Pro Cristina Martínez y 15 firmas más.
Lo que está ocurriendo en Irán es de tal magnitud que nos asombra que el mundo siga girando y nosotras, las mujeres, no nos levantemos en masa para oponernos…
Acabo de leer y no es un bulo, que una niña de catorce años fue brutalmente violada y asesinada por quitarse la hijab… En el hospital adonde la llevaron no pudieron salvarla por las tremendas desgarraduras vaginales que había sufrido.
Masooumeh se quitó el velo y no sobrevivió a la violación
Tenía 14 años y decidió sumarse a las protestas que se llevan a cabo en su país, irán, desde que fuera asesinada la joven Mahsa Amini a finales del pasado mes de septiembre. Se quitó el velo en su colegio, en un barrio de Teherán. Se la identificó enseguida a través de las cámaras de la escuela e inmediatamente la policía fue a detenerla. Horas después era trasladada al hospital en estado grave a causa de desgarros vaginales. Masooumeh murió. Su madre ha desaparecido después de anunciar que presentaría una denuncia pública.
Según la CNN, el régimen de los ayatolás detiene indiscriminadamente a mujeres y niñas acusadas de falta de recato y a continuación son agredidas sexualmente por las fuerzas del orden. Un devastador informe denuncia que recientemente, una de las detenidas en las protestas, una mujer de 20 años, tras pasar horas de reclusión fue trasladada a un hospital de la ciudad de Karaj en estado de shock, con la cabeza rapada y una hemorragia rectal. Sobrevivió pero fue conducida de nuevo a prisión.
La cadena internacional ha informado de que la policía iraní graba las agresiones con el fin de chantajear a los manifestantes para que guarden silencio. Muchas de las mujeres que participan en esas manifestaciones aparecen muertas.
Es verdad que las mujeres no cejamos en una lucha que no cesa, ahora bien, ante un gobierno de un país que está haciendo ese daño a las mujeres nos sentimos impotentes y miramos para otro lado, tal vez porque ese país está lejos y parece que nos duele menos, tal vez porque tenemos miedo, sí miedo al fanatismo que mata para imponer su ideología.
Es cierto que aún quedan muchos asuntos sin resolver en occidente, es cierto que hay que mantener las espadas en alto ante comportamientos y actitudes que pese a su barniz ocultan un feroz machismo, pero lo de Irán es la punta del iceberg.
En Irán las mujeres han retrocedido dos o tres siglos y todas las mujeres en esa sociedad han pasado de ser personas con carreras y profesiones, con futuro e ilusiones, a ser reducidas a la esclavitud.
Es preciso que todas las mujeres del mundo nos opongamos con todas nuestras fuerzas y recursos a esa barbarie.
No se trata de política ni de religión, se trata de derechos humanos.
Se trata de que las mujeres llevamos apenas un par de siglos luchando por la igualdad y, en aquellos países donde el fanatismo religioso triunfa, hemos perdido la batalla y quienes se oponen, la vida.
Si atacan a una nos atacan a todas. Que no sea un eslogan de occidente sino una batalla global.
El artículo está suscrito por las siguientes firmas: Cristina Martinez, Rocío Fondevila, Rosalía Romero, Aurora Atoche, Beatriz de la Torre, Adela Ramírez, Angeles Ramírez, Ana Corripio, Amparo Torregrosa, Mercedes Vega, Lilo, Pepa Rull, Pame, María Tarancón, Julia Casanova y Ascen Alvarez Prieto.