LIBRES Y VALIENTES EN TIEMPOS DIFÍCILES
Por Sara Ramos
- El documental repasa la vida de veinte mujeres que sufrieron el desprecio y los prejucios de la sociedad por no casarse.
- Todas las protagonistas de «Solteronas», desde una jornalera hasta una delegada del Gobierno, han elegido ser libres para decidir sobre su propia vida.
- La estigmatización de las solteras no es cosa del pasado, sigue vigente en la actualidad, como demuestra el hecho de que la mayoría de las entrevistadas no haya querido mostrar su rostro.
El realizador Manuel Jimenez Núñez anda estos días de gira como las folclóricas de antaño aunque no lleva en la maleta mantones, peinetas, ni vestidos de volantes. En su equipaje atesora 20 maravillosas historias de valientes mujeres que remaron a contracorriente en tiempos difíciles haciendo frente a prejucios sociales. Sus vidas y sus recuerdos son el esqueleto de «Solteronas», el último documental del realizador malagueño. Un retrato de hora y media que dibuja, con luces y sombras, la realidad de mujeres que no se casaron y fueron señaladas por no compartir la vida con un hombre.
MJ: «Estoy emocionado y feliz. Estamos llenando institutos y teatros con la proyección del
documental en distintos pueblos de Castilla la Mancha. Todas las manchegas que participan han venido a verlo y están emocionadísimas. El otro día en el coloquio posterior al estreno, una mujer del público se levantó y me dió las gracias por hacer esta película. Para mi eso es lo que hace que merezcan la pena estos cuatro años de trabajo.»
«Solteronas» surgió por casualidad mientras Jiménez trabajaba en la fase de producción de «Ocultas e impecables», la segunda entrega de «Las Sinsombrero» su serie documental sobre las mujeres artistas e intelectuales de la Generacion del 27 que convivieron, crearon y triunfaron junto a reconocidos miembros masculinos del grupo, pero que después de la guerra civil fueron condenadas al olvido.
MJ: «Yo estaba en Madrid sumergido en el franquismo y el nacional catolicismo, investigando el papel que se le daba a la mujer en esa época cuando fui a entrevistar a una experta en las artistas del 27. Al saber que yo era de Málaga me comentó que en la Universidad había una profesora que había hecho un estudio muy interesante sobre la representación de las solteronas en la literatura y las artes escénicas. Y pensé ¡solteronas! fíjate la carga negativa que tiene esa palabra. Y no porque nadie nos haya dicho que estar soltera es malo, sino porque esa es una idea que nos han inoculado el cine, la publicidad, los libros, el teatro, las canciones…
Y fui a conocer a Amparo Quiles, que tampoco se había casado nunca. Ella me dió la idea y se ofreció a ayudarme en lo que necesitara. Entonces hice un primer esbozo del documental con la idea y lo presentamos en Abycine donde competía con otros 150 proyectos. Ganamos y ese respaldo económico fue el pistoletazo de salida para «Solteronas». También han sido muy inspiradoras las palabras de Carmen Martín Gaite. Ella decía que en España a las mujeres que no se casaban las caricaturizaban y las señalaban, pero nunca nadie había hablado con ellas. Y yo pensé, pues vamos a darles voz».
Las protagonistas
Con la idea bajo el brazo, el director comenzó a buscar a las protagonistas en los clubs de lectura de los pueblos manchegos, repletos de mujeres. Luego en Andalucía preguntándole a amigos si conocían solteras para hablar con ellas. Y encontraron a 26 aunque solo 20 han querido formar parte de esta aventura.
MJ: «Yo quería que hubiese diferentes perfiles, desde mujeres que emigraron o trabajaron limpiando casas o en el campo hasta catedráticas, directoras bancarias e incluso una delegada del gobierno. Quería reflejar en el documental tanto el entorno rural como el urbano y afortunadamente lo conseguimos. Lo único que todas tienen en común es que nunca se han casado.
Las entrevistamos en profundidad y nos hicimos con más de 40 horas de conversaciones. Al principio pensé quedarme con las historias más interesantes y desarrollarlas, pero al final las he utilizado todas para que fuese un relato coral. El único inconveniente fue que la mayoría de ellas me advirtieron que solo participarían en el documental si no aparecían en pantalla, algo que me sorprendió y me llamó mucho la atención porque su actitud deja claro que no hablamos de un pasado remoto, sino de una estigmatización de la mujer que sigue vigente en la actualidad.
