dibujar bien, pero pintando, con música de fondo.La pintura siempre ha estado a mi lado, en mi casa».

MS: -Pero tú eres licenciada en Biológicas
AR: –«Tardé tiempo en profesionalizarme como artista. No me veía como tal. Sabía que muchos artistas lo pasaban mal, que había una contradicción entre ser artista y las dificultades para ganarte la vida. Durante el bachillerato no tuve suerte con los profesores de dibujo y en cambio sí tuve uno fantástico de biología. Me gustaban las ciencias y me decanté por la Biología, aunque mi idea era poder seguir pintando, no de manera profesional. Yo siempre seguiría pintando. Con el tiempo me dediqué más a la artesanía textil, empecé a colaborar con mi madre, en su taller. Y me cautivaron mucho los materiales, más que las técnicas textiles: el lino, el proceso del lino desde el comienzo, la lana, los tintes, la magia de la alquimia, del teñido. Estuve inmersa un tiempo. Luego se me quemó el taller, fue una experiencia muy traumática, hubo un antes y un después para mí.»
MS: -¿En qué año pasó Ana?
AR: -«En el año 1982. Empezaba a tener un poco de trayectoria, me presentaba a concursos de pintura, ya empezaba a teñir telas, empezaba a unir la pintura con el textil. Supuso una gran ruptura para mí. En esos momentos nos trasladamos a vivir al campo, yo era madre de un niño y me dediqué al campo. Volví a la biología, experimenté con la agricultura ecológica. Abandoné durante 20 años mi actividad artística, aunque nunca dejé de pintar del todo. Luego mi hermana Chonin, con la que soy coautora dellibro” El hilo que nos une”, que recoge nuestra trayectoria y que obtuvo ayuda de la Fundación María Fulmen, me habló de unos talleres en Madrid sobre tintes y estampación. Aprendí las técnicas. Vivía en el campo, disponía de espacio y empecé a practicar. La práctica es fundamental.Poco a poco retomé mi actividad artística.«

«Traspasé el umbral dos veces. Primero desde el mundo de lo simbólico de la pintura al mundo de la biología y luego hice el camino de vuelta de la biología a la pintura y al arte textil, pasando por la artesanía. Me he dedicado un tiempo a la artesanía, por el oficio, porque desde adolescente quería aprender un oficio. En mi casa aprendí el respeto por el trabajo bien hecho. Pero llegó un momento en que sentí que ese no era mi camino. Los años seguían pasando y la edad anunciaba que las energías ya iban disminuyendo. Me dije: ahora ya puedo dedicarme a lo me apetece que es trabajar con esta base de oficio, en algo más creativo. No es que la artesanía no sea creativa, que lo puede ser y mucho, pero me estaba empezando a limitar. Necesitaba un lenguaje en el me sintiera más libre».

MS: -Ana ¿De dónde surge tu inspiración, ¿qué te impulsa, qué te emociona, qué te motiva para crear?
AR: -«Yo, he pintado del natural muchas veces y me gusta mucho esa relación con el paisaje de una manera más clásica, desde el dibujo, la acuarela, pero en mis excursiones con amigas, noté que quería experimentar de otro modo. Recuerdo que metía papeles en un arroyo, cogía algunas muestras de tierra. La naturaleza empecé a percibirla de otro modo, manchándome las manos. Como había pasado por ser agricultora, ya había lo que era trabajar con las manos. No me resultó difícil ese tránsito. La naturaleza es una fuente de inspiración, la lectura, las palabras también, y algunas imágenes que me llegan por la tv, o paseando por la calle. Hay algo que destaca, que te impresiona. Hay dos paisajes que confluyen, el paisaje externo y el interno, en el que rigen las emociones, el estado de ánimo. De joven pintaba solo con la música y mi estado de ánimo y he entendido desde muy pronto la pintura abstracta, de hecho, mi padre me alentaba hacia la abstracción. Como decía una artista Pepa Caballero, cuyas obras contienen una fabulosa geometría, muy pura: a la abstracción se llega, no se parte.«
MS: -Y una vez que esas sensaciones te llegan, que las interiorizas, ¿cuál es el proceso de creación? ¿Qué te lleva a elegir un material u otro, a decidirte por una forma de manipulación del tejido, a elegir los tintes, los colores?
AR: -«El proceso se repite, aunque depende mucho del desencadenante, del punto de partida. En la exposición sobre el rio Tinto, el paisaje tiene tal fuerza y tal personalidad que me iba marcando. Yo siempre me documento, hablo con expertos que me ayuden a entender los procesos racionalmente. Cuando tengo todos los datos ya puedo trabajar y dejo que el trabajo vaya saliendo, que fluya. Así que el proceso sería lectura, documentación, materiales del entorno y a partir de ahí, empezar a trabajar. Las telas, los papeles que sumergí en el rio, la búsqueda del rojo, hice un catálogo de tintes que recogía esa búsqueda. El proceso es ese, me documento, preparo el material, a veces dibujo, hago algún boceto. Pero la base es la materia, el material como metáfora y el color. Siguiendo en este sentido a Anni Albers, diseñadora textil, tejedora y pintora en la Escuela de la de la Bauhause, que revolucionó el arte textil con innovaciones sin precedentes, esos son los soportes necesarios.«
MS: -Como en el texto que has preparado para la exposición hablas de tu madre, de cómo ha estado presente durante el proceso de creación de estas obras y has utilizado algo de sus materiales, has introducido la costura, algunos hilos, ¿de alguna manera su memoria ha podido reflejarse aquí?.