Recuerdo que una de ellas, con una historia maravillosa, accedió a la entrevista, pero cuando la llamamos para ir a grabarla nos dijo que no porque tenía un apellido ilustre y los sobrinos le habían dicho que a ver qué iba a contar ella en la tele.«
Con esa prohibición sobre la mesa el equipo tuvo que pensar cómo solventar la falta de imágenes de las protagonistas.
MJ: «Cuando nos dijeron que no las podíamos grabar pensé, vale ¿y ahora cómo hacemos la
película?. Le dimos muchas vueltas a este asunto. Necesitábamos imágenes atractivas y que tuvieran sentido, pero que no distrajeran tanto como para perder el hilo de lo que estás oyendo. Porque lo importante aquí son las historias de las mujeres. Y entonces decidí que la imagen fuese por un lado y el sonido por otro.
Lo que todas tenían en común además de la soltería era otra realidad de la época: que las mujeres que trabajaban dejaban de hacerlo al casarse para que no pareciese que el marido no podía mantenerlas. Así que decidí que se verían mujeres trabajando pero situándolas en el presente. Algunas de ellas si salen, aunque de espaldas o sin que se les vea nunca la cara. Yo quería que no se reconociesen en ningún momento porque mi idea es que sean una única voz, que todas sean las solteronas. En alguna imagen sale alguna, pero no se identifica. Por ejemplo, la que se ve de espaldas escuchando la radio.»
Solo una de ellas aparece sentada frente a la cámara aunque el realizador le tapa los ojos. Le comento que esa imagen me ha provocado rechazo porque parece que fuera una delincuente. Responde contundente.
MJ: «La marco así para señalar que están estigmatizadas. Es un recurso intencionado que a ella no le va a hacer ninguna gracia. La verdad es que estoy feliz de ver que te ha causado rechazo porque eso es lo que busco. Es una manera de decir, si son mujeres entrañables que han hecho de todo y han sido libres ¿por qué se las señala? ¿qué sentido tiene que hayan sido rechazadas por la sociedad de su época? Esa es la idea que quiero transmitir.»
No son unas amargadas
Los recuerdos de las veinte protagonistas retratan con emoción, ternura y crudeza, la sociedad de una época que consideraba a las solteras personas con una vida incompleta. Hay relatos muy valientes como el de la monja que se debate entre su sexualidad y su vocación o tiernos y emotivos como el de la mujer que habla con la tierra porque nadie de su familia le hace caso. Vidas muy diferentes y también muy alejadas del significado despectivo que conlleva la palabra solterona.
MJ: «Cuando empezamos a grabar sus historias fuimos sin cámara para crear un clima de
intimidad donde resultara muy fácil que se soltaran y nos contaran su vida… al final había cosas que ellas no eran conscientes de haber comentado. Tanto es asi que hay una, Mari Ángeles, a la que volvimos a ver para grabarla con la cámara porque es una de las que sale, aunque no se identifica, le dije: anda petit española, ponte ahí. Y de pronto se le cambió la cara. ¿Cómo sabes tu, me preguntó, que a mi me llamaban así? Era un detalle que ella me había contado y ni se acordaba que lo había hecho.
Yo iba totalmente abierto a lo que me encontrase, quería que ellas marcasen la historia, aunque yo luego la ordenara. Ellas eran las que tenían que motivar que el documental fuese una tragedia, un drama u otra cosa. Y al escucharlas desaparecieron todas mis ideas preconcebidas.
«Al principio pensaba que iba a encontrar a mujeres amargadas y no, todas tienen una vida plena».
Muchas se han dado cuenta de que la sociedad no tenía razón y que no casarse las hacía más libres. Las que son solteras por convicción lo tenían muy claro. Hay una que nos decía que había tenido muchas amigas que fue perdiendo cuando se casaron porque estaban condicionadas por sus maridos y no eran libres. Por eso decía que estaba contenta de no haberse casado y haber podido mantener su libertad.
«También todas coinciden en que han podido hacer muchísimas cosas en su vida porque no se han atado a ningún hombre».
Aseguran que se sienten realizadas y satisfechas con su vida, pero lo dicen hoy. Han vivido situaciones muy difíciles y algunas no han sido felices por no tener marido, por no seguir las reglas. Ahora están muy bien aunque, claro, hay situaciones que siempre es mejor recordarlas que vivirlas porque el tiempo alivia el dolor. Y yo creo que eso le pasa a muchas.»
Valientes en tiempos difíciles
Cada una de las veinte historias es tan distinta como sus protagonistas, mujeres entre 50 y 93 años.
MJ: «Me llamó mucho la atención la primera que conocí, la mujer que cuenta que cuidaba a su padre con alzheimer, a su madre, a su tía, a su hermana… su vida ha estado dedicada a ocuparse de los demás, por eso nunca se ha casado. Cuando la entrevistamos tenía cincuenta y tantos años y estaba sola. Le dije, ahora no tienes que cuidar a nadie, todavía estás a tiempo. Y me contestó no, no, no, yo no me caso porque ya no quiero cuidar a nadie más. Fíjate el concepto: casarse es cuidar de otro. Me impresionó.
Y muy muy grande, Marina que es la que sale al final. Su historia es alucinante. Con 93 años ha hecho de todo y viviendo para los demás también, tiene una película ella sola. Es la única andaluza que tiene el premio Clara Campoamor. Le pregunté por qué no se presentaba a alcaldesa de su pueblo y ella me contestó que se lo habían propuesto todos los partidos políticos, pero que no quería. Decía que cuando alguien le pedía un favor ella le ayudaba sin fijarse en su ideología y que solo miraba el color político cada cuatro años cuando había que votar porque se leía los programas de todos los candidatos.
Siento muchísima admiración por ellas, pienso… quiero ser como tu. ¡Qué capacidad, qué fuerza y qué determinación! Para mi son un referente, mujeres a las que quiero y admiro. Es muy difícil situarse en esa época porque casi la hemos olvidado, nos parece muy lejana, casi la edad media. Y oye, no hace tanto tiempo de ese programa de radio tan demoledor que escuchamos en el documental…
En la universidad de Málaga grabamos una clase donde se hablaba de Literatura y mujeres. Había 52 chicas y un chico. Cuando terminamos les pregunté si ese concepto de solteronas era para ellas algo del pasado que les sucedía a sus abuelas y me contestaron que no, que eso mismo seguía ocurriendo hoy. Aseguraban que cada vez que iban a una boda o a la cena de Nochebuena por ejemplo, amigos y familiares les decían: a ver cuándo os echáis novio, a ver cuándo nos dais una alegría que se os va a pasar el arroz ¡con veintipocos años!
La estigmatización sigue vigente
Los prejuicios siguen estando ahí; eso si, a la mayoría les importa un pito porque ahora ellas son más fuertes, pero al final la sociedad empuja. Es como la historia que cuenta en el documental Mercedes. Se puso en huelga contra el sistema educativo y estuvo un año sin estudiar, pero al final fue ella la que perdió. Esa es la realidad. Contra la sociedad siempre se pierde.
Es verdad que afortunadamente muchas cosas han mejorado, pero el mensaje de que ya está todo superado, que no hay nada que reivindicar, nada por lo que luchar, ni nada en lo que poner el foco, es muy peligroso. Igual que antes se nos inoculaba que ser solterona era malo, ahora lo que se nos inocula es que vivimos en una sociedad que ya no tiene problemas con la igualdad o la estigmatización de determinados colectivos y eso no es verdad. Estamos mejor, pero queda mucho por hacer. Y no siempre avanzamos, muchas veces retrocedemos.»
» A la lima y al limón» y «Soltera ya no me quedo», dos coplas cantadas a capela por Martirio, envuelven como un regalo las intensas vidas de las protagonistas del documental.
MJ: «Contacté con Martirio en Sevilla en un acto donde Juan José Téllez recitaba poesías mientras ella cantaba canciones de Chavela Vargas a capela. Me recordó a mi madre que era la típica mujer que cantaba mientras cosía o guisaba y entonces pensé, esto es lo que yo quiero, que ella cante las coplas pero sin música.
El resultado de estos cuatro años de trabajo no es un drama ni una comedia, pero sobre todo no es una tragedia. Lo que es una tragedia es que haya existido esa realidad aunque ellas hayan tenido la fortaleza de reconducirla. «Solteronas» es una historia de superación obligada porque muchas de ellas quizá no querían hacer tantas cosas como las que han tenido que hacer. Pero fíjate cómo lo han asimilado que incluso la mujer que cuenta que quería adoptar y no podía por ser soltera y luego cuando se emite el reportaje de la situación de las niñas chinas en los orfanatos ya la dejan hacerlo, lo ve con toda la naturalidad del mundo.»
Volcado en la promoción de este documental que podremos ver en televisión el próximo año, Manuel Jiménez Núñez tiene ya en la cabeza varios proyectos de los que no quiere desvelar detalles. Y mientras espera el veredicto de los festivales, disfruta con los comentarios que los espectadores le regalan en los coloquios posteriores a la proyección de «Solteronas» en distintos pueblos de Castilla la Mancha. Como el de una señora que le dijo: ¡el próximo documental lo haces de mujeres que nos hemos casado y hubiésemos preferido no hacerlo!
(Fotografías y trailer cedidas por Yolaperdono, productora de «Solteronas»).