AR: -«Yo, he mencionado a mi madre, no a la artista. Pero ella cosía y lo textil aquí está muy presente, yo he trabajado con ella y parece que pudiera estar la artista, pero la referencia a mi madre tiene que ver con un duelo personal. Es el punto de partida, pero ha pasado tiempo y de hecho la obra más relacionada con el duelo, está expuesta en una colectiva en Barcelona. Aquí hay obras que se derivan o se desvían de ella, hacen referencia a la deriva del mar, pero se desvían en la medida en que pasan a ser menos estáticas, hay mucho más dinamismo, movimiento».
MS: -¿Crees que hay diferencias en la creatividad de las mujeres en el arte respecto de los hombres?¿Hasta qué punto las experiencias vividas por las mujeres, que algunas son únicas y particularmente fuertes o poderosas, como la maternidad, los cuidados, pueden dar lugar a creaciones diferentes, diferenciadas?
AR: -«Yo creo que sí. Basadas en las experiencias no en las capacidades. Puede haber mujeres que hacen una geometría perfecta igual que lo harían hombres. También influyen las actitudes, pueden ser más domésticas, más íntimas. En mi caso lo hay. Hay temas, en esta exposición, que un hombre no se lo hubiera planteado. No el duelo que es un proceso universal. Hay una obra titulada “tocar el aire”, está absolutamente influenciada por las mujeres que van con vestimentas que les impiden tocar ni si quiera el aire. De este tema no se habla. A mí se me ponen los pelos de punta al pensar en ellas, ocultas, sin poder ver. En todo caso es inevitable, las experiencias propias y las vividas por otras mujeres se reflejan en las creaciones».
MS: -Cuando dedicas tu tiempo a crear arte, a hacer un cuadro, preparar una exposición, todo ese esfuerzo, ese trabajo que puede llevar días, semanas, meses, se realiza en solitario. ¿Cómo se vive ese trabajo que, sin duda requiere de muchas dosis de paciencia y concentración, en soledad? ¿Te pesa, no te pesa, compensa? ¿Cómo vives ese trabajo solitario?
AR: -«A mí me ilusiona. Es muy importante entrar en el taller todos los días con ilusión, tener ganas y que el taller te acoja, sentirme acogida. Cuando trabajo no me siento sola. El trabajo solitario no me pesa. Te preguntas a veces si compensa, si es sensato seguir trabajando, pero es mi elección, es mi condición, es como me veo a mi misma, trabajando en mi taller, haciendo cosas, es mi forma de entender la vida, de entenderme a mí misma y me sienta bien
LAS MANOS DE ANA

MS: ¿Cómo cuidar la obra textil?
A: -«Se pueden enmarcar con una caja y cristal que además de proteger puede potenciar la obra, o usar una aspiradora suave. No le puede dar el sol».
MS: -¿cómo va la exposición?
AR: -«Va muy bien. Me gusta cómo va. La inauguración estuvo muy ambientada, muchos amigos, familia, algunos colegas artistas, alguna comisaria de arte. Estoy muy contenta».
Teñir, pintar, arrugar, coser, manipular, mezclar. Qué importante son las manos de Ana, que dan forma a los tejidos, arrugan y estiran, tiñen o dibujan, hasta finalmente conseguir expresar emociones y sensaciones profundas. Imagino el delicioso proceso que se inicia desde las primeras impresiones, a través de los sentidos, que impresionan y sugieren. Luego cómo se organizan las ideas, se eligen los materiales, se mezclan, se tiñen, hasta acabar produciendo la obra artística.
Confiamos en que Ana nos siga deleitando, por muchos años, con sus singulares e interesantes creaciones artísticas.
Pepa G. Jaén es geógrafa, feminista, activista por el clima y fundadora de la Fundación María Fulmen.
Más de Pepa G. Jaén en Mujeres del Sur:
https://https://mujeresdelsur.es/somos-mujeres-del-sur-7/
